lunes, 17 de julio de 2023

Repensar

 ¿Qué impide? Nuevos modelos y paradigmas

"Mientras iban juntos, llegaron a un lugar donde había agua, y el eunuco dijo: «¡Mira, allí hay agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?», Hch 8:36

Cuando pensamos en los movimientos de nuevas comunidades de fe o la plantación de nuevas iglesias debemos hacernos la misma pregunta que le hizo el etíope a Felipe: ¿Qué impide? Felipe era simplemente uno de los siete que había sido elegido para atender las necesidades de la comunidad, pero luego del martirio de Esteban comienza la persecución y dispersión de la Iglesia. Felipe fue a predicar a una ciudad en Samaria, pero luego el Espíritu de Dios lo llevó a un lugar desértico. En esa ocasión el Espíritu Santo le dijo a Felipe que se acerque a un etíope para anunciar las buenas nuevas acerca de Jesús, Hch 8:26-40. En el camino se encontraron con un lugar donde había agua y la pregunta del etíope resuena en nuestros días: “¿Qué impide que yo sea bautizado?”. Felipe lo bautizó y el etíope siguió su camino con alegría. La acción de Felipe no quedó condicionada a la presencia y decisión de los apóstoles que estaban en Jerusalén. El Espíritu de Dios desafía a su iglesia a reformarse para ser una comunidad que le lleva alegría a la gente. Hay nuevas situaciones y contextos que nos confrontan con nuestra forma de ser iglesia. Nos encontramos en un nuevo tiempo de introspección para pensar y repensar modelos, estructuras y paradigmas. Hay algo que está surgiendo por parte de Dios y seguir lo que el Espíritu Santo indica es unirnos a su Misión. Nuestra fe en Jesucristo nació para caminar y no para protegernos. Se nos llama a seguir formando nuevas comunidades de fe a favor de los no alcanzados. ¿Qué impide?

Carlos Scott

domingo, 16 de julio de 2023

Nuevas circunstancias

 ¿Entiendes lo que estás leyendo?

“Felipe se acercó corriendo y oyó que el hombre leía al profeta Isaías. Felipe le preguntó: —¿Entiendes lo que estás leyendo?”, Hch 8:30

El Espíritu constantemente lleva a la comunidad del Reino de Dios a nuevos desafíos y a una nueva obediencia. Esto fue lo le paso a Felipe. No era apóstol, pero el Espíritu lo guio para acercarse a gente muy diferente. Felipe pertenecía a la cultura Helenista o griega y no hebrea. El mismo había formado parte de uno de los siete para servir en el orden interno de la comunidad y que haya equidad en la misma, Hch 6:1-6. Conocía la discriminación y formaba parte de esa periferia. El Espíritu guio a Felipe a que abra las puertas a los que estaban afuera. Nuestros desafíos entre otros tienen que ver principalmente con la periferia donde nos encontramos con nuevas situaciones y se necesita una nueva percepción del evangelio. Constantemente el Espíritu nos llama a revisar nuestra manera de ser comunidad para los demás. Hay nuevas circunstancias que nos deben llevar a pensar y repensar la iglesia y no quedarnos con viejas formas que pudieron servir en un determinado momento histórico, pero que hoy se pueden transformar en formas de exclusión. El eunuco le pregunto a Felipe ¿Qué impide? Felipe le pudo haber dicho que no estaba autorizado para bautizarlo o que debía esperar a los apóstoles o que debía respetar la tradición, seguir el manual de procedimiento o bien la ley. Su respuesta fue: Nada impide. Una nueva forma de ser iglesia nos pregunta ¿Qué impide? Se nos llama a dar un testimonio audaz en todo tiempo y ser sensibles a lo que Dios nos indica.

Carlos Scott

sábado, 15 de julio de 2023

Espíritu

 Percibir el Espíritu de Dios

"El Espíritu le dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro, ... le anunció las buenas nuevas de Jesús", Hch 8:29, 35. "... el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe, ... y se fue predicando el evangelio en todos los pueblos...", Hch 8:39-40

La comunidad de Jesús vive bajo la inspiración del Espíritu Santo. Este es el secreto de su vida, de su comunión y de su poder. El don del Espíritu es el don de involucrarse en la Misión, porque la misión es consecuencia directa del derramamiento del Espíritu. Somos desafiados a percibir el soplo del Espíritu, ser abiertos y sensibles a su fuerza y vigor. El mensaje del evangelio se extendió por medio de compartir la Palabra de Dios y el poder sobrenatural del Espíritu. La conversión requiere una palabra específica pero también un poder que va mucho más allá que la palabra del predicador. Es la práctica de la misión la que abre a las personas a la acción del Espíritu. Entre la Palabra y el poder hay una especie de relación: “Aquí las poderosas energías del Espíritu son más importantes que palabra alguna, aun cuando estas energías en tanto que son del Espíritu Santo deben su origen a la Palabra de Dios”. Seguir el impulso del Espíritu Santo es ser obedientes y creativos para una nueva manera de ser iglesia para los demás.

Carlos Scott

viernes, 14 de julio de 2023

Nada impide

 Ampliando los márgenes

“En cuanto a Felipe, un ángel del Señor le dijo: «Ve al sur por el camino del desierto que va de Jerusalén a Gaza». Entonces él emprendió su viaje y se encontró con el tesorero de Etiopía, un eunuco de mucha autoridad bajo el mando de Candace, la reina de Etiopía. El eunuco había ido a Jerusalén a adorar y ahora venía de regreso. Sentado en su carruaje, leía en voz alta el libro del profeta Isaías”, Hch 8:26-28

Lucas describe a un mensajero o ángel que le indica a Felipe que vaya al camino del desierto que va de Jerusalén a Gaza. Felipe se encuentra con una persona de mucha autoridad que estaba bajo el mando de la reina de Etiopía. Esta persona era alguien que creía en el Dios de Israel, pero no seguía totalmente la ley ni la circuncisión. Se encontraba leyendo al profeta Isaías y “el Espíritu Santo le dijo a Felipe: «Acércate y camina junto al carruaje»” y le preguntó: “—¿Entiendes lo que estás leyendo?” y es aquí donde “Felipe le habló de la Buena Noticia acerca de Jesús”. Los eunucos no podían ser parte del pueblo de Dios (Dt 23:1), pero la escritura en otra parte nos recuerda que “Si un extranjero me adora, no tiene por qué decir: “Dios me apartará de su pueblo”. El hombre que no puede tener hijos tampoco debe decir: “Yo parezco un árbol seco”, Is 56:3-5. Luego llegaron a un lugar donde había agua, y el eunuco dijo: «¡Mira, allí hay agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?». Ordenó que detuvieran el carruaje, descendieron al agua, y Felipe lo bautizó. La palabra de Dios nos desafía en ampliar los márgenes y cruzar fronteras de iglesia a no iglesia en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios. Los márgenes se van ampliando a medida que soltamos a la gente, confiamos en la obra del Espíritu Santo y nos unimos a la Misión de Dios en el mundo. Dios nos está llamando a nuevas maneras de hacer Misión. Felipe se atreve a decirle al eunuco que nada impide que sea bautizado. 

Carlos Scott

jueves, 13 de julio de 2023

Semillas de Fe

 Sembrar con Esperanza

“Antes de volver a Samaria, Pedro y Juan compartieron con la gente el mensaje del Señor. Después regresaron a la ciudad de Jerusalén, pero en el camino fueron anunciando a los samaritanos las buenas noticias del reino de Dios”, Hch 8:25

Podemos y debemos sembrar. El proceso de la siembra es laborioso, el agricultor primero debe seleccionar la semilla, preparar la tierra, sembrarla en el tiempo adecuado, cuidarla, abonar, regar, esperar y finalmente cosechar. Sembrar el Reino de Dios significa sembrar con esperanza, Sal 126:5, 2 Co 9:6. Es necesario acompañar con una ferviente oración la siembra de las semillas del Reino de Dios y ser testigos, pero no podemos producir el fruto, 1 Co 3:6-7. El mensaje del Reino en palabra y obra está destinado a crecer. La semilla es minúscula, pero tiene el potencial dado por Dios para el crecimiento. El Reino de Dios es universal, tiene un inicio pequeño e insignificante que puede pasar desapercibido, pero está destinado a ser la realidad más grande del mundo y una fuerza indetenible que afecta a todas las personas. La comunidad del Reino de Dios está llamada a reproducirse y multiplicarse confiando que Dios da el crecimiento. Este crecimiento puede llegar a dominar el ambiente de manera desproporcionada en comparación con el tamaño de la semilla. La finalidad es dar abrigo a las naciones y proveer alimento que saciará el hambre de muchos. Seamos semillas de fe, que Dios nos plante llevando esperanza y cubriendo la vida con amor. Que nuestro buen Dios sea reconocido y su nombre glorificado.

Carlos Scott

miércoles, 12 de julio de 2023

Una voz

 El otro poder

“Un hombre llamado Simón, quien por muchos años había sido hechicero allí, asombraba a la gente de Samaria y decía ser alguien importante. Todos, desde el más pequeño hasta el más grande, a menudo se referían a él como «el Grande, el Poder de Dios». Lo escuchaban con atención porque, por mucho tiempo, él los había maravillado con su magia”, Hch 8:9-11

Este relato describe a Simón como una persona de prestigio e importancia. “Se referían a él como «el Grande, el Poder de Dios», pero la gente creyó el mensaje de Felipe y el resultado fue que se bautizaron hombres y mujeres. Luego el mismo Simón creyó y fue bautizado. Simón comenzó a seguir a Felipe y estaba asombrado por las señales y los grandes milagros que hacía. Los apóstoles enviaron a Pedro y Juan para ver que sucedía y los nuevos creyentes recibieron el Espíritu Santo. “Cuando Simón vio que el Espíritu se recibía cuando los apóstoles imponían sus manos sobre la gente, les ofreció dinero para comprar ese poder. Pedro le respondió: —¡Que tu dinero se destruya junto contigo por pensar que es posible comprar el don de Dios!”. Simón siempre fue muy poderoso y también lo quería ser en la iglesia. Hoy hay políticos y grupos que desean seducir y tener a su favor el voto de la comunidad de fe. También hay algunos religiosos que creen que la transformación social viene por medio del poder político. Indudablemente el poder afecta a la vida cristiana. Frente al poder de Simón "el mago" está el otro poder que es el de Simón Pedro, un simple pescador que descubrió la presencia del Espíritu y encontró valor para enfrentarse a las más variadas circunstancias. Todo esto no se compra con dinero o vendiendo el don del Espíritu. La iglesia debe rechazar toda tentación de acomodarse al poder político y vender su identidad. La transformación de una nación viene por medio del evangelio. Se nos llama una vez más a ser una voz profética que le recuerda a toda Nación: “Pero si mi pueblo se humilla, y ora y me busca, y si al mismo tiempo abandona su mala conducta, yo escucharé en el cielo su oración, perdonaré sus pecados y los haré prosperar de nuevo”, 2 Cr 7:14

Carlos Scott

martes, 11 de julio de 2023

La alegría de seguir a Jesús

 Las buenas noticias del reino de Dios.

"Felipe fue a la ciudad de Samaria, y allí se puso a hablar acerca de Jesús, el Mesías. Felipe era uno de los siete ayudantes de la iglesia. Toda la gente se reunía para escucharlo con atención y para ver los milagros que hacía. Muchos de los que fueron a verlo tenían espíritus impuros, pero Felipe los expulsaba, y los espíritus salían dando gritos. Además, muchos cojos y paralíticos volvían a caminar. Y todos en la ciudad estaban muy alegres", Hch 8:5-8

Cuando Felipe llego a la ciudad de Samaria les anunció las buenas noticias del reino de Dios. Generalmente los símbolos de un imperio o un reino se manifiestan por medio de sus poderosas armas y sus ejércitos. Jesús habló y enseñó sobre el Reino de Dios. Es un reino que se demuestra con la propia vida a semejanza de Jesús. El Reino de Dios es una concreción histórica que trasciende los límites de la historia y es misterio. Se lo explica por medio de comparaciones y metáforas del saber popular. «¿Con qué puede compararse el reino de Dios? ¿A qué se parece? Es como la semilla de mostaza que el campesino siembra en la tierra. A pesar de que es la más pequeña de todas las semillas del mundo, cuando crece llega a ser la más grande de las plantas del huerto. ¡Tiene ramas bien grandes, y hasta los pájaros pueden hacer nidos bajo su sombra!», Mc 4:30-32 "Jesús les puso una comparación más: «Con el reino de Dios pasa lo mismo que con la harina. Cuando una mujer pone en ella un poquito de levadura, ese poquito hace crecer toda la masa», Mt 13:33. "El Reino de Dios se desarrolla desde lo pequeño a lo grande, de lo sencillo a lo completo, de lo familiar y cercano a lo social y distante. Hablamos de un reino que crece sin protagonismos y sin la pompa de los célebres" "Felipe les habló acerca de Jesús, el Mesías, y todos en Samaria le creyeron. Y así Felipe bautizó a muchos hombres y mujeres”, Hch 8:12. El resultado fue que hubo mucha alegría en esa ciudad. Nuestra oración es que cada nación, pueblo y ciudad experimente la alegría en seguir a Jesús.

Carlos Scott


lunes, 10 de julio de 2023

La fuente de la alegría

 Señales de Restauración

"Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban. Felipe, por ejemplo, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías. Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad”, Hch 8:4-8

Luego de la muerte de Esteban comenzó en Jerusalén una persecución sobre los que confesaban a Jesucristo como el Señor de sus vidas. El testimonio de ellos se expandió a otras partes de Judea, Samaria y adondequiera que iban. Mientras que los apóstoles pensaban que ellos serían los encargados de predicar la palabra los que aparecen en escena son los creyentes que comparten el evangelio. A modo de ejemplo se habla de Felipe que fue uno de los siete líderes que habían sido elegidos para servir en el orden interno de la comunidad. Lo que hace Felipe es compartir el mensaje acerca de Jesucristo y hacer milagros. Nuestra nación y cada nación en sus diferentes ciudades y pueblos necesitan este mensaje y señales de restauración. Es compartir a cada persona la dimensión, relevancia e importancia de tener una experiencia con Dios. El resultado fue que hubo mucha alegría en esa ciudad. Jesús es el origen, la fuente, el camino de la alegría y de toda vida plena. “Me mostrarás el camino de la vida; me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre”, Sal 16:11. “¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana!”, Fil 4:4.

Carlos Scott

domingo, 9 de julio de 2023

Movernos con libertad

 «¡Señor, no los culpes por este pecado!»

“Entonces ellos se taparon los oídos con las manos y empezaron a gritar. Se lanzaron sobre él, lo arrastraron fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Sus acusadores se quitaron las túnicas y las pusieron a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los culpes por este pecado!». Dicho eso, murió”, Hch 7:57-60

Para la clase dirigente el “pecado” de Esteban fue confiar en un Dios que camina y que no está encerrado en los templos. La fe cristiana es una fe que nació para caminar. Ninguna estructura, sistema o institución puede detener o sujetar a Dios. Tampoco lo podemos domesticar a nuestra forma de ser por medio de tradiciones, reglamentos o estatutos. Ningún legalismo es el símbolo de un Dios que ama. Dios prefiere la misericordia antes que el sacrificio. Jesús nos amplia la forma de pensar y nos conduce a un amplio espacio. Él nos vuelve a decir: “Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos”, Jn 10:9. Los que prefirieron la religión del templo terminaron ejecutando a Esteban. Debemos tener cuidado con la religión que nos quiera anclar en el pasado y no mirar el futuro. Hay nuevos desafíos que nos vienen desde afuera y cuando las buenas tradiciones se nos vuelven excusa para no ser obedientes, dejan de ser buenas. A Esteban como a sus compañeros se los eligió para responder a la crisis interna de la iglesia, pero el Espíritu tenía otros planes. Responder a nuevas formas de misión nos puede llevar a cumplir con nuestra vocación. Es ensanchar el corazón y ampliar nuestra mente para bendecir a la nación y las naciones. Esteban “fijó la mirada en el cielo, y vio la gloria de Dios y vio a Jesús de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios”. Nadie que se nos oponga tiene más poder que él.

Carlos Scott


sábado, 8 de julio de 2023

Nuevos desafíos

Revisar, repensar y ajustar

"Antes de terminar su discurso, Esteban les dijo a los de la Junta Suprema: —¡Ustedes son muy tercos! ¡No entienden el mensaje de Dios! Son igual que sus antepasados. Siempre han desobedecido al Espíritu Santo, … Mientras le tiraban piedras, Esteban oraba así: «Señor Jesús, recíbeme en el cielo.» Luego cayó de rodillas y gritó con todas sus fuerzas: «Señor, no los castigues por este pecado que cometen conmigo.» Y con estas palabras en sus labios, murió”, Hch 7:51-60

En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido a hacer nuevas cosas. Muchas veces corremos el peligro de amar más las instituciones que a Dios mismo. Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí y sigue caminando. Algunos buscan personas o equipos que se ajusten a las generaciones anteriores, que no traigan un nuevo desafío y una mayor amplitud en la visión. Cuando nos centramos en que lo importante es la estructura lo que hacemos es colocar a la organización por arriba de la misión, y comunicamos que para nosotros lo más importante no es la misión, sino salvaguardar las estructuras que hasta aquí nos han servido. El Espíritu Santo no avala esta manera de ser y constantemente va obligando a la iglesia a reformarse para ser fiel a su misión. Quienes quisieron callar a Esteban, en realidad lo que hicieron fue ampliar su mensaje y programa de servicio. La persecución hizo que el mensaje se extendiera hasta Antioquía de Siria y desde allí a todo el mundo. Quizás, como en el caso de Esteban, los que se oponen al mensaje del evangelio pueden llevarnos a cumplir nuestra vocación y Dios puede estar usándolos a ellos para llamarnos a una nueva obediencia. Debemos preguntarnos qué tipo de iglesia es la que Dios desea en este tiempo. El Espíritu Santo llama a la iglesia a nuevos desafíos. Necesitará un liderazgo diferente. El desafío de la iglesia en el día de hoy es que debe revisar y ajustar su funcionamiento respondiendo a la Misión de Dios. Que Dios nos ayude en esto.

Carlos Scott 

viernes, 7 de julio de 2023

Un Dios que camina

 Una nueva obediencia

“El Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas”, Hch 7:48.

Esteban era una persona llena de gracia y del poder de Dios, pero lo acusaron diciendo: “Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la ley”. Se trataba de una denuncia muy grave, ya que el templo y la ley eran las posesiones más preciosas y sagradas de los judíos. Su respuesta ante las acusaciones es un largo discurso sobre la historia de Israel, Hch 7:2-53. “Según Esteban, Dios no puede circunscribirse a un solo lugar. Sobre todo ‘Dios no habita en templos hechos de mano’. La religión del Templo pretende precisamente todo lo contrario: circunscribir a Dios a un templo hecho de manos”. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí. “Por consiguiente, el hilo común que corre a lo largo del discurso de Esteban es que el Señor es un Dios que camina y lo hace por tierras extrañas… Siempre está llamando a su pueblo a nuevas aventuras en las que va con ellos mientras están en marcha”. Su enseñanza mostró que en el Antiguo Testamento Dios ya estaba vinculado a la gente, no a los edificios. Nos encontramos con un Dios que camina y camina. Se nos invita a caminar por tierras extrañas, probar la aventura, ir de un lugar a otro y tomar nuevos desafíos. Nos hace un llamado para experimentar una nueva obediencia.

Carlos Scott

Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...