martes, 25 de noviembre de 2025

Hacer espacio para otros, vaciarnos de nosotros mismos y ser humildes. Respetar, dar dignidad y tener una relación cara a cara. El sentido de cooperación, solidaridad y unidad que se basa en el Dios trinitario implica darnos lugar unos a otros.

Unidad sin uniformidad

“¡Todos por igual los oímos proclamar en nuestra propia lengua las maravillas de Dios!”, Hch 2:11

En Pentecostés Dios le dio su aprobación al pluralismo lingüístico y cultural. Babel fue un monumento al orgullo de un grupo humano, Gn 11:1-9. Utilizaron su unidad lingüística y recursos para dar rienda suelta a su orgullo. Dios los confundió y lo que produjo fue la multiplicidad de lenguas. Lo que Dios produce en Pentecostés es también una multiplicidad de lenguas donde ningún idioma predomino sobre los demás. En un pequeño grupo de cultura y lengua uniforme surge una explosión multilingüe y multicultural por el poder del Espíritu Santo. No debemos entender la unidad como uniformidad. La comunidad de la iglesia debe ser como una danza de vida y amor. ¿Cómo podemos bailar juntos, alrededor, en la danza de la vida y el amor? ¿Cómo aprendemos los pasos de esta danza? Debemos dejar la división, pero no la diferencia; dejar la uniformidad, pero no la diversidad; dejar el individualismo, pero no la distinción y personalidad. Implica que hay diversidad sin uniformidad, diferencia sin división y distinción sin individualismo. Es cuando estamos compenetrados con el otro respetando su personalidad. Hacer espacio para otros, vaciarnos de nosotros mismos y ser humildes. Respetar, dar dignidad y tener una relación cara a cara. El sentido de cooperación, solidaridad y unidad que se basa en el Dios trinitario implica darnos lugar unos a otros. “Cada vez que sentimos que la vida es demasiado complicada o fracturada -muchas piezas para resolver, demasiada diversidad, demasiadas diferencias, nuestro Dios nos recuerda que construyó la unidad y la diversidad en el propio diseño de la vida. Podemos confiar en la unidad, y debemos saborear la diversidad. Esa es nuestra única esperanza de llevarnos bien en nuestras comunidades. Él es un Dios de paz y no un Dios en pedazos." Nuestro desafío como iglesia es que seamos uno y alcancemos la perfección en la unidad para que el mundo crea, Jn 17:20-21

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 24 de noviembre de 2025

Dios une personas de diferentes trasfondos y somos llamados a expresar una fe trinitaria, una fe relacional, en comunidad. Ser creados a la imagen de Dios implica que el ser humano no esté solo y viva en comunidad

Espíritu de unidad

"Los que estamos aquí somos de diferentes países. Algunos somos de Partia, Media y Elam. Otros vinimos de Mesopotamia, Judea, Capadocia, Ponto, Asia, Frigia, Panfilia y Egipto, y de las regiones de Libia cercanas al pueblo de Cirene. Muchos han venido de Roma, otros han viajado desde la isla de Creta y desde la península de Arabia. Algunos somos judíos de nacimiento, y otros nos hemos convertido a la religión judía. ¡Es increíble que los oigamos hablar, en nuestro propio idioma, de las maravillas de Dios!», Hch 2:9-11

Hay una visión que deriva del Pentecostés y es que el Espíritu de Dios se derrama sobre todo el género humano, Hch 2:17. Dios une personas de diferentes trasfondos y somos llamados a expresar una fe trinitaria, una fe relacional, en comunidad. Ser creados a la imagen de Dios implica que el ser humano no esté solo y viva en comunidad. El Espíritu Santo nos desafía a evidenciar esta imagen. Unidad con distinción, distinción sin mezcla, y unidad sin separación. Implica amarnos unos a otros, recibirnos y aceptarnos mutuamente. La vida del ser humano no puede ser buena a menos que se desarrolle en comunidad. Somos llamados a ser una comunidad trinitaria. En la antigüedad usaban la palabra perijóresis o perichóresis para describir esta realidad. Se trata de un término griego que está construido por dos palabras: una es peri (alrededor) y el otro choreo (danzar). Es bailar juntos danzando en círculo o alrededor. Significa “intercambiar lugares”, “danzar en torno”. Una danza de vida y amor. Esta fe y amor trinitario es mutuamente sacrificial donde cada persona renuncia a sí misma para encontrarse con las otras. Nos desafía a cerrar las grietas en la iglesia y en la sociedad. Es una fe relacional, se experimenta en comunidad y sugiere que seamos semejantes a la unión entre las Personas divinas de la trinidad. Sugiere la unidad en la verdad y el amor. Se nos llama a ser una comunidad trinitaria que es abierta e invita.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 23 de noviembre de 2025

PARTICIPACIÓN: Creando una cultura del reino | Efraín Jiménez

Pentecostés implica ser una iglesia abierta que glorifica a Dios. Es una iglesia que mira hacia fuera, es inquieta, camina por todas partes, busca la simplicidad y se atreve hacer cosas diferentes.

Una fe que camina

"En aquel tiempo, muchos judíos que amaban a Dios estaban de visita en Jerusalén. Habían llegado de todas las regiones del Imperio Romano. Al oír el ruido, muchos de ellos se acercaron al salón, y se sorprendieron de que podían entender lo que decían los seguidores de Jesús. Estaban tan admirados que se decían unos a otros: «Pero estos que están hablando, ¿acaso no son de la región de Galilea? ¿Cómo es que los oímos hablar en nuestro propio idioma?», Hch 2:5-8
 
La comunidad de los creyentes se organizó en Jerusalén donde dio sus primeros pasos, pero con motivo de la persecución camina hacia Samaria, Antioquia y luego a todo el mundo. Ellos comenzaron a viajar en vez de protegerse y predicaban a Jesucristo. El mundo necesita ver una iglesia abierta que sea inclusiva y no exclusiva. La iglesia que surge en el Pentecostés es una iglesia pública, la gente escucha y ve. Es una iglesia misionera porque nace hablando a todas las lenguas y no pasa desapercibida. Pentecostés implica ser una iglesia abierta que glorifica a Dios. Es una iglesia que mira hacia fuera, es inquieta, camina por todas partes, busca la simplicidad y se atreve hacer cosas diferentes. "La fe cristiana es una fe que nació para caminar". Hablamos de una iglesia donde pueda predominar una dimensión eclesial y no clerical. Una iglesia donde se ejerce el sacerdocio universal de todos los creyentes. La gente es libre, respetada y vive el poder del amor. El Espíritu Santo llama a su iglesia a repensar su estructura o institucionalidad para enfocarnos en su misión. Este tiempo puede ser un buen momento para pensar en cómo salir de los modelos de repetición e imitación para centrarnos en lo nuevo que viene del Espíritu de Dios.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 22 de noviembre de 2025

"Todos fuimos colocados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu", 1 Co 12:13

 Sobrenatural

"Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y enseguida empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba", Hch 2:4
 
"Todos fuimos colocados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu", 1 Co 12:13. El Señor nos colocó en su cuerpo. Un solo cuerpo. La iglesia es el cuerpo de Cristo y Él es su cabeza. No estamos en una comunidad o iglesia local porque tengamos un proyecto común, sino porque juntos hemos sido llamados por Dios. Dios se complace en hacer vivir juntas a personas muy distintas. Humanamente parece un desafío imposible, pero esto da certeza que ha sido Dios quien nos ha elegido para vivir en la iglesia universal y su expresión concreta en la comunidad local. Por la acción del Espíritu Santo lo imposible se convierte en posible: "En esto conocerán todos que son mis discípulos; si se aman los unos a los otros", Jn 13:35
 
Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 21 de noviembre de 2025

La iglesia que nació en el día del pentecostés no paso desapercibida. Nació a la vista de todos y enfocada en todas las lenguas. La venida del Espíritu produce algo. Provoca apertura o rechazo.

Lo que oyeron y vieron

"De pronto, oyeron un ruido muy fuerte que venía del cielo. Parecía el estruendo de una tormenta, y retumbó por todo el salón. Luego vieron que algo parecido a llamas de fuego se colocaba sobre cada uno de ellos”, Hch 2:2-3

La venida del Espíritu Santo fue imposible de contener, tampoco silenciar y controlar. La iglesia que nació en el día del pentecostés no paso desapercibida. Nació a la vista de todos y enfocada en todas las lenguas. La venida del Espíritu produce algo. Provoca apertura o rechazo. Todos presenciaron el nacimiento de la iglesia y fue algo público. Es imposible mantener en privado lo que ocurre públicamente. Es una iglesia que no se queda neutral. Esto es la comunidad del Reino de Dios. No fue un espectáculo sino un acontecimiento extraordinario. Nació siendo misionera y luego se desarrolló saliendo a todos lados. La iglesia no es un proyecto privado y está abierta al mundo para glorificar a Dios. Se organizo en Jerusalén, da sus primeros pasos, pero luego hay movimientos de gente a todas partes. Luego nos encontramos con la iglesia de Antioquía donde prevalece una actitud intencional para organizarse en relación con la misión. El mundo necesita ver una iglesia abierta que no retiene a sus miembros, que está en marcha, en misión y no en el mantenimiento, que va a todos lados y da testimonio de nuestro Señor Jesucristo. Es una iglesia que se está haciendo al caminar y mientras camina hace discípulos declarando el Señorío de Jesucristo sobre toda la creación. Somos llamados a formar parte de esta comunidad, traer alegría y esperanza a un mundo necesitado. “Edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará”

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox

Daniel, Martu e Iker Scott

¡Hola, amigos!

En este video corto queremos abrir nuestro corazón y compartir contigo un sueño, así como la razón por la que creemos que Dios ama profundamente al *pueblo vasco, su **lengua* 🗣️ y su *cultura* 🌿.

Con cariño,

Daniel, Martu e Iker 🤍



jueves, 20 de noviembre de 2025

Sígueme: La palabra que lo cambia todo | Andrés Pérez

Día en el que se rompió el orden y la ley se mostró insuficiente. ¿Qué quiere decir esto?

Día de Alegría

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar… Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”, Hch 2:1-4
 
La palabra pentecostés significa o hace referencia al número cincuenta. Era el nombre que los judíos de habla griega le daban a la fiesta de las semanas o Pentecostés, porque se efectuaba siete semanas o cincuenta días después de pascua, que era cuando comenzaba la cosecha de granos (Ex 34:22, Dt 16:9-12, Nm 28:26-30, 2 Cr 8:12-14). Originalmente era una celebración agrícola que se realizaba cuando se completaba la cosecha.  La celebración del Pentecostés entre los judíos se fue transformando poco a poco en una celebración de la entrega de la ley a Moisés en el monte Sinaí, porque se consideraba que había ocurrido cincuenta días después del éxodo. La consecuencia de ser bautizados por el Espíritu Santo es que comenzaron a hablar en lenguas o idiomas de algún tipo según el Espíritu les concedía expresarse. Estos idiomas eran lenguas que se hablaban en el mundo conocido de ese entonces y que ellos no habían aprendido. No había necesidad de traductores y otros les podían entender. ¿Qué quiere decir esto? La nueva era del Espíritu había comenzado. “El fenómeno mismo de hablar en lenguas tiene el propósito de comunicar el mensaje”. La iglesia nace hablando a todas las lenguas. Es una iglesia misionera creada por Dios. Harold Segura comenta: “Día en el que celebramos la superioridad del Espíritu sobre la Ley * Día de la esperanza que nos hace libres (Juan 8:31) *Pentecostés, día de estruendos (Hechos 2:2) que hacen temblar y que sacuden la aparente estabilidad de las instituciones humanas. * Día de lenguas extrañas (2:4) que acercan a los que estaban distantes. * Día en el que la alegría de los santos parece borrachera (2:13) y los profetas ya olvidados (2:16) sirven para interpretar lo que los sobrios no logran entender. * Día en el que se rompió el orden y la ley se mostró insuficiente.
 
Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

¿Cuál es el sentido de la vida? | Efraín Jiménez

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Discípulos que hacen historia y cambian la historia. Saben decir ¡SI!

Un modelo a seguir

La iglesia de Antioquía jugó un papel importantísimo en la vida de la iglesia universal. Un grupo de personas anónimas, huyendo de la persecución, sin mayores recursos y planes, compartieron el evangelio con todos. Se atrevieron hacer cosas diferentes, «Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor» Hch 11:21.


Cada seguidor de Jesucristo es llamado a participar y a ejercer el sacerdocio universal de los creyentes. La misión tiene lugar por doquier. Impulsados por la fe, los seguidores de Jescuristo cruzan la frontera entre los que creen y los que no creen, y del otro lado de esa frontera dan testimonio de su fe. Dado que Dios es un Dios misionero, el pueblo de Dios es un pueblo misionero. El Espíritu ha sido derramado sobre todo el pueblo de Dios, no sólo sobre unas personas seleccionadas. La comunidad de fe es la portadora primaria de la misión

Antioquia fue una iglesia que traspasó barreras sociales Hch 11:19-20, reconstruía vidas rotas Hch 11:21-24, busco la participación de otros Hch 11:25-26, cubría necesidades físicas y espirituales Hch 11:27-30, tenía un liderazgo compartido formando un equipo pastoral Hch 13:1, estuvieron dispuestos a extender los límites del reino de Dios hasta lo último de la tierra Hch 13:2-3 y resolvieron conflictos doctrinales, Hch 15:1-35. Antioquía tenía que ver con ser una iglesia abierta para la evangelización del mundo.


La iglesia que vive en misión es una iglesia que se reconoce como enviada al mundo. Es una iglesia que busca el propósito de Dios. Es saber escuchar la voz del Espíritu Santo trabajando en equipo. Es clave la oración y la relación unos con otros.


Somos llamados a vivir una fe trinitaria, una fe relacional; una vida de relación con Dios y con nuestro prójimo; se da prioridad al ser antes que al hacer. “Escuchar la palabra de Dios y escucharnos los unos a los otros van juntos; sólo podemos tener lo primero si estamos igualmente preparados para tener lo segundo”. Si queremos que la gente venga al conocimiento de Jesucristo, la iglesia en nuestros días debe avanzar en la unidad, el amor y el servicio.

La iglesia de Antioquia nos muestra un ministerio compartido y no individual. En la iglesia de Antioquia había disposición para escuchar y separar para la obra del ministerio los siervos que el Espíritu Santo indicaba. Como siervos, entendemos que cuando nos involucramos en la misión, estamos compartiendo la misión del Dios misionero y no proyectos personales. Estamos al servicio de la Missio Dei. Y nuestra misión es compartir la suya. Escuchamos, descubrimos y obedecemos la voz del Señor enviando a sus siervos al trabajo al que los ha llamado. Es el modelo a seguir.


Carlos Scott

“No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención”, Ef. 4:30. No menospreciemos a otros hermanos o sectores de la iglesia. Vivamos el poder del amor y no el amor al poder.

Percibir algo más “Otros se burlaban y decían: «Lo que pasa es que están borrachos”, Hch 2:13   Cuando el Espíritu Santo descendió en el día...