Rigidez legalista
¡Y son ellos los que roban las casas de las viudas, y luego hacen oraciones muy largas! Pero Dios los castigará más duro que a los demás.» Un día, Jesús estaba en el templo, y se sentó frente a las cajas de las ofrendas. Allí veía cómo la gente echaba dinero en ellas. Mucha gente rica echaba grandes cantidades de dinero. En eso llegó una viuda pobre, y echó en una de las cajas dos moneditas de poquísimo valor.”, Mc 12:40-42El relato llamado la “Ofrenda de la viuda” es conocido y muchas veces se levanta como ejemplo cuando se predica sobre la generosidad que se espera de los miembros de las Iglesias. Es una historia donde a veces se lee más de lo que el mismo texto dice, por lo tanto, es clave fijarnos en lo que dice el texto como en lo que no dice. Jesús acaba de tener una conversación productiva con un escriba y el texto culmina con un reconocimiento de la cercanía entre este maestro de la ley y el Reino de Dios: “No estás lejos del reino de Dios”. Si bien el ambiente es hostil es posible encontrar acuerdos y personas sanas e íntegras, pero lanza una advertencia generalizada frente a ellos donde describe la rigidez legalista y la explotación del poder que hacen los sacerdotes. ¿De dónde sacan estos escribas su posición de abundancia pese al origen humilde de ellos? Surge de lo que cobraban a las viudas cuando actuaban como abogados para proteger sus derechos. Estos maestros de la ley consiguen una reputación de santos y piadosos según lo describe Jesús cuando hacen grandes plegarias para impresionar a los demás. Son nombrados administradores dado que en ese tiempo a las mujeres se las consideraba indignas e incapaces de manejar los bienes de su marido fallecido. No era difícil para un escriba experimentado manejar los asuntos de las mujeres sin protección, como eran las viudas. En esa ambición por acomodarse socialmente al modo del Imperio, usan sus artes y ciencias para enriquecerse y confiscar los bienes de los pobres, especialmente de las viudas. ¿La viuda de la ofrenda habrá sido víctima de una de esas trampas?. Jesús esta señalando el deseo que tienen de enriquecerse y confiscar los bienes de los pobres. “Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos. Sí, habla a favor de los pobres e indefensos, y asegúrate de que se les haga justicia”, Pr 31:8-9
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox Photography