lunes, 15 de mayo de 2023

Nueva fuerza y comfianza

 Partir el pan

“Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció”, Lc 24:30-31 

Jesús fue reconocido no precisamente por abrir un libro, sino en el acto de partir el pan. Es un pan que despierta los sentidos y nuestro entendimiento. Es un don que se recibe con los ojos. Nuestra distancia con el Señor puede estar marcada por no saber ver y permanecer bajo el signo de la palabra y del pan. Después de haber acumulado tanto cansancio y recibir decepciones, siempre hay un pan partido que nos da nueva fuerza y confianza. “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre”, Jn 1:14. El sendero de la vida que el Señor nos muestra nos permite dejar atrás las caras largas, las lamentaciones, el desánimo, los suspiros, las frustraciones. “Me mostrarás el camino de la vida; me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre”, Sal 16:11. El caminante misterioso que se une a los viajeros a Emaús enciende sus corazones con una palabra y luego lo reconocen al partir el pan. La resurrección es una fuerza que transforma la realidad. “Los dos, por su parte, contaron lo que les había sucedido en el camino, y cómo habían reconocido a Jesús cuando partió el pan”, Lc 24:35.

Carlos Scott 

Foto de Gilbert Lennox

domingo, 14 de mayo de 2023

Abrir los ojos

 Alcanzar lo que esta delante

 “Al acercarse al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba más lejos. Pero ellos insistieron: —Quédate con nosotros, que está atardeciendo; ya es casi de noche. Así que entró para quedarse con ellos”, Lc 24:28-29. 

La invitación a que se quede con nosotros será nuestra oportunidad para comprender y abrir los ojos. No podemos detenerlo y llevarlo hacia atrás. Jesús seguirá andando por el camino, se adelantará, va más lejos y nos espera más allá. Él debe lanzarse hacia delante y nosotros con él. Nos espera en la cita de lo imprevisible, exige la prueba de la atención, está presente en la mesa de la común humanidad y nosotros tenemos que reconocerlo. No podemos privatizar la misión porque es la misión de Dios. Es inútil retener a Jesús y a todos aquellos que le siguen para ir por donde Él quiere caminar. “Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará”, Jn 12:26. “Jesús volvió a hablarle a la gente: —Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que les da vida”, Jn 8:12. “Que el Señor les guíe el corazón a un entendimiento total y a una expresión plena del amor de Dios, y a la perseverancia con paciencia que proviene de Cristo”, 2 Ts 3:5. 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

sábado, 13 de mayo de 2023

El verdadero sentido

Comenzando a entender

"—¡Qué torpes son ustedes —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria. Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras", Lc 24:25-27

Jesús nos lleva al principio para hacernos descubrir el verdadero sentido de todas las cosas. Es necesario comenzar de nuevo desde el principio y ser aprendices del evangelio. No se trata de tener respuestas cerradas o preparadas. Se trata de tener una nueva mirada y el corazón preparado. Es ir al evangelio con alegría y descubrir un río de agua viva. Se trata de pensar, profundizar, repensar, interiorizar, recrearnos y respirar aire puro. Es necesario dejarnos abordar por su Espíritu y su palabra, que haga saltar una chispa que encienda la vida, que renueve algo dentro nuestro y el camino a seguir se vea como una aventura que alegra el corazón. Todo es cosa de apasionados y estar enamorados. Jesús nos acompaña y ora por nosotros:  ”Hazlos santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo los envío al mundo. Y me entrego por ellos como un sacrificio santo, para que tu verdad pueda hacerlos santos.”, Jn 17:17-19. Tengamos el coraje de arriesgar el corazón y encender la vida.

Carlos Scott 

Foto de Gilbert Lennox

viernes, 12 de mayo de 2023

¿Qué esperabas?

Lo que esperábamos...

“Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel. Pero ya hace tres días que murió”, Lc 24:21

Como ellos nosotros tenemos necesidad de desahogarnos, de compartir las desilusiones, porque nosotros esperábamos… ¿Qué esperabas? ¿Qué es lo que esperábamos?  Esperábamos una iglesia sin legalismo, lejos de una religiosidad que se manifiesta en estructuras, reglamentos, etiquetas. Esperábamos una comunidad de gracia, libertad, respeto, ternura y cuidado mutuo. Esperábamos salir de modelos de repetición y jerárquicos. Esperábamos hallar pastos y movernos en libertad. Esperábamos un espacio para sanar, para volver a creer, para desarrollar la fe, tener esperanza. Esperábamos vivir el poder del amor, del apego, la empatía, la proximidad, la equidad. Esperábamos una comunidad donde hacer amigos, hospitalaria y espiritual. ¿Qué esperabas?... ¿Y Ahora qué? Volvamos a lo que Jesús espera de nosotros. Es no claudicar y volver atrás. “Nosotros no somos de los que retroceden”. Es amar, perdonar, pedir perdón, saber dejar atrás. Es sostener la esperanza, la fe y el amor. “El amor no hace mal a otros, por eso el amor cumple con las exigencias de la ley de Dios”. Es mirar al Señor y seguir su caminar. “Pues las Escrituras dicen: «Si quieres disfrutar de la vida y ver muchos días felices, refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras. Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y esfuérzate por mantenerla. Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno, y sus oídos están abiertos a sus oraciones. Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo malo». "El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios.” “Jesús nos dice: —Entonces cuida de mis seguidores, pues son como ovejas.”

Carlos Scott 

Foto de Gilbert Lennox

jueves, 11 de mayo de 2023

Cansancio y desorientación

Reconociendo la luz

"Mientras conversaban y hablaban, de pronto Jesús mismo se apareció y comenzó a caminar con ellos”, Lc 24:15

Algunas veces perdemos la capacidad de darnos cuenta de que Jesús camina con nosotros. Esto le paso a dos de sus discípulos en su camino hacia Emaús. Hay veces que no lo reconocemos a causa de nuestro cansancio y desorientación. Y Jesús nos pregunta “—¿De qué están hablando por el camino?” ¿Cuál es nuestro estado de ánimo? Es como si conociéramos demasiado nuestra oscuridad como para darnos cuenta en lograr reconocer la luz. Nuestra esperanza a veces tiene poco aguante y una esperanza de poco aguante no es esperanza. No siempre lo que queremos aparece cuando lo pedimos. Nos cuesta esperar y sufrir en silencio. Es necesario caminar y escuchar. Necesitamos ver más allá. Cuando la soledad nos rodea hay alguien que está empeñado en caminar con nosotros. En medio del camino Jesús se sienta a la mesa, toma el pan, lo bendice y nos da el alimento necesario para que se nos abran los ojos. Un corazón apagado necesita nuevamente escuchar las palabras de Jesús. Es ahí donde todo vuelve a comenzar y el corazón comienza a encenderse. La oscuridad se transforma en luz, el desánimo en una pasión incontenible y el cansancio en una fuerza que nos permite lograr lo imposible. Solo Jesús, solo él y nada más. Respira la vida: “El Señor ha resucitado”.

Carlos Scott 

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 10 de mayo de 2023

El Rey prometido

 Una autoridad universal

"Jesús se acercó a los discípulos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra", Mt 28:18.

Después de la resurrección Jesús recibe toda autoridad en el cielo y en la tierra y por lo tanto aparece la extensión universal de su autoridad. “El crucificado se convierte en el Señor del cosmos”. Esta declaración parece una contradicción a lo que sigue diciendo «Por tanto, vayan y hagan discípulos…» Mt 28:19. Si su soberanía ya se estableció y si Jesús tiene «toda autoridad en el cielo y en la tierra» ¿Porque es necesario ir a todo el mundo y persuadir a las naciones para que sigan a Jesús? ¿Qué sentido tiene tratar de hacer que su soberanía se manifieste aún más? ¿Implica que todavía Jesús no es el Señor universal? ¿Su soberanía tiene que ser ratificada por las naciones, reconociéndolo como Rey? ¿Sus seguidores tienen que hacerlo Señor, discipulando, bautizando y enseñando a las naciones? ¿Su reino se pone en duda? Una palabra clave que pasa inadvertida nos da la respuesta: "por tanto" (vayan). ¿Qué significa "por tanto"? Muestra lo que está antes, el impulso de nuestro mandato. Vamos a todas las naciones porque hay una realidad anterior, algo que ocurrió, que Dios hizo. Jesús afirma su autoridad suprema porque Dios lo ha exaltado como el Rey prometido. Es por medio de su autoridad y su reino que Dios va a bendecir a todas las naciones. Lo cierto es que si Jesús, en verdad, es Señor de todo, esta realidad tiene que ser proclamada. Es imposible quedarse callado ante semejante certeza. Y precisamente esto significa la misión: «la proclamación del señorío de Cristo» La autoridad universal de Jesús nos trae un desafío profundo, "por tanto": «hagan discípulos». Jesús es el Rey que inaugura y posibilita una misión global. Su autoridad y dominio universal e ilimitado implica una respuesta igualmente universal e ilimitada de todos nosotros."La misión es una consecuencia lógica de la instalación de Jesús como soberano Señor del universo." Finalmente, la gran motivación para proclamar esta verdad es su palabra final: "Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo" Mt 28:19-20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 9 de mayo de 2023

Incertidumbre

 Nuestras dudas

"Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban.", Mt 28:16-18

El encuentro de los discípulos con Jesús resucitado fue caracterizado por la adoración y la duda. La palabra adoración implica caer postrado. Pero la palabra duda tiene que ver con la falta de determinación. Es vacilar e implica incertidumbre, irresolución e incredulidad. El grupo de discípulos es una pequeña comunidad humana, con conflictos y dudas. Por lo tanto, adoración y duda caracterizan el encuentro de los discípulos con Jesús. Este texto es muy humano y trae esperanza a nuestra vida. De ninguna manera Jesús los rechaza porque algunos dudaban. Jesús nos acepta con nuestras dudas. Dudamos muchas veces sobre la dirección que debemos tomar y lo que debemos hacer. Otras veces dudamos sobre la protección del Señor ante las diferentes circunstancias como la enfermedad, la falta de empleo, los problemas familiares, los principios y valores que debemos mantener. La duda puede tener semejanza con una noche muy oscura donde no sabemos por dónde caminar. Pero en medio de las circunstancias Dios no deja solo a sus hijos y tampoco nos rechaza. Es precisamente en esos momentos donde necesitamos aferrarnos a una palabra del Señor. Los discípulos en su momento recibieron una palabra: «Este es mi hijo amado. Escúchenlo». Es precisamente ahí donde el camino del creyente se ilumina por una palabra. «Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero». Alessandro Pronzato nos comparte que si bien la lámpara no elimina la noche nos permitirá caminar. Ante nuestras dudas, sufrimiento y dolor debemos mantenernos mirando al Invisible que todo lo puede y nos dice: “estoy aquí”. Siendo así debemos arriesgarnos y seguir en fe.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 8 de mayo de 2023

Compromiso ineludible

 Resurrección y periferia

”No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo …, Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura”, Mc 16:6-15

Galilea era una región de poca importancia llamada tierra de paganos o gentiles, Is. 9:1, Mt. 4:15. Era un lugar de tierra rica pero explotada por latifundistas (Propiedad agraria de gran extensión que pertenece a pocas personas y que se caracteriza por la mala explotación de sus recursos). Por lo general la gente vivía marginada, con vergüenza y desprecio.  Galilea es sinónimo de pobreza mientras que Jerusalén tenía privilegios políticos y religiosos. «Es muy posible que toda Galilea estuviera superpoblada en relación con las posibilidades de la tierra. Abundaban los huérfanos, las viudas, los pobres y los desempleados». Había muchos desheredados, hombres sin patria «Los discípulos son convocados a un peregrinaje…, de la marginalidad al compromiso. Jesús todavía continúa diciéndonos: Sígueme, Lc. 5:27, 9:59, 18:22». Fue en Galilea donde Jesús comenzó su ministerio, Lc. 4:14-15; y eligió a sus primeros discípulos, Lc. 6:12-16. Darío López comenta que la opción de Jesús por Galilea no fue circunstancial sino una elección intencional. ¿Porque la opción no surgió desde Jerusalén? Jesús eligió cumplir su ministerio entre las masas olvidadas por los líderes políticos y religiosos para luego ir a Jerusalén. La periferia representó tarea impostergable y compromiso ineludible. Incluía a todos ya sean Judíos, Samaritanos y Gentiles. Jesús los envía a llevar la buena nueva del Reino de Dios y este mandato es para todas las generaciones. Un mensaje que tiene que ver con la transformación total de la existencia humana. Por lo tanto, Jesucristo nos comisiona desde la periferia a llevar todo el evangelio a todas las naciones. «La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación»

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


domingo, 7 de mayo de 2023

Motivos y razones

 Saber Pasar

"Permítanme recordarles, hermanos, el evangelio que les prediqué antes. Ustedes lo aceptaron entonces, y perseveran en él.  Es por medio de este mensaje como ustedes alcanzan la salvación; es decir, si todavía lo creen firmemente. Si no, todo fue en vano. Lo primero que hice fue transmitirles lo que me enseñaron: que Cristo murió por nuestros pecados, de acuerdo con las Escrituras; que fue sepultado y que al tercer día se levantó de la tumba, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y, más tarde, a los doce. Después se apareció a más de quinientos cristianos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto ya. Luego se le apareció a Jacobo, y después a todos los apóstoles. Y, por último, como a uno que había nacido fuera de tiempo, se me apareció a mí.” 1 Cor 15: 1-8
 
La resurrección de Jesucristo nos da suficientes motivos, razones y certezas para confiar y seguir a Jesús. Ante el mal que nos desgarra, tenemos la fortaleza que nos levanta. Ante la adversidad que nos desconcierta, tenemos una fuerza superior. Ante el mal que nos aflige, tenemos la esperanza que nos revive. En medio de cualquier oscuridad, decepción o frustración debemos recordar una vez más que hay un nuevo día y amanecer. La luz triunfa sobre las tinieblas, la vida sobre la muerte, la justicia sobre la injusticia, la verdad sobre la mentira y el amor sobre el odio. Respira la esperanza y lucha contra la muerte. Pasemos de la resignación a la acción; de la indiferencia a la solidaridad; de la queja a la búsqueda de soluciones; de la desconfianza al abrazo sincero; del miedo al coraje de volver apostar todo por amor; de recoger sin vergüenza los trozos de sueños rotos y volver a empezar; de la autosuficiencia al compartir el fracaso y los éxitos; de hacer las paces con nuestro pasado para que no arruine nuestro presente, y sobre todo encontrarnos con Jesucristo que es nuestro Salvador. Demos a conocer esta noticia. ¡He visto al Señor!, Jn 20:18

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

sábado, 6 de mayo de 2023

Confiar y seguir

 Certezas, motivos y razones

“No llores, no tengas miedo” ¡Cristo ha resucitado!, Mt 28:5
 
La resurrección de Jesucristo nos da suficientes motivos, razones y certezas para confiar y seguir a Jesús. En medio de cualquier oscuridad, desilusión o frustración debemos volver a recordar que hay un nuevo día y amanecer. La luz triunfa sobre las tinieblas, la vida sobre la muerte, la justicia sobre la injusticia, la verdad sobre la mentira y el amor sobre el odio. Sin entender todo, se nos llama a creer y avanzar. La única manera de conocer a Jesús es caminar con él. En medio del camino las dudas son aclaradas y viene la certeza. María Magdalena se quedó llorando junto al sepulcro, Jn 20:10-11 y busca a Jesús como alguien que está muerto, Lc 24:5. No ve a Jesús resucitado. Estamos tentados a pensar que la resurrección de Jesucristo no puede ayudarnos en nuestras luchas, dudas y temores. Jesús nos invita a cambiar nuestro criterio. Jesús cuestionó a María Magdalena ¿Por qué lloras? Quiere que veamos su presencia en medio de toda circunstancia. Como seguidores de Jesús somos llamados a tener amplitud. Jesús no dejó sola a María Magdalena y la llamó por su nombre. Ninguna situación está fuera del control de Dios. Ella y las otras mujeres le abrazaron los pies y lo adoraron, Mt 28:9, pero su mandamiento fue de animar a los hermanos, salir al mundo y no privatizar la misión. No podemos detener a Jesús sino soltarlo y estar en su seguimiento. “Vivir de acuerdo con la resurrección de Jesucristo es permitir que su voluntad sea la guía para todo aspecto de nuestra vida” Demos a conocer esta noticia ¡He visto al Señor!, Jn 20:18. Salgamos con una misión de amor compartiendo todo el evangelio con toda la humanidad 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

viernes, 5 de mayo de 2023

Valor

Salir de las sombras

“Más tarde, José de Arimatea, quien había sido un discípulo secreto de Jesús (por temor a los líderes judíos), pidió permiso a Pilato para bajar el cuerpo de Jesús. Cuando Pilato concedió el permiso, José fue a buscar el cuerpo y se lo llevó.  Lo acompañó Nicodemo, el hombre que había ido a ver a Jesús de noche. Llevó consigo unos treinta y tres kilos de ungüento perfumado, una mezcla de mirra y áloe. De acuerdo con la costumbre de los entierros judíos, envolvieron el cuerpo de Jesús untado con las especias en largos lienzos de lino. El lugar de la crucifixión estaba cerca de un huerto donde había una tumba nueva que nunca se había usado. Y, como era el día de preparación para la Pascua judía y la tumba estaba cerca, pusieron a Jesús allí”, Jn 19:38-42

José de Arimatea y Nicodemo (Jn 7:32, 50-51) se transformaron en discípulos de Jesús. Ellos aparecieron arriesgándose. Salieron de la oscuridad y tomaron el cuerpo de Jesús para darle sepultura. Esto requería valor y fue parte de un proceso que los transformó en seguidores de Jesús. Juan seguramente narra estos acontecimientos con la esperanza y propósito de provocar una transformación en los cristianos secretos de su tiempo que querían mantener secreta su fe en Jesús y no entrar en problemas con los demás. No podemos domesticar el Reino de Dios a nuestra forma de pensar y ser. Su Reino viene para todos y somos llamados a ser testigos. Jesús pretende dirigir el Reino Universal por lo tanto Jesús nos confronta. Su Reino es una invitación abierta para aceptar sus prioridades y el poder del Espíritu Santo nos debe llevar de todas partes a todos lados.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox 

Creer y seguir creyendo

  Procesos “Y postrándose, lo adoró.”, Jn 9:35-38 El evangelio de Juan nos sigue confrontando con la transformación de un ciego y su proceso...