jueves, 7 de julio de 2022

Muchos más

SETENTA Y DOS MÁS

Además de los conocidos doce discípulos, había otros más, setenta y dos que fueron enviados por Jesús para anunciar y demostrar que el reino de Dios estaba cerca (10:9). Les dio instrucciones precisas de cómo hacerlo: qué decir, cómo decirlo y cómo vivirlo. Porque el Evangelio no es propaganda, sino presencia de Dios por medio nuestro.
LUCAS 10:1-12 Biblia La Palabra
“Después de esto, el Señor escogió también a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a todos los pueblos y lugares a donde él pensaba ir. Les dijo: — La mies es mucha, pero son pocos los obreros. Por eso, pídanle al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Póngase en marcha! Yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero, zurrón, ni calzado; y no se detengan tampoco a saludar a nadie en el camino. Cuando entren en alguna casa, digan primero: “Paz a esta casa”. Si los que viven allí son gente de paz, la paz del saludo quedará con ellos; si no lo son, la paz se volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja tiene derecho a su salario. No vayan de casa en casa. Cuando lleguen a un pueblo donde los reciban con agrado, coman lo que les ofrezcan. Curen a los enfermos que haya en él y anuncien: “El reino de Dios está cerca de ustedes”. Pero si entran en un pueblo donde se nieguen a recibirlos, recorran sus calles diciendo: “¡Hasta el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos contra ustedes! Sin embargo, sepan que el reino de Dios ya está cerca”. Les digo que, en el día del juicio, los habitantes de Sodoma serán tratados con más clemencia que los de ese pueblo.”
‭‭
Instagram: @harold_segura
Twitter Harold Segura]
Fanpage de Facebook: Harold Segura]

lunes, 4 de julio de 2022

GRITAR

EN EL MISMO MAR

Las tempestades se levantan para todos, sin excepción, puesto que todos súrcanos el mismo mar, el de la vida. No vamos en la misma barca, pero si viajamos en el mismo mar. Y cuando viajamos con Jesús, hay diferencia: tenemos a quien gritar, quien recrimine nuestros miedos y en quien confiar cuando arremete la furia del agua.
MATEO‬ ‭8:23-27 ‬ Biblia La Palabra
“Subió Jesús a una barca acompañado de sus discípulos, cuando de pronto se levantó en el lago una tempestad tan violenta que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había quedado dormido. Los discípulos se acercaron a él y lo despertaron, diciendo: — ¡Señor, sálvanos! ¡Estamos a punto de perecer! Jesús les dijo: — ¿A qué viene ese miedo? ¿Por qué es tan débil su fe? Entonces se levantó, increpó a los vientos y al lago y todo quedó en calma. Y los discípulos se preguntaban asombrados: — ¿Quién es este, que hasta los vientos y el lago le obedecen?”
‭‭
‭‭Imagen: Linda Bergkvist
Instagram: @harold_segura
Twitter @haroldsegura
Fanpage de Facebook: @haroldsegura

jueves, 30 de junio de 2022

Solo Amor

RECOSTADO SOBRE SU PECHO.

Hay otro discípulo, también llamado “el discípulo amado” que se menciona varias veces en el cuarto Evangelio: Juan 18:15-16; 20:3-4; 19:25-27; 20:2-21 y otros más.

A diferencia de Pedro, a quien se le asignan tareas pastorales asociadas a la jerarquía de la primitiva comunidad cristiana, a este “otro discípulo” solo se le entrega afecto: era el que “Jesús tanto quería, el mismo que en la cena se había recostado sobre el pecho” (Juan 21:20).

Lo mas probable, tal como señalan los especialistas, es que el escritor (escritores) del Evangelio quiera cerrar su texto insistiendo en otra manera de ser comunidad de fe: no basada en estructuras institucionales, sino solo en el amor (X.Léon-Dufour).

Sea como sea, en nuestras comunidades de fe lo que debe primar es la autoridad del afecto, del servicio, la amistad y el cuidado tierno, antes que la autoridad de los rangos jerárquicos y del poder institucional, muchas veces necesarios, pero no esenciales para la experiencia del amor.

“Pedro se volvió y vio que detrás de ellos venía el discípulo a quien Jesús tanto quería, el mismo que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y le había preguntado: “Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?”. Al verlo, Pedro preguntó a Jesús: — Señor, y este, ¿qué suerte correrá? Jesús le contestó: — Si yo quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú sígueme.”

‭‭JUAN‬ ‭21:20-22‬ ‭

Twitter @haroldsegura
Instagram @harold_segura
Harold Segura

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 29 de junio de 2022

Te quiero

SIN SER LO QUE ÉL ESPERA, NOS HA ENCARGADO LO QUE ÉL MÁS QUIERE.

En el ultimo capitulo del Evangelio de Juan y un poco antes del epílogo se nos presenta el diálogo entre Jesús y Pedro. Dos veces el Maestro le pregunta si lo ama. Pero Pedro responde diciendo que lo quiere (y querer es diferente a amar).


Entonces Jesús, sabio y paciente como siempre, cambia su pregunta y, la tercera vez, le dice: ¿me quieres? Y Pedro, viéndose descubriendo su corazón responde: “Señor, tú lo sabes todo”.


Esta sutiliza en el cambio de los verbos infortunadamente no la registran todas las versiones de la Biblia. Hay versiones que traducen las tres veces con la palabra amor. Pero no, Jesus pregunta por el amor y Pedro responder con un “te quiero”.


Pieza magistral del Evangelio registrada solo por Juan para mostrarnos la enorme distancia entre lo que Jesus espera y lo que nosotros damos. También para mostrarnos —y esto es lo mejor—- que aun cuando damos mucho menos de lo que Él espera, no por eso deja de confiar en nosotros y encargarnos las tareas más nobles y sublimes a favor de los demás: apacentar sus ovejas, cuidar a la gente, preocuparnos y servir a los demás.


Sin ser lo que Él espera de nosotros, insiste en encargarnos lo que Él más quiere. Es la muestra de su gracia (solo dependemos de ella) que nos cura y nos alienta.


“Terminada la comida, Jesús preguntó a Pedro: — Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Pedro le contestó: — Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: — Apacienta mis corderos. Jesús volvió a preguntarle: — Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro respondió: — Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: — Cuida de mis ovejas. Por tercera vez le preguntó Jesús: — Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció al oír que le preguntaba por tercera vez si lo quería, y contestó: — Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Entonces Jesús le dijo: — Apacienta mis ovejas.” JUAN‬ ‭21:15-17‬ ‭BHTI‬‬


Twitter @haroldsegura

Instagram @harold_segura

Harold Segura


Foto de Gilbert Lennox



domingo, 26 de junio de 2022

Camino

ENCUENTRO DE PEREGRINOS

Harold Segura nos comenta que "los confinamientos nos han invitado a poner el acento eclesiológico donde debían haber estado: la comunidad y no el templo, la misión y no la institución, la pastoral y no el pastor, la espiritualidad y no la religión, la catolicidad y no el catolicismo."

Cuando hablamos de darle un nuevo resignificado a la Iglesia hablamos de una iglesia sin legalismo, no tradicional, no denominacional, no institucional.

Hablamos de personas que están en una búsqueda de Dios, pero lejos de una religiosidad que se manifiesta en estructuras, reglamentos, etiquetas. Hablamos de personas que están buscando una comunidad que siga a Jesucristo.

Una manera diferente de ser iglesia implica estar lejos de modelos de repetición, tradicionales y jerárquicos. Salir de una dimensión clerical (la profesionalidad del clero) hacia una dimensión eclesial (el sacerdocio de todos los creyentes). Un espacio que esté lejos del amor al poder.

Ser comunidad nos habla de la escucha atenta, del poder del amor, del apego, la empatía, la proximidad, la equidad. También nos indica la importancia de la ternura, la amplitud y la gracia. Implica demoler y dejar viejos paradigmas para movernos en libertad y afirmar el respeto, el cuidado mutuo, la aceptación, el perdón.

Una manera simple de ser iglesia sin determinadas etiquetas es donde encontramos una comunidad para sanar, para volver a creer, para desarrollar la fe, tener esperanza y en libertad decidir dónde seguir.

Una iglesia con un espacio diferente nos habla de la misión que se concreta en la búsqueda del otro, del servicio en la sociedad local, de la solidaridad con los que sufren, de la cooperación global donde el evangelio no ha llegado.

Bienvenidos a este encuentro de peregrinos. Un puente de esperanza hacia un nuevo lugar en libertad.

"Arriesgarse es perder el equilibrio momentáneamente. No arriesgarse es perderse a uno mismo"

sábado, 25 de junio de 2022

 «Después que Juan fue encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea a predicar el evangelio de Dios. Decía: El tiempo se ha cumplido y ya está cerca el reino de Dios. Conviértanse y crean en el evangelio.» (Mr‬ ‭1:14-15‬).‭

* Aquí, en resumen, los ejes centrales del mensaje de Jesús: el reino de Dios (no la iglesia institucional), la conversión (no la afiliación eclesial), la fe (no la creencia dogmática) y el Evangelio (no la tradición religiosa). Sobre estos mismo ejes se podría fundamentar la actual y urgente renovación de las comunidades de fe.
Harold Segura
Preguntas para la reflexión:
¿Que diferencia hay entre la conversión y la afiliación eclesial? ¿Que predicaba Jesús? ¿Que le pedía Jesús a la gente?
¿Como diferenciamos la Fe de la creencia dogmática? ¿Que diferencia hay entre el Evangelio y la tradición religiosa?
¿Que implica la renovación y repensar las comunidades de Fe? ¿Que haría Jesús en nuestro medio o contexto?

jueves, 23 de junio de 2022

Solo una palabra

“Señor solamente necesito…”

Una sola palabra tuya. "— Señor, no merezco que entres bajo mi techo. Pero basta con que digas una sola palabra, y mi siervo quedará sano.”, Mt 8:8.
Una promesa. “Entonces Jesús le dijo: —Vuelve a tu casa. ¡Tu hijo vivirá! Y el hombre creyó lo que Jesús le dijo y emprendió el regreso a su casa.”, Jn 4:50
Una sola mirada. “Allí, algunas personas le llevaron a un hombre acostado en una camilla, pues no podía caminar. Al ver Jesús que estas personas confiaban en él, le dijo al hombre: «¡Ánimo, amigo! Te perdono tus pecados.», Mt 9:2
Una sola caricia tuya en mi mano. “Sin embargo, una vez que hicieron salir a todos, Jesús entró y tomó la mano de la niña, ¡y ella se puso de pie!”, Mt 9:25
Un solo toque del borde de tu manto. “ porque pensó: «Si tan solo toco su túnica, quedaré sana», Mt 9:21
Una sola migaja de tu pan. “—Es verdad, Señor—respondió la mujer—, pero hasta a los perros se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de sus amos.”, Mt 15:27
Una sola bendición. “Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos para que los distribuyeran entre la gente. También dividió los pescados para que cada persona tuviera su porción.”, Mc 6:41
Que me ayudes a creer. “ — ¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree. Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!”, Mc 9:23-24
“Lo sencillo, Jesús lo hace importante”
“Lo pequeño, Jesús lo hace grande”
“Lo poco, Jesús lo transforma en mucho”
Carlos y Alicia Scott
Foto de Gilbert Lennox

El amor por la vida inspira la lucha contra las fuerzas de la muerte

  Sí a la vida “Que brille tu luz para que todos la vean. Pues la gloria del Señor se levanta para resplandecer sobre ti.”, Is 60:1 El amor ...