Caminar y ser abiertos
“Seis días después, Jesús llevó a Pedro, a Santiago y a Juan hasta un cerro alto, para estar solos. Frente a ellos, Jesús se transformó: su ropa se puso tan blanca y brillante, como jamás aquí en la tierra podría blanquearse. Luego, los tres discípulos vieron aparecer al profeta Elías y a Moisés conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Vamos a hacer tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra más para Elías. No sabía qué decir, porque todos estaban asustados.», Mc 9:2-6
Cuando hablamos de seguir a Jesús es importante abrir los ojos. Saber mirar, contemplar y reconocer. Es un buen consejo para todo viaje y seguimiento. El segundo consejo es no detenerse. Un buscador de Dios debe evitar detenerse. Lo más importante es darnos cuenta de que debemos continuar. Somos llamados a no detenernos y no aislarnos, caminar y ser abiertos, a dar y ensancharnos, descubrir la verdad y compartir con todos. El buscador de Dios supera la tentación de estancarse y puede ser capaz de transformar una realidad. Es alguien que se convierte en un don y señal para los demás. Ser creyentes quiere decir que somos incansables buscadores de Dios, no propietarios de Dios. Dios es la fuente de la que se tiene sed y los creyentes somos un pueblo que caminamos hacia él. Busquemos ser siempre alguien que busca. “Entonces apareció una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!», Mc 9:7 “Después, Jesús eligió a setenta y dos discípulos, y los envió en grupos de dos en dos a los pueblos y lugares por donde él iba a pasar. Jesús les dijo: «Son muchos los que necesitan entrar en el reino de Dios, pero son muy pocos los que hay para anunciar las buenas noticias. Por eso, pídanle a Dios que envíe más seguidores míos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente. Y ahora, vayan; pero tengan cuidado, porque yo los envío como quien manda corderos a una cueva de lobos, … »Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les sirvan, sanen a los enfermos, y díganles que el reino de Dios ya está cerca”, Lc 10:1-9
Carlos Scott
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