martes, 31 de diciembre de 2019

Buscando lo mejor para el 2020

Buscando lo mejor para el 2020 *La Bendición de Dios para la Familia: “El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz”. Números 6:22-26 *Un año donde damos gracias al Señor: "Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra; adoren al Señor con regocijo... Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre." Salmo 100 *Servir a Dios de todas las formas posibles: "Proclamen su gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos." Salmos 96:3 *Un Futuro de Esperanza: “Pero surgirá uno para pastorearlos con el poder del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios. Vivirán seguros, porque él dominará hasta los confines de la tierra. ¡El traerá la paz! Miqueas 5:4 *Un Futuro de Fe: "El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza». Apocalipsis 21:5 *Un Futuro dando Amor “El amor nunca deja de ser" 1 Corintios 13:8 Nunca falla. Seguir dando amor *Una Nueva Creación “Presten atención, que estoy por crear un cielo nuevo y una tierra nueva. No volverán a mencionarse las cosas pasadas, ni se traerán a la memoria. Alégrense más bien, y regocíjense por siempre, por lo que estoy a punto de crear” Isaías 65:17-18 Feliz Año 2020!!! Carlos y Alicia Scott https://misionglocal.blogspot.com/


sábado, 28 de diciembre de 2019

Día de los Santos Inocentes - 28 de Diciembre

Día de los Santos Inocentes - 28 de Diciembre - Herodes anda suelto y “ha montado en cólera”. Pasaje de los “santos inocentes” (Mt 2:13-18). "Cuando ya se habían ido, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». Así que se levantó cuando todavía era de noche, tomó al niño y a su madre, y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. De este modo se cumplió lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo». Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: «Se oye un grito en Ramá, llanto y gran lamentación; es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!» El comienzo es un niño, un nacimiento humilde en un establo terrenal. Pero el final ... es un reino. Jesús vino a establecer el reino de Dios, a abrir los ojos de la gente al poder de Dios, a convertirlo en la realidad central de sus vidas. "Su reino nunca terminará". Herodes “ha montado en cólera”, quien buscó proteger su reino tratando de eliminar a cualquier rival potencial para su trono. Lo que Herodes no entendió fue que al matar a todos los bebés varones en Belén, no estaba protegiendo su reino, sino mostrando su debilidad y temor. El reino de Cristo es diferente; no acabará nunca. No hay rival para su autoridad. Defendamos la vida de los niños. Martin Luther King Jr. expreso: "La cobardía hace la pregunta: ¿Es seguro? La conveniencia hace la pregunta: ¿Es político? La vanidad hace la pregunta: ¿Es popular? Pero la conciencia hace la pregunta: ¿Es correcto? Y llega un momento cuando uno debe tomar una decisión que no es ni segura, ni política, ni popular, pero la debe tomar porque es correcta." Defendamos la vida de TODO niño. El verdadero Rey a llegado. Los sabios del este lo sabían, así que vinieron a presentar regalos. El rey Herodes lo sabía, y por eso ordenó que mataran a todos los niños en Belén. Es la batalla de Belén, el comienzo de una guerra en la que el Rey de Reyes tiene la intención de recuperar el territorio que le perteneció todo el tiempo, y de llevar a personas como nosotros a un nuevo reino benévolo. “¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!”, Pr 31.8-9. En este día de los santos inocentes ¡Levanta la voz, y hazles justicia! defendiendo la vida de todos los niños incluyendo al niño por nacer."Venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo". Jesucristo es el Señor.

Nostalgia

NOSTALGIA En cuanto a la mujer de Lot, quedó convertida en estatua de sal por haber mirado hacia atrás. (Génesis 19:26) Nostalgia. La nostalgia ​ es descrita como un sentimiento de anhelo por un momento, situación o acontecimiento pasado. Es "el cualquier tiempo pasado fue mejor". Es centrarse en el pasado en vez de disfrutar el presente y enfocarse hacia el futuro. Es poner los ojos en aquello que hemos perdido y, consecuentemente, perder la capacidad de ver y recibir lo nuevo que Dios nos puede dar. El problema no es mirar hacia atrás; es quedarnos paralizados por ese anhelo hacia cosas que nunca más, por más que nos empeñemos, volverán a ser igual. Creo que eso es lo que refleja la experiencia de la mujer de Lot. Su corazón se había quedado en Sodoma y en las cosas que allí vivió y experimentó. La pérdida la paralizó -la convirtió en estatua de sal- y la incapacitó para poder afrontar una vida nueva y diferente. Los cristianos no podemos ser gente nostálgica. Hemos de mirar hacia el pasado para celebrarlo, para dar gracias a Dios porque lo permitió, para honrarlo, pero nunca para vivir en él. Cuando se afronta así el pasado mata, paraliza, drena nuestras fuerzas y nos incapacita para movernos hacia adelante con el Señor y unirnos a sus nuevos planes y propósitos. Cuando nos enfocamos en el pasado perdemos la capacidad de ver a Dios en el presente y reflexionar sobre las cosas que quiere enseñarnos. Tal y como dice el anónimo autor de Hebreos: "nosotros no somos de los que vuelven atrás". ¿Nostálgico? ¿De qué? Félix Ortiz Fernández

domingo, 22 de diciembre de 2019

Reino - Alegría de Navidad

Reino .Él será grande y será llamado el Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su padre David, y él reinará sobre la casa de Jacob para siempre; Su reino nunca terminará. - Lucas 1: 32-33 La Navidad representa un comienzo que solo tiene sentido si comprendemos el final. El comienzo es un niño, un nacimiento humilde en un establo terrenal. Pero el final ... El final es una explosión de gloria divina lo suficientemente brillante como para que la vea todo el mundo, como el nacimiento de una nueva estrella. El fin es un reino. Jesús vino a establecer el reino de Dios, a abrir los ojos de la gente al poder de Dios, a convertirlo en la realidad central de sus vidas. "Su reino nunca terminará". Contrasta esto con el rey Herodes, quien buscó proteger su reino tratando de eliminar a cualquier rival potencial para su trono. Lo que Herodes no entendió fue que al matar a todos los bebés varones en Belén, no estaba protegiendo su reino, sino mostrando su debilidad y temor. El reino de Cristo es diferente; no acabará nunca. No hay rival para su autoridad, aunque los incrédulos siempre abundarán. No hay nadie sentado a la diestra de Dios, excepto Cristo. Ninguna otra autoridad estuvo presente cuando se creó la tierra, y ninguna otra estará allí cuando llegue el juicio final. La Navidad es una celebración de la venida de un reino. Poderoso. Que cambia la vida. Nunca pienses que la Navidad es una manera de envolver a Dios en un paquete, hacer una reverencia y mantener todo bajo control. La primera navidad fue la llegada de un rey. Los sabios del este lo sabían, así que vinieron a presentar regalos. El rey Herodes lo sabía, y por eso ordenó que mataran a todos los niños en Belén. Es la batalla de Belén, el comienzo de una guerra en la que el Rey de Reyes tiene la intención de recuperar el territorio que le perteneció todo el tiempo, y de llevar a personas como nosotros a un nuevo reino benévolo. Oración para hoy: Querido Dios, ayúdame a vivir estos días sabiendo que estás reinando en este mundo quebrantado. Tu eres el Rey. Venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Mel Lawrenz

viernes, 20 de diciembre de 2019

MENSAJE A LA COMUNIDAD MISIONERA ARGENTINA

MENSAJE A LA COMUNIDAD MISIONERA ARGENTINA Desde la Red Misiones Mundiales, y en representación de distintos ministerios, iglesias e iniciativas misioneras de nuestro país, queremos hacerles saber que estamos siguiendo con mucha atención y preocupación la situación que están viviendo como obreros y familias argentinas en el exterior con motivo de las recientes medidas económicas y cambiarias (tales como el cepo y el inminente impuesto del 30% a todo gasto con tarjeta en el exterior). No obstante, sabemos y estamos convencidos que la Misión no depende de nosotros ni de los recursos materiales sino del corazón amoroso de Dios, que desea que toda criatura escuche y conozca del Salvador (Jn 3.16). Ya lo hemos experimentado en el pasado, y podemos dar fe que el poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad (2 Co 12.9). Él no está ajeno a esta nueva situación. En Él confiamos y en Él esperamos! También queremos hacerles saber que estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para encontrar alternativas a esta coyuntura. Desde reuniones y encuentros que hemos tenido con las más altas autoridades del Banco Central de la República Argentina (las cuales continuaremos con las nuevas autoridades), hasta contactos con organizaciones cristianas de otros países que permitan colaborar con el envío de fondos para el sustento diario de las familias misioneras. Organizaciones como ACIERA, DNM, AMI, PMI, OM, CNX, JUCUM y otras, bajo la convocatoria y espíritu de unidad que caracteriza a la RMM, han sido parte de estos diálogos. Y cada una –desde su espacio– estamos caminando juntos para encontrar alternativas, apoyo y sostén a los distintos obreros. Por eso, con esta sencilla carta simplemente queríamos manifestarles nuestra admiración por vuestra noble labor, mediante la cual encarnan con sus vidas el amor de Jesucristo en aquellos lugares del mundo donde Él los ha llevado. Y sepan que no están solos, que hay una iglesia aquí que está orando y haciendo lo posible (en el plano legal, oficial y eclesial) para que el sustento material y espiritual siga llegando y la obra pueda seguir adelante para Su gloria Les amamos y estamos a vuestra disposición, no duden en contactarnos. En Cristo, Pr. Erich Bertuzzi (Red Misiones Mundiales) – 20/12/2019 redmisionesmundiales@gmail.com

jueves, 19 de diciembre de 2019

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Lo común y corriente

Belén era como cualquier otro pueblo en las colinas de Judea. Y aun así fue el lugar de nacimiento del rey más grande de Israel, David. Y mil años después, del Mesías. ¿Cómo llegó tal honor a lo común y corriente? ¿La gente de este pueblo era particularmente digna? ¿Había alguna ventaja estratégica en su ubicación geográfica? ¿Los habitantes de Belén eran políticamente expertos, con una larga tradición de haber generado grandes líderes? Para nada. La pequeña aldea de Belén se asentaba a la sombra de la gran Jerusalén, situada solo a diez kilómetros al norte. Aun el significado de Belén, «casa del pan», no es nada especial. Pero cientos de años antes del nacimiento de Jesús, el profeta Miqueas predijo el destino de ese lugar pequeño y nada especial: «Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales» (Miq. 5.2). Los aldeanos de Belén estaban ciertamente orgullosos de que los llamaran el «Pueblo de David» y ser el hogar de la famosa abuela del rey David, Rut. Estaban orgullosos también de que su tierra fuera donde yacía la tumba de Raquel, la amada esposa de Jacob. Pero seguramente se preguntaban qué significaba la profecía de Miqueas en realidad. ¿Cuándo vendría otro profeta como Samuel y ungiría a un nuevo rey, así como había efectuado con el muchacho David? Sin embargo, no ocurrió de esta forma. En un día común y corriente, mientras los hombres ejercían sus oficios, las mujeres cocían el pan y los niños jugaban en las calles, una pareja de viajeros de Nazaret arribó en busca de un cuarto. No recibieron ningún trato especial. Nadie les ofreció un cuarto. La gente común y corriente mostraba una respuesta común ante una pareja de apariencia común. El honor viene de lo común y corriente por decisión de Dios, sea que Él escoja usar una aldea, una nación o incluso simplemente un hombre, una mujer, un muchacho o una muchacha. Así que si este día pareciera ser algo común y corriente para ti, prepárate. Es el escenario donde se realizan las obras de Dios. MEL LAWRENZ




martes, 17 de diciembre de 2019

Aquellos sin gloria

"En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor." Lucas 2:8-9 Los pastores fueron vistos injustamente como personas que eran menospreciadas por su trabajo poco atractivo y "sucio". Y estas son las personas a quienes Dios anunció el nacimiento del Rey. No se parecían a las élites respetadas ni a las muy influyentes. Los ángeles no aparecieron en el centro de Jerusalén. La gloria de Dios se mostró en aquellos sin gloria. Y esto tiene dos implicaciones importantes para nosotros. Primero, tenemos que renunciar a nuestra propia gloria. Renunciar a buscar formas de hacernos un nombre y de mostrar que estamos por encima de nuestros pares. Nos comparamos con la esperanza de encontrar algo que nos pueda distinguir ... algo que nos haga gloriosos. El evangelio nos habla que el camino hacia arriba es el que va para abajo. Dios escogió a los pobres para ser ricos en fe y herederos del Reino. Renunciemos a nuestra propia gloria para que podamos ver la gloria de Dios. Si queremos ver al Rey, debemos convertirnos en esos pastores que no estaban en el centro del poder. Segundo, tenemos que amar a los que no tienen gloria. El mundo dará prioridad a aquellos con poder y privilegios. El evangelio dice: no hay personas pequeñas ni lugares pequeños. En Cristo, todos son hijos de Dios por la fe. Esto significa que en las iglesias no debemos favorecer a quienes pueden dar más. No debemos priorizar a las personas en función de su trabajo o educación. No debemos mostrar favoritismo. Somos llamados para amar a todos. Creemos en las personas. ¿Y por qué debemos hacer estas dos cosas? Porque Jesús hizo estas dos cosas por nosotros. Nate Edmondson https://nateedmondson.com/2017/12/12/christmas-reading-december-12/





sábado, 14 de diciembre de 2019

Dame la fe para poder creer

"El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto." Mateo 1:18-19 Sabemos muy poco sobre José. Sólo se lo menciona en las historias del nacimiento y niñez de Jesús. José era un carpintero que vivía en la ciudad de Nazaret. Sus ancestros eran de Belén, motivo por el cual cuando el gobernador romano César Augusto ordenó un censo, José tuvo que viajar a Belén a pesar de que su esposa estaba muy avanzada en su embarazo. Lo más importante que sabemos de José es que mostró gran fe y gracia en los momentos oportunos. Se enteró de que la mujer con la cual estaba comprometido para casarse estaba embarazada. Mientras que María contó con la ventaja de haber sido visitada por un ángel que le explicó esta concepción sobrenatural, José no había sido alertado aun. Sólo había escuchado las palabras de María. ¿Cómo habrá sido la conversación? ¿Por qué le creyó José? ¿Por qué cambió su plan inicial de divorciarse de ella en secreto para no exponerla a la vergüenza pública? Los compromisos eran tan serios en esa época, que romper con la prometida equivalía a un divorcio. ¿Por qué decidió tomarla como esposa? Si estuvieras en su lugar, ¿le hubieras creído a María? Aquí encontramos un tema que debería hacernos reflexionar en Navidad. Pensa en José. Imaginalo mirando a María a los ojos, escuchando su relato y teniendo el coraje de actuar en fe, a pesar de que podría haber tenido dudas. José creyó, contra todo pronóstico. Él sabía que la idea de una concepción virginal iba contra las leyes lógicas y científicas (aún para la ciencia elemental de miles de años atrás), pero que era posible con Dios. José decidió dar un salto de fe a pesar de lo riesgoso que era quedarse con María y ser considerado por otros de una forma que causaría difamación. Esto es fe verdadera. No era solamente que confiaba en María, confiaba en Dios. Ese Dios podía, ese Dios podría, ese Dios lo haría. Oración para el día: Señor, dame el coraje y la fe de hierro que tenía José. Dame la fe para poder creer que con el nacimiento de Jesús, realmente entraste a este mundo –mi mundo- y que aun estás obrando poderosamente en él. Mel Lawrenz




¿Cómo bailamos juntos y damos espacio unos a otros para que exista unidad sin uniformidad, diferencia sin división, personalidad o distinción sin individualismo?

  Hacer lugar “Padre, quiero que los que me diste estén conmigo donde yo estoy. Entonces podrán ver toda la gloria que me diste, porque me a...