domingo, 28 de mayo de 2023

Pentecostés

Día de Alegría

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar… Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”, Hch 2:1-4.

La palabra pentecostés significa o hace referencia al número cincuenta. Era el nombre que los judíos de habla griega le daban a la fiesta de las semanas o Pentecostés, porque se efectuaba siete semanas o cincuenta días después de pascua, que era cuando comenzaba la cosecha de granos (Ex 34:22, Dt 16:9-12, Nm 28:26-30, 2 Cr 8:12-14). Originalmente era una celebración agrícola que se realizaba cuando se completaba la cosecha.  La celebración del Pentecostés entre los judíos se fue transformando poco a poco en una celebración de la entrega de la ley a Moisés en el monte Sinaí, porque se consideraba que había ocurrido cincuenta días después del éxodo. La consecuencia de ser bautizados por el Espíritu Santo es que comenzaron a hablar en lenguas o idiomas de algún tipo según el Espíritu les concedía expresarse. Estos idiomas eran lenguas que se hablaban en el mundo conocido de ese entonces y que ellos no habían aprendido. No había necesidad de traductores y otros les podían entender. ¿Qué quiere decir esto? La nueva era del Espíritu había comenzado. “El fenómeno mismo de hablar en lenguas tiene el propósito de comunicar el mensaje”. La iglesia nace hablando a todas las lenguas. Es una iglesia misionera creada por Dios. Harold Segura comenta: “Día en el que celebramos la superioridad del Espíritu sobre la Ley * Día de la esperanza que nos hace libres (Juan 8:31) *Pentecostés, día de estruendos (Hechos 2:2) que hacen temblar y que sacuden la aparente estabilidad de las instituciones humanas. * Día de lenguas extrañas (2:4) que acercan a los que estaban distantes. * Día en el que la alegría de los santos parece borrachera (2:13) y los profetas ya olvidados (2:16) sirven para interpretar lo que los sobrios no logran entender. * Día en el que se rompió el orden y la ley se mostró insuficiente.

Carlos Scott

sábado, 27 de mayo de 2023

Inicios

 La primavera de la iglesia

“Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María....  Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.”, Hch 1:14 - 2:1

Lucas después de su evangelio escribe otro libro donde describe el nacimiento y el desarrollo de la primera comunidad cristiana y nos ofrece dos rostros de esta realidad. Por un lado, nos encontramos con la vida interna de la comunidad basada en la enseñanza, en la comunión, en el partimiento del pan, en la oración, milagros y en compartir sus recursos con los necesitados. Por otro lado, está el dinamismo misionero sostenido por la fuerza del Espíritu, la eficacia de la Palabra y la audacia de los seguidores del Camino. En el momento que Jesús es llevado a las alturas la comunidad de los discípulos está por comenzar su propio camino histórico. El Reino de Dios avanzará por el esfuerzo misionero y la acción del Espíritu Santo. La primera imagen que encontramos son personas que están a la espera donde antes de ser un equipo apostólico son una comunidad de oración. Su misión será animada por el derramamiento del Espíritu y sin inmersión en el Espíritu la iglesia no puede sumergirse en el mundo. Sin el Espíritu, no hay vida, no hay fuerza de expansión y no hay capacidad de testimonio. Sin ese impulso la iglesia queda desprovista para entregar el mensaje. Solamente el Espíritu habilita a la iglesia para presentarse en el mundo. “Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina”, 2 Ti 1:6-7 “El Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado.”, Jn 14:26

Carlos Scott

viernes, 26 de mayo de 2023

Comprometidos en todo tiempo

 El más allá y el más acá

“¿Qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse”, Hch 1:9-11.

El Espíritu Santo nos desafía a traer la realidad del cielo a la tierra. El capítulo uno de Hechos nos relata que Jesucristo les ordenó a los discípulos que no se alejaran de Jerusalén porque dentro de pocos días serían bautizados con el Espíritu Santo. “Habiendo dicho esto, ... fue llevado a las alturas... Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. Se le acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse”, Hch 1:9-11. Estos dos hombres de blanco les indican, que hay que cambiar el enfoque y la dirección en la que tenemos puesta la mirada. “Los apóstoles no debían convertirse en exploradores del cielo”. Lo que les está diciendo es que no conseguirán que regrese el Señor con solo mirar el firmamento. Si solamente nos enfocamos en el más allá y nos alejamos del más acá, la consecuencia es que nos alejamos de los sufrimientos y angustias de la gente. “Si el ‘reino’ tiene que ver solamente con el ‘más allá’, los que predican ese ‘reino’ no tendrán mayores conflictos con el “más acá”. El Reino de Dios no es solo para mirar al cielo. Cuando la predicación solo se enfoca en el “más allá”, corre el peligro de decir y hacer poco a quienes tienen que vivir en medio de las injusticias y sufrimientos del “más acá”. Mientras permanezcamos acá, el Señor nos llama a involucrarnos en la misión. Como Jesús volverá, es en esta tierra donde debemos ser obedientes, en medio de circunstancias y dificultades bien terrenas. En el cielo está nuestro Señor sentado a la diestra de Dios y tenemos todos los recursos para vivir y desafiar al "más acá" con todo el Evangelio, Ef. 1:3, 2:6-7, Lc 10:19-20.

Carlos Scott

jueves, 25 de mayo de 2023

Huellas

 Cosas más grandes

“Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron en medio de ellos. «Hombres de Galilea—les dijeron—, ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse!», Hch 1:10-11

Seguir a Jesús se trata de andar y caminar. Es vivir en diferentes situaciones y aprender a frecuentar los lugares de la ausencia. Las personas vestidas de blanco confrontan a los apóstoles para que no se queden mirando al cielo. Se trata de establecer una conexión entre el cielo y la tierra. Jesús no abandonó la tierra y se hace presente por medio del Espíritu Santo. Hay un camino y huella que seguir. Son las huellas de los pies del Señor. Son pisadas que están por todos lados y nos llevan a otra parte. Muchas de estas huellas nos indican un destino, una señal, un signo. Principalmente es la señal de los clavos, la cruz y la resurrección. Jesús nos inspira a seguir su caminar y nos dice “Vengan a ver”. Hay señales por todas partes y nadie logra borrar sus huellas. Jesús las multiplica para dejarse descubrir y encontrar. Veremos cosas más grandes de las que imaginamos y solo nos queda aceptar su invitación. “Como dice la Biblia: «Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.», 1 Co 2:9

Carlos Scott

miércoles, 24 de mayo de 2023

Inventar cada día

Explorar la humanidad

“Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista”, Hch 1:9

Existe un riesgo y es el de quedarnos mirando el cielo. Alguien disgustado con la tierra y sus habitantes puede huir hacia una contemplación desconectada de las realidades más incómodas y comprometedoras. Es necesario explorar la tierra y entender por dónde Dios quiere caminar. Es aquí donde encontramos la belleza de seguir a Jesús. Es un camino que hay que inventar cada día, entre certezas e imprecisión, situaciones diversas, imprevistos, que obligan a revisar constantemente las posiciones. Es tener sentido de la realidad, sin renunciar a la esperanza. Conciencia clara de los peligros que amenazan, sin ceder a la tentación de esconderse en cómodos refugios. Es vivir alegremente lo provisional y experimentar la fuerza que viene del Espíritu. “Porque somos la obra maestra de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.”, Ef 2:10 “Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.”, Stg 2:17

Carlos Scott


martes, 23 de mayo de 2023

Valentía

 El Espíritu de poder

“Pero quiero que sepan que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y también en los lugares más lejanos del mundo”, Hch 1:8

Se nos llama a ser testigos, pero ¿testigos de qué...? El testimonio para el cual los discípulos reciben poder es el anuncio concreto de lo que Dios ha hecho en la vida, muerte y resurrección de Jesús. En los escritos de Lucas el Espíritu de misión es a la vez el Espíritu de poder. El Espíritu infunde valentía a los antes tímidos discípulos. Por medio del Espíritu, Dios está en el control de la misión. Ser testigos no es ser jueces. Hay mucho juicio entre los "santos". La evidencia de que seguimos a Jesucristo es que amamos a Dios y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. "Cuando todo ha fracasado el amor vence". Los testigos establecen el valor de seguir a Cristo. Somos testigos desde Jerusalén hasta el fin del mundo. “No deberíamos detenernos hasta que ambos extremos hayan sido alcanzados”. Todo el período entre Pentecostés y la segunda venida del Señor se ha de llenar con la misión global de la iglesia en el poder del Espíritu. Lamentablemente a veces somos testigos de una determinada "etiqueta", nombre o denominación, tradiciones, programas, sistemas o modelos. Norberto Saracco comparte que «la misión que tenemos es ser testigos. Esto no es solo hablar acerca de..., sino vivir de acuerdo a... Debemos profundizar el discipulado de tal manera de encarnar aquello de lo cual queremos dar testimonio. El mayor escándalo de la iglesia es la contradicción entre lo que dice y lo que hace. Debemos llegar al punto en que la gente simplemente diga: “yo quiero vivir como ustedes”. Sabemos que solos no podemos. Por eso en la promesa del Espíritu Santo se nos asegura que nos daría poder para ser testigos. Poder para el servicio y poder para una vida ejemplar»

Carlos Scott


lunes, 22 de mayo de 2023

Horizontes

 Ampliando fronteras

"Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron: —Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?", Hch 1:6

Con la venida de Jesús el Reino de Dios se ha inaugurado. “Más que un mandato misionero lo que vemos en los escritos de Lucas es lo que el Espíritu realiza. Es un Espíritu misionero”. “El don del Espíritu es el don de involucrarse en la misión, porque la misión es consecuencia directa del derramamiento del Espíritu". La tentación de los primeros discípulos fue pensar en su propio Reino, Hch 1:6. El Reino de Dios es un reino Universal, multicultural, multiétnico, que abarca el cosmos, toda la tierra, todas las etnias, toda lengua, todas las personas, todas las naciones. Los apóstoles mantenían aspiraciones estrechas y nacionalistas. Estaban preocupados por su propio Israel e independencia. La respuesta de Jesús fue ampliar su horizonte, Hch 1:8. El tema clave es que el Reino de Dios no tolera ningún nacionalismo estrecho. Mientras que ellos le preguntan por la restauración de Israel, Jesús les responde hablándoles de una misión hasta lo último de la tierra. Lo que debían saber es que habrían de recibir poder de manera que entre la venida del Espíritu y la segunda venida del Hijo habrían de ser sus testigos en círculos cada vez más amplios. Una iglesia llena del Espíritu de Dios entiende que el evangelio es universal. Es para todos sin excepción, Hch 10:34. Es una iglesia que tiene un amor amplio: Toda lengua, toda cultura, toda etnia está en el corazón de Dios. Es una iglesia que está ampliando las fronteras del Reino de Dios.

Carlos Scott

domingo, 21 de mayo de 2023

Cosas por hacer

 Principio o Final

“Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: —No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo", Hch 1:4-7

Ante la promesa de Jesús los discípulos se debaten si es el final o el principio de esta historia. Ellos le preguntan ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel? Jesús les contesta: “—No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre” Todo parece estar bajo el signo de la inestabilidad y lo imprevisible. Quizás esperan el final donde hay cansancio, decaimiento e incertidumbre. Es aquí donde se les invita a modificar su comportamiento y experimentar la esperanza de un nuevo principio: “dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo” Esto les debe generar alegría, consuelo, seguridad y ganas de comenzar. El Señor estará con ellos y confirmara su palabra con los signos que los acompañaran. Jesús les dijo: “Los que confíen en mí y usen mi nombre podrán hacer cosas maravillosas: Podrán expulsar demonios; podrán hablar idiomas nuevos y extraños; … Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán.», Mc 16:15-18. La resurrección de Jesucristo es el signo de que el mundo puede cambiar, que las fuerzas del mal pueden ser vencidas, que no excluye la duda, la incertidumbre, las contradicciones. Equipados con la fuerza que viene de lo alto, todo esta cumplido y todo queda por hacer. “No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien”, Ro 12:21

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

sábado, 20 de mayo de 2023

El valor de seguir

Personas de valor 

"Durante cuarenta días les demostró que realmente estaba vivo, y siguió hablándoles del reino de Dios", Hch 1:1-4

Jesús resucitado estuvo cuarenta días hablando acerca del Reino de Dios a sus discípulos. Les había dado la orden de no alejarse de Jerusalén. "Desde un lugar peligroso y que no era el lugar de origen de ellos, se derramó el Espíritu Santo para que en el nombre de Jesucristo se predicará el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones." Cuando estalló la persecución los apóstoles no se dispersaron…, permanecieron en un lugar peligroso. Fueron arrestados, humillados, censurados y golpeados más de una vez, Hch 4:1-21 y 5:17-41. Con el tiempo, Jacobo fue muerto, Hch 12:2. Así y todo, siguieron en Jerusalén, rehusándose a huir… Pedro fue arrestado. Estas eran personas obstinadamente obedientes. Al parecer, no había amenazas que pudieran intimidarlos "Ser testigo implica actuar en un contexto público" No es solo afirmar los hechos de Jesús sino también seguirle con disposición de sufrir, Hch 14:21-23. Es un testimonio constituido por el sufrimiento. Todo esto se da por hombres y mujeres comunes que actúan con valor. Son estos tiempos cuando se establece el valor de seguir a Cristo. “Y seguía aumentando el número de los que creían y aceptaban al Señor.”, Hch 5:14. Somos desafiados a ser testigos fieles en la ciudad, la nación y el mundo. Es predicar el evangelio, no claudicar, no transar, no negociar valores y principios. "El lugar peligroso es donde experimentamos el poder del Señor."

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

viernes, 19 de mayo de 2023

Dios nos ayuda en todo

Revelación y prueba

 “Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.”, Hch 1:3
 
Jesucristo resucitado paso cuarenta días con sus discípulos. Estos cuarenta días son significativos e indican el tiempo de una revelación y de una prueba. Recordamos los cuarenta días de ayuno de Jesús en el desierto antes de su misión. Estos cuarenta días después de la pascua es el tiempo de preparación para la misión de la iglesia: “les habló acerca del reino de Dios”. “Le pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, es decir, al Padre maravilloso, que les dé su Espíritu, para que sean sabios y puedan entender cómo es Dios. También le pido a Dios que les haga comprender con claridad el gran valor de la esperanza a la que han sido llamados, y de la salvación que él ha dado a los que son suyos.  Pido también que entiendan bien el gran poder con que Dios nos ayuda en todo. El poder de Dios no tiene límites; con ese mismo poder Dios resucitó a Cristo y le dio un lugar en el cielo, a la derecha de su trono; con ese mismo poder, Dios le dio a Cristo dominio sobre todos los espíritus que tienen poder y autoridad, y sobre todo lo que existe en este mundo y en el nuevo mundo que vendrá.  Dios puso todas las cosas bajo el poder de Cristo, y lo nombró jefe de la iglesia. Cristo es, para la iglesia, lo que la cabeza es para el cuerpo. Con Cristo, que todo lo llena, la iglesia queda completa.”. Ef 1:17-23 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

jueves, 18 de mayo de 2023

En movimiento

 De un lugar a otro

“Después los llevó Jesús hasta Betania; allí alzó las manos y los bendijo. Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, entonces, lo adoraron y luego regresaron a Jerusalén con gran alegría. Y estaban continuamente en el templo, alabando a Dios”, Lc 24:50-53

A Jesús lo encontramos en el camino, en movimiento y junto a él una comunidad que le sigue. El Señor nos muestra que la fe se vive en “salida”, hacia afuera. Jesús se compromete en ser nuestro guía cada vez que nos movamos para anunciar el evangelio. Todo esto es posible con su bendición que significa la provisión de Dios para el desarrollo del ser humano. Los discípulos saludan la partida del Señor no con el llanto sino con la alegría. “Los discípulos regresaron a Jerusalén con gran alegría”. Deberán enfrentar un mundo donde nada ha cambiado, donde actúan las fuerzas del mal, el sufrimiento, la muerte, el odio y a su vez anunciar que todo ha cambiado. Deben afrontar un mundo hostil llevando la paz, el amor y el perdón donde lo harán con la fuerza y la alegría de lo alto. Estos testigos van a declarar que el cielo es posible traerlo a la tierra. Jesucristo ha resucitado, es el tiempo de la esperanza y su bendición nos llena de alegría.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

Creer y seguir creyendo

  Procesos “Y postrándose, lo adoró.”, Jn 9:35-38 El evangelio de Juan nos sigue confrontando con la transformación de un ciego y su proceso...