martes, 23 de abril de 2019

País Vasco - Desafío 2019 -

En el Camino

- Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad que expresa su espiritualidad en el "camino". Una comunidad sana es una comunidad que vive la aventura y el riesgo. * “Por la fe Abraham, … salió sin saber dónde iba… y habito en tiendas de campaña con Isaac y Jacob…”, Hebreos 11:8-9. «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios, Santiago 2:23 * La espiritualidad del camino nos habla de Creer. Pero creer es más que un estado adquirido, denuncia una voluntad de progresar, una obstinación por buscar, una tensión hacia horizontes siempre nuevos y sorprendentes. Es el deseo por lo que está más allá y que todavía no hemos descubierto. * Creer y seguir caminando no sugiere la idea de una meta alcanzada, sino de un camino que hay que inventar. * La espiritualidad del camino nos ofrece una nueva partida. Una mentalidad de gueto va en contra del espíritu que quiere llegar a otras costas. El Reino se encuentra en territorios inexplorados. * Estar en al camino y habitar en tiendas de campaña sugiere la idea de éxodo. No es instalación, estructura, sino viaje, itinerario, movimiento. El camino se desarrolla fuera de la vivienda, hay éxodo y recorrido. * El camino a seguir plantea preguntas: ¿Dónde está?, ¿Dónde podemos encontrarlo?, pero la más desafiante es ¿Dónde nos lleva? * Jesucristo se define como “Yo soy el Camino” . Somos llamados a movernos con El y caminar implica desplazarnos. Jesús nos espera en otra parte.


domingo, 21 de abril de 2019

¡He visto al Señor!, Jn 20:18

- Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad que anuncia la resurrección. Una comunidad sana es una comunidad que enfatiza la vida sobre la muerte, la luz sobre las tinieblas, el amor sobre el odio y la verdad sobre la injusticia. * “No llores, no tengas miedo” ¡Cristo ha resucitado!, (Mt 28:5). Jesús ya resucitado se le aparece a María Magdalena y la cuestiono ¿Por qué lloras? Ella solo podía ver al que cuidaba el huerto (Jn 20:15) y no se dio cuenta que era el Señor resucitado. María Magdalena se quedó llorando junto al sepulcro, (Jn 20:10-11) y busca a Jesús como alguien que está muerto (Lc 24:5). * Jesús no dejó sola a María Magdalena y la llama por su nombre. Ninguna situación está fuera del control de Dios y es su voz inconfundible la que nos hace recapacitar, tener esperanza y reconocer su presencia (Jn 10:3-4,16). Ella y las otras mujeres le abrazaron los pies y lo adoraron (Mt 28:9) pero su mandamiento fue de animar a los hermanos, salir al mundo y no privatizar la misión. * No podemos detener a Jesús sino soltarlo y estar en su seguimiento. Demos a conocer esta noticia ¡He visto al Señor!(Jn 20:18) y que la resurrección del Señor este comprobada por la actividad y práctica de la Iglesia que se proyecta en la tarea inconclusa. No busquemos solo a Jesús para nosotros mismos sino para unirnos a su misión. * Como seguidores de Jesús somos llamados a tener amplitud y no quedarnos con respuestas cerradas. Salgamos con una misión de amor compartiendo todo el evangelio con toda la humanidad.

Convivir en la diversidad

  Caminar hacia el centro “Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea qu...