martes, 30 de enero de 2024

Dejarse Hacer

La respuesta

“En ese mismo instante, Simón y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús”, Mc 1:18

La fe en Jesucristo es entregarnos confiadamente a una persona, es aceptar la aventura y el riesgo. Es una respuesta incondicional y generosa al acercamiento de Jesús. Es el antídoto contra el miedo, la vacilación y la prudencia humana. Esta respuesta implica desprendimiento, renuncia y seguimiento. Uno se hace creyente en la medida que acepta dejarse tocar por Dios en sus prioridades. El descubrimiento hace palidecer lo que se ha dejado atrás. El seguimiento es, precisamente, lo que justifica el desprendimiento. El discípulo es uno que sigue a Cristo, se une a Cristo, establece una relación vital con él. No es solo aprender sino seguir. Se trata de un proyecto de vida, hacer sus mismas opciones, repetir sus gestos, asumir sus pensamientos, actitudes, inspirarse en sus criterios y adoptar sus preferencias. Jesús se da a conocer en la medida que le sigamos. Esta respuesta incluye el dejarse hacer. “Jesús les dijo: «Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.», Mc 1:17. El discípulo es simplemente alguien que se está haciendo, acepta las condiciones y experimenta poder. No dice he llegado, es un llamado que dura toda la vida y lo importante es no dejar de intentarlo. Confiamos en aquel que dijo “Yo te haré”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 29 de enero de 2024

¿Dónde está Dios?

En movimiento

“Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a Andrés, dos pescadores que eran hermanos, y que estaban pescando con sus redes. Jesús les dijo: «Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.». Mc 1:16-17

El evangelio de Marcos presenta a Jesús en constante movimiento. En Jesús encontramos a alguien que nos mira, toma la iniciativa y nos presenta un desafío. Jesús camina y camina, nos llama y nos pone en movimiento. Todo encuentro comienza con ver y la mirada se convierte en mensaje, en propuesta de relación y de afecto. En la antigüedad eran los discípulos los que escogían a su maestro, pero en Jesús la llamada viene de él y solo de él. Es una llamada de gracia y no de mérito. Seguir a Jesús es una respuesta a la manifestación de su gracia. Jesús nos llama y lo nuestro es una respuesta. Si me decido, es porque antes he sido solicitado por alguien que se ha decidido por mí. Nos encontramos con Dios porque él decidió encontrarse con nosotros. ¿Dónde está Dios? Te esta buscando. La fe no es conquista; es ser conquistado. “En ese mismo instante, Simón y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús”, Mc 1:18. Este llamado es ineludible y urgente porque nuestro Señor quiere que le sigamos por dónde él camina. Hay eficacia en su palabra porque es una palabra creadora que hace discípulos y mejor es el rechazo explícito que la indecisión indefinida.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

domingo, 28 de enero de 2024

Mas allá

Pasos 

“—Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús…,” Jn 1.48-51

Cuando Dios interviene, “llama” a toda persona a abandonar la planta o el árbol junto a la que se ha establecido. El árbol o la planta no debe convertirse en un refugio o descanso prolongado. Dios ve nuestro territorio y aquellos lugares donde nos encontramos y solemos frecuentar. Jesús exige una fe capaz de ir más allá. “—Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol de moras: “Desarráigate y plántate en el mar”, ¡y les obedecería!”, Lc 17:6. Dios nos considera capaces de hacer cosas imposibles, pero él no arranca árboles. Prefiere cambiarnos a nosotros cuando tenemos la tentación irresistible de echar raíces en un lugar seguro. Jesús busca fruto aunque no sea tiempo de higos y suele meter su mano en la higuera, y el fruto que sacia su hambre es ver a su gente en movimiento, Mc 11: 12-25. Se trata de estar dispuestos a dejar cierta comodidad, lo viejo e ir al encuentro de lo nuevo. El discípulo siempre está llamado a elegir entre el camino y la planta que protege. El evangelio tiene la necesidad de los pasos y no de la protección de ramas. Dios tiene paciencia con todos nosotros y nos brinda otra oportunidad, Lc 13:6-9. El fruto bueno producido por el árbol bueno es aquel que camina, Mat 7: 17:20. «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra»

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

 

sábado, 27 de enero de 2024

Sinceridad

Integridad

Jesús cuando se encontró con Natanael lo definió como “un verdadero israelita en quien no hay falsedad”. ¿Qué significa vivir con sinceridad y sin falsedad? La palabra de Dios nos invita a conocer la verdad, seguirla, permanecer y enamorarnos de la misma. Jesús nos dice: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”, Jn 8:31-32. ¿Cómo vencer la oscuridad y la mentira? Tiene un precio vivir en la verdad y la luz. Es dejar que la palabra de Dios y su espíritu nos examinen, nos descubra y muestre quienes somos. Una de nuestras barreras para vencer la oscuridad y andar en la verdad es el miedo. Cuando nos acercamos a la luz y la verdad no debemos tener miedo. El hecho que nuestras malas obras se descubran delante de Dios es para salvarnos y sanarnos. Para vencer el miedo es necesario tener coraje y ser valientes. La invitación es acercarnos al amor, la luz y la verdad. Jesucristo es la verdad y la luz del mundo, Jn 8:12,14:6. Nosotros al igual que Natanael somos desafiados por el Señor para estar en su seguimiento y vivir con integridad, Jn 1:50. Tal vez Jesús nos diga: “Aquí tienen a una verdadera persona, en quien no hay falsedad”. Que Dios nos ayude en esto.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 26 de enero de 2024

Amplios y abiertos

Sobrenatural

Felipe aparece en la escritura como aquel que busco a Natanael, Jn 1:45. Natanael era una persona que buscaba con sinceridad y honestidad a Dios, pero responde como una persona prejuiciosa “¡De Nazaret!, ¿Acaso de allí puede salir algo bueno?”, Jn 1:46. La periferia genera duda, desconfianza, riesgo e inseguridad. Entre la gente y los religiosos de esa época estaban aquellos que no supieron identificar a Jesús. El Hijo de Dios está abierto para todos los que tienen fe, pero permanece escondido para aquellos que lo rechazan. Jesús mostró su apertura y revelación. Natanael tuvo un encuentro con Jesús y lo confronta a tener una visión más amplia: “¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!” y añadió “Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”, Jn 1:49-51. Jesús se identifica como el único y verdadero vínculo entre el cielo y la tierra, entre Dios mismo y toda la humanidad. Jesús es el Dios vivo, encarnado entre los hombres para que su bendición llegue a todas las familias de la tierra. No es solo para un determinado grupo étnico. Es para toda lengua, pueblo y nación, Ap. 5:9. El evangelio es de alcance universal y se nos llama a ser amplios y abiertos. Vivir la sorpresa, la esperanza y ver cosas más grandes. La invitación está presente: “Ven a ver”. Todo tiempo es oportuno para ver algo más grande. Llegar al sentido y propósito de la vida. Unirnos a su misión. Te invito a ver a Jesús con los ojos de la fe y tener esta experiencia que nos lleva a vivir lo sobrenatural.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 24 de enero de 2024

Bendición

Abundancia

"—¿Cómo es que me conoces?—le preguntó Natanael. —Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús.  Entonces Natanael exclamó: —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel! Jesús le preguntó: —¿Crees eso solo porque te dije que te había visto debajo de la higuera? Verás cosas más grandes que esta. Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra», Jn 1.48-51

Natanael fue desafiado a estar en el seguimiento de Jesús antes de haber visto, entendido o consultado a los expertos. Su acceso a la fe pasa por la aceptación que puede llegar a ver cosas más grandes. Se trata de una nueva historia y un nuevo recorrido. El itinerario del creyente es aventurarse por senderos inexistentes. El esperado es él, el hijo de José y viene de donde no se le espera. “De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra”, Jn 1:16. “Ven y lo verás” es un lanzarse cada vez más allá, con los pies y los ojos, de sorpresa en sorpresa, de descubrimiento en descubrimiento, con pasión y fe. Natanael decidió formar parte de la historia de Dios aceptando que su horizonte reducido se abra a otro más amplio, en una sucesión interminable. Natanael va en busca de un “Desconocido” que lo conoce. A buscar “Uno” que ya lo ha encontrado. Hay una invitación para todos nosotros en ver un cielo abierto lleno de posibilidades. Es necesario dar un salto y salir al encuentro de lo sobrenatural.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Estímulo y búsqueda

Signo

“—Ven y compruébalo tú mismo—le respondió Felipe”, Jn 1:46

Los “signos” suelen favorecer la búsqueda y la atraen discretamente hacia un “más allá” en dirección del descubrimiento de la persona de Cristo. Los signos no son nunca “concluyentes”, sino que estimulan y hacen más profunda la necesidad de una búsqueda posterior, menos aparente, más profunda. “Nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos. Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios. Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.”, 2 Co 5:19-21.  “—Ven y compruébalo tú mismo—“. Que podamos ser un "signo" para los demás en dirección hacia Jesucristo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox


martes, 23 de enero de 2024

Oportunidad

Crisis

"— ¡Nazaret!—exclamó Natanael—. ¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”, Jn 1:46

La búsqueda no es un camino triunfal, sino que se presenta marcada por crisis, dudas, extravíos, vacilaciones, errores. El buscador no se rinde porque no vea claro. Es alguien paciente y obstinado en medio de la oscuridad, consciente que vera claro … después. Cree y sigue creyendo, confía y avanza. Natanael se acerco a Jesús y pudo reconocerlo como el Hijo de Dios. Primero está la decisión, el compromiso, la aceptación, después la explicación. El riesgo provoca la luz y el “ver” se promete a quien tiene fe. La fe representa la condición, la “causa” del ver, no la consecuencia. La oscuridad se supera no solo con la luz, sino también con la promesa de la luz. Caminar hacia la luz es comenzar a ver. Las crisis pueden ser nuestras oportunidades y no deben ser un obstáculo para la búsqueda. Perder, también puede ser ganar. Hay peligro, pero también está la oportunidad. Es la sorpresa en las manos de Dios. Cuando un nómada encuentra a Jesús, no encuentra una acomodación, sino una misión, un encargo que cumplir, un servicio al que dedicarse. La búsqueda nunca puede darse por terminada y hay que seguir caminando como un discípulo. Es dirigirnos hacia lo imprevisto y disponernos para lo inesperado. La búsqueda apaga la sed y al mismo tiempo, la provoca, la alimenta, la aviva, la profundiza. El encuentro con el Señor se afirma cuando estamos en comunidad. El creyente se descubre así como “un ser en comunión” y la fe se convierte en una buena noticia para los demás. Todo esto es la gracia de Dios donde descubrimos que “Alguien” se nos adelantó, ya nos conocía y nos buscaba. “Dios es amor”. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 22 de enero de 2024

Posibilidades

Buscar

"Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo: —¡Hemos encontrado a aquel de quien Moisés y los profetas escribieron! Se llama Jesús, el hijo de José, de Nazaret", Jn 1:45

Buscar implica, necesariamente, un deseo intenso, una exigencia profunda, una esperanza. La búsqueda puede llegar a significar una insatisfacción, una tensión hacia la superación, la voluntad de ir “más allá” de lo que se tiene y de lo que se es. Buscar significa ponerse en camino, renunciar a la autosuficiencia, a la seguridad de las posiciones adquiridas y del saber acumulado, a las costumbres, a los esquemas repetitivos. Nuestro sentido de significancia encuentra su propósito cuando tenemos un encuentro directo, personal y determinante con el Señor. Jesús revela el verdadero rostro de Dios y se nos anima abandonar una vieja manera de pensar y encontrar una nueva manera de ser. "Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido", Mt 7:8 “Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres… Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres”, Jn 8:32, 36.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 21 de enero de 2024

Comprobar

Palpar

"Se llama Jesús, ...  —Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús.  Entonces Natanael exclamó: —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel! Jesús le preguntó: —¿Crees eso solo porque te dije que te había visto debajo de la higuera? Verás cosas más grandes que esta. Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra», Jn 1.43-51

 El encuentro con Jesús es gracia y cuando Felipe recibe el llamado a seguir a Jesús lo que hace inmediatamente es compartir su descubrimiento. Ante la incredulidad de Natanael lo desafía a ver y comprobar. El que es testigo no ofrece nada propio o personal porque lo determinante es siempre el contacto directo con Jesús. Antes que Natanael vaya al encuentro con Jesús nos encontramos una vez más con la iniciativa divina que nos conoce y nos busca. Mientras ellos se acercaban, Jesús describe a Natanael como un hombre totalmente íntegro. Natanael es leal porque está abierto a la novedad y admite que puede equivocarse. Jesús es el eterno descubrimiento y día tras día hay un cielo abierto para todos nosotros. El cielo nunca está lejos de la tierra.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 20 de enero de 2024

Regalo

Gracia

“Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Ven, sígueme», Jn 1:43

Dios por medio de su gracia nos busca para que le podamos reconocer, adorar y seguir. Lo primero siempre es la iniciativa divina. La búsqueda es gracia, no simplemente esfuerzo humano. Es don, no conquista.  Él ha venido precisamente para buscarnos y lo nuestro es simplemente una actitud de respuesta. Nuestra búsqueda es el fruto de su búsqueda, un dejarnos buscar y un dejarnos encontrar por él. “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.  Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás”, Ef 2:8-10. “Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor entre muchos hermanos. Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria”, Ro 8:29-30

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Abrir los ojos

  Caminar y ser abiertos “Seis días después, Jesús llevó a Pedro, a Santiago y a Juan hasta un cerro alto, para estar solos. Frente a ellos,...