miércoles, 28 de junio de 2023

Coraje

 Poder en la dificultad

“Llamaron a los apóstoles y mandaron que los azotaran. Luego les ordenaron que nunca más hablaran en el nombre de Jesús y los pusieron en libertad. Los apóstoles salieron del Concilio Supremo con alegría, porque Dios los había considerado dignos de sufrir deshonra por el nombre de Jesús. Y cada día, en el templo y casa por casa, seguían enseñando y predicando este mensaje: «Jesús es el Mesías», Hch 5:40-42

Pedro y Juan predicaban el evangelio. No lo predicaban para provocar celos, sino para ser fieles a lo que el Señor les había encomendado. Los dirigentes se concentraban en mantener su poder y ellos utilizaron todo tipo de legalismo formal para afirmarlo. Si los apóstoles despertaron celos y envidia, no fue por culpa de ellos, sino por culpa de los poderosos que no estaban dispuestos a que se cuestionara su autoridad. Finalmente, el concilio ordeno que azotaran a los discípulos y que no hablaran más en el nombre de Jesús. Lo sorprendente fue que a pesar de ser azotados salieron con alegría, no se avergonzaron por proclamar a Jesús y compartir en quien habían creído. El castigo y las circunstancias adversas no les quito la alegría. Somos la comunidad del Espíritu Santo y podemos ser fortalecidos confiando en su poder. Encontramos la paz y la alegría que nos da la esperanza porque el perfecto amor hecha fuera todo temor. El perfecto amor de Dios por cada una de nuestras vidas nos hace más que vencedores. Estamos seguros, tranquilos y contenidos en ese amor que quita los temores y hay poder en medio de las dificultades. Ser testigo implica afirmar el valor que hay en seguir a Jesucristo. “En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total”, Ro 8:37

Carlos Scott

martes, 27 de junio de 2023

Hacer el bien

 Seguir y perseverar

“El sumo sacerdote y sus funcionarios, que eran saduceos, se llenaron de envidia. Arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública; pero un ángel del Señor llegó de noche, abrió las puertas de la cárcel y los sacó. Luego les dijo: «¡Vayan al templo y denle a la gente este mensaje de vida!», Hch 5:17-20

Las autoridades una vez más envían a la cárcel a los apóstoles y el motivo principal son los celos y la envidia. Seguidamente un ángel o mensajero los libera. Estos mensajeros o ángeles no dan señales de ser distintos de cualquier ser humano. La escritura nos dice: “No se olviden de recibir bien a la gente que llegue a sus casas, pues de ese modo mucha gente, sin darse cuenta, ha recibido ángeles”, He 13:2. Cuando las autoridades nuevamente se dan cuenta que Pedro y Juan están enseñando al pueblo los vuelven arrestar y los llevan ante el Concilio Supremo deseando matarlos. La persona que interviene es Gamaliel y permite que no sean condenados a la muerte. Pedro y Juan fueron castigados severamente con azotes y no todos salían vivos después de esto. La autoridades les dijeron “¡Les ordenamos estrictamente que no enseñaran nunca más en nombre de ese hombre!. En lugar de eso, han llenado a toda Jerusalén con la enseñanza acerca de él, ¡y quieren hacernos responsables de su muerte! Pero Pedro y los apóstoles respondieron: —Nosotros tenemos que obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana.” Los discípulos fueron muy valientes y obstinados. No retrocedían antes las circunstancias adversas. En este tiempo debemos volver a pensar, orar y tener actitudes concretas que muestren que el seguimiento a la persona de Jesús se basa en la perseverancia. “En cuanto al resto de ustedes, amados hermanos, nunca se cansen de hacer el bien”, 2 Ts 3:13. “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos”, Ga 6:9. “¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que concentran en ti sus pensamientos!”, Is 26:3. “Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás”, He 10:39

Carlos Scott

lunes, 26 de junio de 2023

Movimiento

 Visión y determinación

“Cada día se agregaban al grupo más hombres y mujeres que creían en Jesús”, Hch 5:14

Los estudios que se han realizado sobre el crecimiento de la iglesia han verificado que solo cuando el número de iglesias se multiplica y se plantan nuevas iglesias, crece la proporción de creyentes dentro de la población total en una sociedad determinada. Una investigación sociológica parece sugerir que una vez que una comunidad de fe ha crecido hasta tener muchos miembros, la tasa de crecimiento bajará a menos que se formen nuevas comunidades o plantación de nuevas iglesias. La clave está en equipar y soltar a la gente confiándola a la obra del Espíritu Santo. Ver una sociedad y a las naciones transformadas con el evangelio implica la formación de nuevas comunidades que no dependen de edificios o estructuras institucionales. Si el crecimiento está limitado por las estructuras, propiedades o edificios estamos en un grave problema. La iglesia del nuevo testamento no estuvo limitada por estos factores. La iglesia no es un edificio. Estar más cerca del templo no significa estar más cerca de Dios. La iglesia es la gente. Donde hay dos o tres el Señor ya está presente y hay un mayor involucramiento por parte de todos. El mayor obstáculo para que la iglesia crezca es la falta de visión y determinación en continuar con un movimiento donde se forman nuevas comunidades de fe.

Carlos Scott


domingo, 25 de junio de 2023

Salvación, sanidad y liberación

 Un Dios activo

“Los apóstoles hacían muchas señales milagrosas y maravillas entre la gente. Y todos los creyentes se reunían con frecuencia en el templo, en el área conocida como el pórtico de Salomón; pero nadie más se atrevía a unirse a ellos, aunque toda la gente los tenía en alta estima. Sin embargo, cada vez más personas—multitudes de hombres y mujeres—creían y se acercaban al Señor. Como resultado del trabajo de los apóstoles, la gente sacaba a los enfermos a las calles en camas y camillas para que la sombra de Pedro cayera sobre algunos de ellos cuando él pasaba. Multitudes llegaban desde las aldeas que rodeaban a Jerusalén y llevaban a sus enfermos y a los que estaban poseídos por espíritus malignos, y todos eran sanados”, Hch 5:12-16

Lucas nos da un resumen sobre los milagros que ocurrían en la comunidad y como cada vez más personas creían en el Señor. Al parecer los que no se unían a ellos eran los poderosos que estaban celosos y temían perder su autoridad sobre el control del pueblo. Este sector religioso solía ejercer presión sobre sus miembros impidiendo que se acerquen a los discípulos del Señor. El resultado fue lo opuesto dado que las multitudes llegaban desde las aldeas y la gente era sanada. Podemos decir que los seguidores de Jesús seguimos creyendo en estos milagros. Dios no se ha limitado en extender su mano para que encontremos salvación, sanidad y liberación de toda opresión. Es clave entender que Dios llama a las comunidades de fe a seguir experimentando lo sobrenatural. Puede haber personas que buscan desalentar la esperanza de un cambio profundo en el orden presente, pero los creyentes en Jesucristo confiamos en un nuevo orden. La esperanza nos da tenacidad y perseverancia. Creemos en un Dios activo. Vivimos la fe confiando que Dios interviene en nuestras vidas y en la historia.  

Carlos Scott

sábado, 24 de junio de 2023

Modelos

 El paradigma de Pentecostés

“Todos fueron llenos del Espíritu Santo … “, Hch 2:4. "Cada vez más personas—multitudes de hombres y mujeres—creían y se acercaban al Señor”, Hch 5.13-14

El concepto de paradigma es utilizado comúnmente como sinónimo de “ejemplo” o para hacer referencia en caso de algo que se toma como “modelo”. El paradigma de Pentecostés nos habla de estar ampliando las fronteras y los círculos de influencia, “pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra”, Hch 1:8. Nos desafía a traer el cielo a la tierra. Si solamente nos enfocamos en el “más allá” y nos alejamos del “más acá”, la consecuencia es que nos alejamos de los sufrimientos y angustias de la gente. "¿Por qué están aquí parados, mirando al cielo?”, Hch 1:11. Mientras permanezcamos acá, el Señor nos llama a involucrarnos en la misión. Pentecostés representa el derramamiento del Espíritu Santo, es una visitación divina. El Espíritu descendió sobre todos y no sobre algunos. Es un Espíritu nivelador, destructor de cualquier privilegio. Es un Espíritu multiétnico, multilingüe, multicultural. Se proclaman las maravillas de Dios. “¡Y todos oímos a esta gente hablar en nuestro propio idioma acerca de las cosas maravillosas que Dios ha hecho!”. Se experimenta el poder sobrenatural de Dios. “Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total”, Hch 2:41. Es un Espíritu que no se burla, ni descalifica a los demás. Se alegra en la multiforme gracia de Dios. Es un Espíritu que llama a la comunidad de fe a caminar, ir más allá, más lejos. Invita a la comunidad del Reino de Dios a revisar y repensar su estructura. Lo importante para el Espíritu Santo no es la estructura de la iglesia sino la misión. Andar en el Espíritu es caminar en unidad y celebrar la fiesta de la diversidad. ¡Bienvenido Espíritu Santo! “Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos”, Hch 2:47

Carlos Scott

viernes, 23 de junio de 2023

Señales

 Un corazón y un alma

“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común”, Hch 4:32

Lo que sucedió en esos días es el resultado de la predicación de Pedro en Pentecostés. Fueron días que el Espíritu Santo llevo a la comunidad del Reino de Dios a manifestar su carácter. Dios nos vuelve a desafiar en la actualidad al pensar que formamos parte de estos “últimos días” y no importa cuán largos sean los mismos. Lo que ocurrió con la resurrección de Jesucristo y el derramamiento del Espíritu Santo es que los postreros días han comenzado. Somos llamados a ser una señal y anticipo del reino venidero. Un Reino que se caracteriza por el amor, la paz, la abundancia y la justicia. Lo que se describe no es un ideal, sino la señal concreta de lo que significa ser una comunidad de fe, esperanza y amor. La finalidad de la iglesia es practicar el amor y expresar la nueva vida en el Espíritu. “Conocemos lo que es el amor verdadero, porque Jesús entregó su vida por nosotros. De manera que nosotros también tenemos que dar la vida por nuestros hermanos. Si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve a un hermano en necesidad, pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el amor de Dios en esa persona? Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones. Nuestras acciones demostrarán que pertenecemos a la verdad, entonces estaremos confiados cuando estemos delante de Dios”, 1 Jn 3:16-19. 

Carlos Scott

jueves, 22 de junio de 2023

Generosidad

 Cuestiones económicas

“No había necesitados entre ellos”, Hch 4:34

Este relato trata sobre las cuestiones económicas en la vida de la iglesia primitiva. “No había necesitados entre ellos”¿Es una cuestión romántica, es real o es una visión ideal de la comunidad? Lo primero que observamos en los escritos de Lucas es la descripción de una comunidad que se alegra aumentando en número y que tiene la capacidad de responder a las necesidades de la gente como resultado de la obra del Espíritu Santo. “La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había ningún necesitado en la comunidad”, Hch 4:33-34. El texto hace referencia a Deuteronomio 15:4-11 donde dice “No deberá haber pobres en medio de ti, … no seas insensible ni tacaño ...  Da al pobre con generosidad, no de mala gana, porque el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas. Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros de tu pueblo que pasen necesidad.” Lucas nos está diciendo que el don del Espíritu Santo nos debe llevar a ser una comunidad para los demás. Es el don de la misión que en este caso se manifiesta en ser generosos y es un aspecto fundamental de la vida de la iglesia. La comunión o koinonía nos debe proyectar en pensar en los demás y al pensar en los demás pensamos en los diferentes caminos que Dios está marcando para que su nombre sea exaltado y conocido en toda la tierra.

Carlos Scott

miércoles, 21 de junio de 2023

Ser creyentes

 Un modo de vivir

“Todos los seguidores de Jesús tenían una misma manera de pensar y de sentir. Todo lo que tenían lo compartían entre ellos, y nadie se sentía dueño de nada”, Hch 4:32
Lucas nos presenta un itinerario de la fe para que nosotros sigamos a Jesús. Nos ayuda a ser creyentes teniendo fe, establecer una relación profunda con Jesús y con la comunidad del Reino de Dios. "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe", 1 Jn 5:4. Esta realidad nos lleva a la acción y tiene una salida práctica. Es la fe al servicio de la vida y se une con el amor. La experiencia de fe se traduce en un compromiso concreto hacia los hermanos de la comunidad y el evangelio de la fe se convierte en el evangelio del amor. El amor es el fruto necesario de la fe donde la fe y el amor es la que vence al mundo. La palabra auténtica no está separada de la obra. Creer en la resurrección se traduce en un modo de vivir en la comunidad. La paz dada por el resucitado crea una comunidad de reconciliación que está dispuesta a vivir en armonía y unidad. Es una unidad sin uniformidad, hay distinción sin individualismo, diferencia sin división. Hay amistad, fraternidad y la resurrección se hace visible a través de la práctica del amor fraterno. Seguir a Jesús nos debe llevar a tener gestos concretos que alejen los conflictos, las rivalidades, la codicia, los celos. “Y sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión”, Col 3:14. “Pero nosotros sabemos lo que es el amor, porque Jesucristo dio su vida por nosotros. Así también nosotros, debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos en Cristo”, 1 Jn 3:16-20
Carlos Scott

martes, 20 de junio de 2023

Un nuevo presente

 Persistir

"Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios”, Hch 4:31

Jesús avanzó por medio de la oración. En la oración pedimos ¡VENGA TU REINO! y declaramos un nuevo presente que anhelamos para la vida humana, Is 35:5-7. Sabiendo que Dios reinará en plenitud nuestra práctica de fe consiste en ser persistentes en orar y anhelar un presente diferente. Se nos llama a vivir con esperanza, perseverar y ser tenaces. Para extender el Reino de Dios en las naciones y derrotar el mal tenemos que dedicarnos a la oración. No es magia y no siempre se hace realidad lo que pedimos. No se trata de algo que nosotros hacemos. Es lo que Dios hace en su tiempo y forma. Sin la oración nos agotamos. Cuando oramos nos enfocamos en Dios y en lo que Él hará. La oración nos da descanso, trae esperanza, humildad y fortaleza. En la oración nos enfocamos en sus recursos, su provisión y su fidelidad. “Por medio de la oración Dios hace lo que solo Él puede hacer. En las situaciones más desesperadas el quebranta el falso dominio del enemigo, trae luz espiritual e infunde vida para una transformación social duradera." "Dios usa la oración para cambiarnos a nosotros y para cambiar el futuro”. Nuestras oraciones son tenidas en cuenta, llegan a su presencia y Dios no las pasa por alto, Ap. 8:1-5. La oración marca un nuevo presente anhelado y forman el futuro.

Carlos Scott

lunes, 19 de junio de 2023

Señales milagrosas

 Poder sanador 

“Extiende tu mano con poder sanador; que se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de tu santo siervo Jesús», Hch 4:30

Jesús coloca su enfoque en el Reino de Dios y nos ayuda a pensar en este orden donde la oración extiende su Reino. Es interceder por la nación y las naciones. No se trata de magia o de manipular a Dios con una determinada técnica. Sencillamente es pedirle a Dios: “¡Venga tu Reino! Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo”. El poder sanador en hacer el bien y buscar una transformación es señal de que el Reino ha llegado en Jesús, Hch 10:38. En la oración le pedimos a Dios que extienda su mano para sanar, marca un nuevo presente anhelado, forman el futuro y nos da valor, Hch 4:29-30, Ef 6:18-20. "Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él.”, Mt 11:12. Buscar la bendición de todas las etnias y de la nación implica tomar riesgos cuando enfrentamos el mal. Dios tiene como propósito bendecir a todas las naciones, derrotar el mal por medio del Reino de Dios y ser reconocido recibiendo la gloria. Jesús nos dice: "Si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes”, Lc 11:20-22.

Carlos Scott

domingo, 18 de junio de 2023

Lo que hemos visto y oído

 Valor

“Y ahora, oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra”, Hch 4:29

Cuando Pedro y Juan fueron arrestados por las autoridades “les ordenaron que nunca más hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús”. “Pero Pedro y Juan respondieron: ¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él? Nosotros no podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oído. Entonces el Concilio los amenazó aún más, pero finalmente los dejaron ir porque no sabían cómo castigarlos sin desatar un disturbio”. Pedro y Juan quedaron libres; volvieron a donde estaban los demás creyentes y contaron lo sucedido. Los creyentes oyeron las noticias y todos juntos alzaron sus voces en oración. Estos creyentes podían haberle pedido a Dios que les quite las amenazas, evitar los conflictos con los poderosos y no tener más problemas. Todo esto es lícito, pero lo que hacen y piden es todo lo contrario. Piden valor para predicar la palabra y que el Señor extienda su mano con poder sanador; se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de Jesús. El tiempo que nos toca vivir no está ausente de los más variados conflictos y esto sigue creciendo cada día. La tentación podría estar en decir “Señor, ayúdanos a evitar conflictos” y por lo tanto no meternos en el diario andar de la gente para ayudarla en sus diferentes situaciones. La palabra de Dios nos anima y ayuda a pedir lo mismo que ellos: “Señor danos más valor para predicar y más señales de tu poder por medio de Jesús”. En uno de los momentos más difíciles donde arriesgaron su bienestar el Señor añadió a la iglesia cinco mil familias. La comunidad de fe es querida y valorada cuando reacciona a favor de la gente.

Carlos Scott
 

Creer y seguir creyendo

  Procesos “Y postrándose, lo adoró.”, Jn 9:35-38 El evangelio de Juan nos sigue confrontando con la transformación de un ciego y su proceso...