lunes, 4 de agosto de 2025

Todos somos hechos de la misma madera

 Confrontación

“Los sacerdotes principales y los fariseos reunieron a la Junta Suprema, y dijeron: —¿Qué vamos a hacer con este hombre que hace tantos milagros? Si lo dejamos, todos van a creer que él es el Mesías. Entonces vendrán los romanos, y destruirán nuestro templo y a todo el país. Pero Caifás, que ese año era el jefe de los sacerdotes, les dijo: —Ustedes sí que son tontos. ¿No se dan cuenta? Es mejor que muera un solo hombre por el pueblo, y no que sea destruida toda la nación. Caifás no dijo esto por su propia cuenta, sino que Dios se lo hizo saber porque era el jefe de los sacerdotes. En realidad, Jesús no iba a morir para salvar sólo a los judíos, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que hay en el mundo”, Jn 11:47-52

El Señor eligió revelarnos la verdad sobre sí mismo y por medio de la historia de personas. El propósito de su palabra es que nos veamos, nos reconozcamos y por lo tanto nos confrontemos en los relatos de la escritura. Los seres humanos que se describen no son distintos a nosotros. Los protagonistas del evangelio descriptos algunos en su maldad y otros en su bondad son en definitiva el ejemplo de nuestra humanidad común. El evangelio nos anima a no protegernos y escondernos de la luz. Los distintos actores de la historia no son distintos a nosotros. Jesús murió por lo que hay en el ser humano, por todos los seres humanos sin excepción. Dios revela nuestra humanidad caída y es la naturaleza que todos compartimos. Todos somos hechos de la misma madera y no debemos distanciarnos de la “mala gente”, de “los pecadores”. Si logramos hacer algo distinto de lo que otros realizan, será únicamente por la gracia de Dios. “Esas cosas les sucedieron a ellos como ejemplo para nosotros. Se pusieron por escrito para que nos sirvieran de advertencia a los que vivimos en el fin de los tiempos. Si ustedes piensan que están firmes, tengan cuidado de no caer. Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir”, 1 Co 10:11-13

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 3 de agosto de 2025

Jesús no se resigna a las separaciones

 El último enemigo

“Jesús se acercó a la cueva donde habían puesto el cuerpo de Lázaro, y ordenó que quitaran la piedra que cubría la entrada.”, Jn 11:38-39

Jesús no se resigna a las separaciones y la muerte es una enemiga. Ordenó que quitaran la piedra que cubría la entrada. Dios nos entiende desde adentro, se encarnó, se hizo humano. “Pero Marta le dijo: —Señor, hace cuatro días que murió Lázaro. Seguramente ya huele mal.”. Hay muchas cosas que huelen mal desde el momento que hemos rechazado tener una relación de amor con nuestro creador. Nuestro itinerario separado de Dios nos lleva a la frustración. Al querer levantarnos como un dios no encontramos nuestra propia humanidad. Separados de nuestro prójimo reflejamos las injusticias sociales, las guerras, los asesinatos, el abuso de todo tipo. Separados de la creación se evidencia que los recursos naturales se destruyen o se contaminan a un ritmo catastrófico. La causa principal de todas las separaciones es la falta de relación con Dios. Necesitamos escuchar nuevamente la voz de nuestro Dios que nos dice: “Lázaro sal fuera”. Nuestro Señor no se resigna a nuestros sepulcros, a nuestras opciones de muerte, a nuestra vida aparente. El Señor suele hablarnos suavemente, pero muchas veces nos grita en nuestros dolores. Él quiere despertar a un mundo que esta sordo. Es un grito y llamado que hace despertar nuestra conciencia y todo nuestro ser. Él nos provoca, es decir nos “llama afuera”. Fuera de la prisión en la que nos encerramos, empobrecida de ideales, de metas, vacía de verdaderos valores. Su voz nos invita a caminar y nos desafía a quitarnos las vendas. “Por eso Jesús les dijo a los que estaban allí: «Quítenle todas las vendas, y déjenlo libre.». La resurrección y nuevo nacimiento comienza cuando decidimos salir a la luz, a la vida. Es cuando se nos caen las máscaras y nuestro rostro vuelve a brillar con la luz de Jesucristo. “Y el último enemigo que será destruido es la muerte”, 1 Co 15:26

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Necesito más fe - Andrés Pérez

sábado, 2 de agosto de 2025

¿Qué quieres que haga por ti?

 Revelación progresiva

“Jesús y sus discípulos pasaron por la ciudad de Jericó, y al salir de allí mucha gente los siguió. Junto al camino estaba sentado un ciego que pedía limosna. Se llamaba Bartimeo hijo de Timeo”, Mc 10:46

La historia sobre el ciego Bartimeo tiene mucho que enseñarnos sobre la comunión, la cooperación y la solidaridad. Porqué la comunión (koinonia) y solidaridad es valorizar al prójimo. Es saber preguntar: ¿Qué quieres que haga por ti? Es muy común observar que los comentarios de Marcos sobre los discípulos están caracterizados en que no entienden. Tienen las mentes embotadas. En otras palabras, no ven todo como debe ser, les falta claridad y visión. El tema central es la posibilidad de ver. Nosotros muchas veces nos encontramos en el mismo proceso que los discípulos. No vemos con claridad y no entendemos. Necesitamos alcanzar una visión más clara sobre la misión y la comunión. Quizás nos encontramos en medio de un proceso como el ciego de Betsaida, Mr. 8:22-26. Pero en este proceso hay esperanza y posibilidades futuras: el ciego de Betsaida como el ciego Bartimeo llegaron a ver. También vieron los discípulos y también podemos ver nosotros. Existe una revelación, discipulado y discernimiento progresivo. Nosotros podemos alcanzar una visión más clara de la misión. Pero hay un precio para pagar: el seguimiento a Jesús y el proceso de recibir la vista van de la mano. Somos llamados a una conversión continua y esto nos permite abrir las mentes y corazones. “¡Pero benditos sean aquellos que sólo confían en mí! Son como árboles plantados a la orilla de un río: extienden sus raíces hacia la corriente, el calor no les causa ningún daño, sus hojas siempre están verdes y todo el año dan fruto”, Je 17:7-8

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 1 de agosto de 2025

Jesús nos llama a discernir nuestro tiempo y prioridad

 El encuentro con la palabra y la obra

“Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena.”, Lc 10:38-40

Nos encontramos con dos hermanas que muestran dos maneras de recibir a la gente. Por un lado, esta Marta que realiza un servicio generoso y por el otro lado nos encontramos con Maria con una escucha atenta, participativa y amorosa. Marta elige el camino del dar y del hacer por Jesús. María el de recibir y dejarse hacer por él. En este texto no se trata de elegir entre Marta o María. Ellas forman dos dimensiones que tienen que estar estrechamente unidas. Se trata de servir como lo hizo Marta y de escuchar como María. Una cosa no está en oposición a la otra, pero debemos tener cuidado que la “perspectiva, importancia y alcance de Marta” puede sofocar la “perspectiva, importancia y alcance de María” o viceversa. La palabra y la obra deben ir juntas. ¿Cuál de las dos facetas debe ir primera? Dependerá de las circunstancias y oportunidades. Son como las dos caras de una misma moneda o como un avión que para volar necesita de las dos alas. En este episodio que desarrolla Lucas, hay un momento y ocasión que no hay que perder, es decir, la relación personal con el Señor. Se trata de comprender la importancia de la hora, de la ocasión ofrecida, Jesús va hacia Jerusalén. Es cuestión de sacrificar lo urgente a lo importante. “Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.” La escritura también nos recuerda: “De la tribu de Isacar había 200 jefes junto con sus parientes. Todos estos hombres entendían las señales de los tiempos y sabían cuál era el mejor camino para Israel.”, 1 Crónicas 12:32. Jesús nos llama a discernir nuestro tiempo y prioridad.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 31 de julio de 2025

Jesús nos enseña a ser tolerantes en oposición a la crueldad y el fanatismo

 Un fuego extraño

“Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús debía subir al cielo, decidió ir hacia Jerusalén. Envió a unos mensajeros a un pueblo de Samaria para que le buscaran un lugar donde pasar la noche. Pero la gente de esa región no quiso recibir a Jesús, porque sabían que él viajaba a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron lo que había pasado, le dijeron a Jesús: «Señor, permítenos orar para que caiga fuego del cielo y destruya a todos los que viven aquí.» Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después, se fueron a otro pueblo”, Lc 9:51-56

El recorrido más corto entre Galilea y Jerusalén pasa por Samaria pero la gente de esa región no quiso recibir a Jesús. Jesús tuvo que enfrentarse a los prejuicios raciales, políticos y religiosos. Se le niega la hospitalidad y Santiago junto con Juan le dijeron: «Señor, permítenos orar para que caiga fuego del cielo y destruya a todos los que viven aquí.». Para Jesús este es un fuego extraño porque el fuego que Dios desea es el de encender los corazones con el amor. Debemos tener cuidado en no transformarnos en “Hijos del trueno”. “Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió”. Jesús nos enseña a ser tolerantes en oposición a la crueldad y el fanatismo. Nos podemos equivocar con el significado del fuego. Dios busca que nuestras vidas puedan arder con la pasión del amor. Jesús da su vida por toda la humanidad incluyendo a sus enemigos. Se trata de seguir caminando con paciencia y mansedumbre. “A un corazón solo lo puede doblar otro corazón” “Cuando todo ha fracasado el amor vence”. “Pero ahora déjenme mostrarles una manera de vida que supera a todas las demás… El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.”, 1 Co 12:31, 13:7

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 30 de julio de 2025

Hay momentos y momentos en la vida

El fuego sigue encendido

“Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús debía subir al cielo, decidió ir hacia Jerusalén”, Lc 9:51

Hay momentos y momentos en la vida. Muchas veces nos encontramos en situaciones y circunstancias que definen quienes somos. La escritura relata que Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén. Fue un tiempo donde tuvo que afirmar su rostro y tomar una resolución. Implicaba vencer cualquier resistencia y estar decidido en llegar hasta el final del camino. El texto de Isaías nos recuerda “Por eso, no seré humillado, pues es Dios quien me ayuda. Por eso me mantengo firme como si fuera una roca, y sé que no seré avergonzado.”, Is 50:7. “¿Qué más les puedo decir? No me alcanzaría el tiempo para hablarles de la confianza en Dios de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas. Ellos confiaron en Dios, y por eso conquistaron países; y como actuaron con justicia, recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron la boca de leones y apagaron grandes incendios. Escaparon de que los mataran con espada, recibieron fuerzas cuando más débiles estaban, y en la guerra fueron tan poderosos que vencieron a los ejércitos enemigos. Algunas mujeres confiaron en Dios, y por eso Dios hizo que sus familiares muertos volvieran a vivir. Algunos confiaron tanto en Dios que no quisieron que los dejaran en libertad. Al contrario, dejaron que los mataran, porque sabían que volverían a vivir y así estarían mucho mejor. Mucha gente se burló de ellos y los maltrató, y hasta los metió en la cárcel. A otros los mataron a pedradas, los partieron en dos con una sierra, o los mataron con espada. Algunos anduvieron de un lugar a otro con ropas hechas de piel de oveja o de cabra. Eran pobres, estaban tristes, y habían sido maltratados. La gente de este mundo no merecía personas tan buenas, que anduvieron sin rumbo fijo por el desierto, por las montañas, por las cuevas y las cavernas de la tierra. Dios estaba contento con todas estas personas, pues confiaron en él.”, Heb 11:32-39. Que el Señor nos ayude a confiar más y más en él y mantener las decisiones tomadas en cualquier circunstancia.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 29 de julio de 2025

La Iglesia del Pueblo

 Una espiritualidad para el mundo

Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad que ha sido enviada al mundo. Una comunidad sana es una "Iglesia del pueblo"; abierta a "todos los pueblos". No enfatiza "el pueblo de la iglesia", sino "la Iglesia del pueblo" hacia todos los pueblos.

Hablamos de una comunidad misional que entiende que su llamado y existencia es para Dios y para los demás. Es levadura en medio de la sociedad.

"Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar y ejercer autoridad para expulsar demonios” Mr. 3:14-15. Jesús ejemplificó lo que es el discipulado cristiano. Jesús, tomando la iniciativa, llamó a sus discípulos para que estuviesen con él, Mr. 3:14 y los nombro apóstoles, personas enviadas para cumplir sus instrucciones, ser sus testigos y ser sus misioneros. Marcos resume las palabras de Jesús en pocas palabras: "...y para enviarlos". Ser pescadores de personas ilustra bien la obra de Jesús acerca de involucrar a sus seguidores, Mr. 1:17.

Todos pueden entrar en la profundidad de este compromiso. No se necesita tener un título de grado, ser sabio, intelectual, culto, profesional, pastor o misionero. No hace diferencia entre pobres y ricos, joven o adulto, el que tiene mucha educación y el que no la tiene. Es una invitación abierta para todos y no excluye a nadie. Nunca se llega a ser demasiado viejo para comenzar el proceso. Dios sea alabado por todo esto.

El Rey de Reyes y Señor de Señores se acerca y se abre hacia nosotros. Nos dice “yo te amo como un estudiante”, “ven y yo te voy a formar”, nos capacita y ser discípulo es el único requerimiento o respuesta. Cualquier persona en cualquier lugar puede entrar en la profundidad de este compromiso. Jesús nos invita a estar con él, andar con él y aprender de él. Es un requerimiento que debe durar toda la vida.

Para Pensar: ¿Como se manifiesta nuestro seguimiento a Jesucristo?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 27 de julio de 2025

Nos espera en otra parte

 La espiritualidad de la predicación

Jesús enseñaba, pero no se detenía ahí. Liberaba a las personas de los demonios y las sanaba como fue el caso de la suegra de Simón y muchos más que padecían de diversas enfermedades, Mc 1:30-34. El evangelio de Marcos nos relata que muy de madrugada cuando todavía estaba oscuro se iba a un lugar solitario para orar. Simón y sus compañeros salieron a buscarlo y le dijeron “Todo el mundo te busca. Jesús respondió: Vámonos de aquí a otras aldeas cercanas donde pueda predicar, para esto he venido”, Mc 1:35-39.

Jesús no se centró en formar una mega estructura religiosa sino en recorrer toda Galilea predicando y expulsando demonios. El Señor “no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan”, 2 P 3:9. Nada ni nadie puede detenerlo. Nadie puede parar a Jesús.

Jesús se define como el camino y nos espera en otra parte. Se traslada de un lugar a otro sin tener domicilio fijo. Sabe caminar a oscuras, corre riesgos y disfruta la aventura. Estar con Cristo significa movernos con Él y aceptar el riesgo del camino. El evangelio tiene que ver con el creer en Cristo, el Hijo de Dios y el creer en Cristo tiene que ver con saber vivir. Es difícil conocerlo si nos mantenemos distantes. Es cómodo hablar de una geografía donde nunca pusimos los pies.

Al Señor le encontramos cuando nos unimos con Él. Se nos llama a ser buscadores de Dios, pero no podemos privatizarlo o domesticarlo. La pregunta final es ¿dónde nos lleva? Jesús nos invita a seguir su caminar hacia las tierras lejanas y nos espera en la próxima parada de nuestro futuro.

Para Pensar: ¿Cuál es el horizonte de Jesús? ¿Cuál es el nuestro?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 25 de julio de 2025

El “mensaje que es digno de confianza”

 Una espiritualidad que afirma las buenas obras

“Pero ya Dios les ha dicho qué es lo mejor que pueden hacer y lo que espera de ustedes. Es muy sencillo: Dios quiere que ustedes sean justos los unos con los otros, que sean bondadosos con los más débiles, y que lo adoren como su único Dios.”, Mi 6:8

Una comunidad sana es una comunidad que se moviliza en la reflexión y acción. Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad comprometida con la Misión Integral.

Hablar de Misión es hablar de un mensaje integral de salvación que no conoce fronteras de ningún orden y que está dirigido a todo ser humano y considera toda la realidad de la persona: lo físico, lo moral, lo espiritual, lo intelectual, lo social o lo político.

“La encarnación es el modelo para la misión de la Iglesia. En su encarnación, Jesús se identificó con la humanidad pecadora, se solidarizó con ella en sus aspiraciones, angustias y debilidades y la dignificó como criatura hecha a imagen de Dios. La Iglesia está llamada a encarar su misión al estilo de Jesús.”

Jhon Stott ha dicho: “La acción sin reflexión es fanatismo en acción, pero la reflexión sin entrega es la parálisis de toda acción.” Dios llama a todos los creyentes a participar y comprometerse en su misión. Si el estudio no lleva a la participación, sea en casa o en ultramar, la misionologia habrá perdido su vocación y razón de ser.

Volvamos a tomar el “mensaje que es digno de confianza” y como le dice Pablo a Tito “quiero que lo recalques, para que los han creído en Dios se empeñen en hacer buenas obras. Esto es excelente y provechoso para todos”, Tito 3:9.

"Que aprendan los nuestros a empeñarse en hacer buenas obras, a fin de que atiendan a lo que es realmente necesario y no lleven una vida inútil”, Tito 3:13-14.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 24 de julio de 2025

Una invitación abierta

 Una espiritualidad que compromete

¿Podemos mantener nuestra fe en secreto?‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬

La historia de Nicodemo con Jesús es un acontecimiento que nos confronta y nos invita a iniciar un proceso.

Nicodemo podría representar “a los cristianos de trasfondo judío quienes en el tiempo de Juan querían mantener secreta su fe en Jesús y no entrar en problemas con los demás. La referencia "quien no nazca de agua" en Jn 3:5, tiene que ver con el bautismo cristiano: es un llamado a los contemporáneos de Juan a declararse públicamente por la causa de Jesús, arriesgando su expulsión de la sinagoga”.

Nicodemo empezó a salir de la oscuridad y apareció arriesgándose a favor de Jesús, Jn 7:50-51. Los dirigentes querían arrestar a Jesús y Nicodemo aparece en su defensa abriendo una grieta en la estructura del poder, Jn 7:32.

Los que tenían que ser pastores de Israel y buscar el bien de la gente hacían lo opuesto. Su posición era para jactarse, distinguirse y maldecir a la gente, Jn 7:49. Ellos buscaban su propia gloria, Jn 5:44, 7:18. “Vivir la fe como medio de promoción propia es lo opuesto a vivirla como servicio de amor a los demás”. Jesús nos confronta a revisar nuestra vida: ¿Servir a los demás o buscar nuestra propia gloria?

Nicodemo se transformó en discípulo. Lo encontramos finalmente junto a José de Arimatea. Ellos tomaron el cuerpo de Jesús para darle sepultura, Jn 19:38-42. Esto requería valor y fue parte de un proceso que lo transformó en seguidor de Jesús. En el momento de la crucifixión vio la gloria de Dios encarnada en la persona de Jesucristo, Jn 12:32.

Juan, seguramente narra estos acontecimientos con la esperanza y propósito de provocar una transformación en los cristianos secretos de su tiempo. No podemos domesticar el Reino de Dios a nuestra forma de pensar y ser. Su Reino viene para todos y somos llamados a ser testigos.

Jesús pretende dirigir el Reino Universal por lo tanto Jesús nos confronta. Su Reino es una invitación abierta para aceptar sus prioridades y el poder del Espíritu Santo nos debe llevar de todas partes a todos lados

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 23 de julio de 2025

"Desde arriba" o "de lo alto"

 El nacer de nuevo en la espiritualidad

“Tienen que nacer de nuevo”, Jn 3:7.

Las palabras de Jesús siguen vigentes “De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios”, Jn 3:3. Jesús nos confronta con nuestra identidad, quien realmente somos y qué pretendemos. Nos habla de la importancia de ver el Reino de Dios. Jesús nos vuelve a decir: “Tienen que nacer de nuevo”, Jn 3:7.

Jesús busca una transformación que va más allá de ser religioso o de asistir a los cultos. Es una invitación a ir al principio, comenzar de nuevo, un proceso de crecimiento y transformación. Es nacer de nuevo, “desde arriba” o “de lo alto”. Es nacer del Espíritu.

Nacer del Espíritu representa el poder divino. “El ser humano tiene que pasar por una transformación que uno mismo es incapaz de lograr y que debe venir como don de Dios. Está fuera de nuestro poder y control”. Jesús habló del Espíritu como el viento, Jn 3:8; y ambos están fuera del poder humano.

El Reino de Dios nos confronta y a su vez nos invita a todos. Nos invita a nacer de nuevo y a participar en la misión de Dios. Es un llamado a reconocer nuestra limitación, renunciar a nuestras pretensiones y dejar que Jesús nos salve.

La venida de Jesucristo sigue generando una crisis en el mundo de hoy. La crisis es esta: hay que definirse. La necesidad de nacer de nuevo o volver a cero en la vida es la necesidad de responder hoy, Jn 3:16-21. El nuevo nacimiento viene de lo alto o desde arriba, pero sucede aquí en la tierra.

Para Pensar: ¿Cuál es tu experiencia con Dios? ¿Has nacido de nuevo, “desde arriba” o “de lo alto”?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

La Trampa de una relación Superficial con Dios | Andrés Pérez

martes, 22 de julio de 2025

“¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana!”, Fil 4:4.

  La alegría y felicidad en la espiritualidad

“Hagan lo que él les ordene” Jn 2:1-12

Juan en el capítulo dos de su evangelio nos habla de una fiesta, una boda; en una aldea llamada Caná de Galilea. Las bodas eran importantes y podían durar hasta una semana. La vida por lo general estaba marcada por la pobreza y el trabajo duro. Esa semana era algo especial para todos. Jesús, sus discípulos y la madre de Jesús se encontraban allí. Jesús afirma la importancia de compartir la alegría y felicidad. Dios quiere que celebremos la vida. Nos quiere colocar un “traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento”, Is 61:3

Nos encontramos en una casa humilde. Es la periferia y no hay tantos recursos económicos. La familia debía ofrecer un banquete de acuerdo con las normas sociales. No había gran variedad de bebidas y por lo general se tomaba agua o vino. En un determinado momento la fiesta se quedó sin vino. María se angustió, se acercó a Jesús y le compartió la dificultad. Tuvo compasión. No tener vino en una fiesta de boda implicaría vergüenza y humillación. Sin vino, decían los rabinos, no hay fiesta.

Cuando nuestras vidas pierden sabor y no hay ganas de celebrar la vida debemos recordar las palabras de María a los sirvientes: “Hagan lo que él les ordene”. María tenía confianza en su hijo y siempre tenemos que estar listos para hacer lo que Jesús quiere que hagamos. Jesús transformó el agua en el mejor vino y lo mejor apareció al final. Lo mejor está por venir y cada día con Jesús es mejor que el anterior, una gracia nueva, algo nuevo por entender y descubrir. Invite a Cristo, obedezca a Cristo, disfrute a Cristo. La gracia abunda y sobreabunda para todos, Ro.5:20.

Sin Jesús la vida parece pesada y vacía, pero con Jesús la vida se convierte en algo ágil, dinámico, emocionante. No debemos renunciar a celebrar la vida. Cuando Jesús entra en la vida de una persona es como convertir el agua en vino. Jesús es la alegría de la humanidad.

Para Pensar: ¿Qué implica “hacer lo que él nos dice" y "celebrar la vida?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox


domingo, 20 de julio de 2025

¿Qué significa vivir con sinceridad y sin falsedad?

 La integridad en la espiritualidad

Jesús cuando se encontró con Natanael lo definió como “un verdadero israelita en quien no hay falsedad”. La cara contrapuesta es encontrarnos con personas que engañan y mienten, Jn 2:23-25. ¿Cómo definimos a los que engañan y son mentirosos?

El salmo doce nos habla de personas de labios lisonjeros, que no han sido fieles y sinceros. Gente que vive con doblez y mentira, Sal 12:1-2. Por lo general son personas que dicen una cosa con su mente y sus labios, pero en su corazón tienen otra cosa. Son aquellas personas que tienen un discurso oficial pero no real. ¿Qué significa vivir con sinceridad y sin falsedad? La palabra de Dios nos invita a conocer la verdad, seguirla, permanecer y enamorarnos de la misma. Jesús nos dice: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”, Jn 8:31-32. ¿Cómo vencer la oscuridad y la mentira?

Tiene un precio vivir en la verdad y la luz. Es dejar que la palabra de Dios y su espíritu nos examinen, nos descubra y muestre quienes somos. Una de nuestras barreras para vencer la oscuridad y andar en la verdad es el miedo. Cuando nos acercamos a la luz y la verdad no debemos tener miedo. El hecho que nuestras malas obras se descubran delante de Dios es para salvarnos y sanarnos. Para vencer el miedo es necesario tener coraje y ser valientes. La invitación es acercarnos al amor, la luz y la verdad. Jesucristo es la verdad y la luz del mundo, Jn 8:12,14:6.

Nosotros al igual que Natanael somos desafiados por el Señor para estar en su seguimiento y vivir con integridad. Tal vez Jesús nos diga: “Aquí tienen a una verdadera persona, en quien no hay falsedad”, Jn 1:47. Que Dios nos ayude en esto.

Para Pensar: ¿Cuáles son mis temores y miedos para acercarme a la luz y la verdad? ¿Cuáles son los temas personales que debo confrontar y solucionar? ¿Qué implicancia tiene ser una persona veraz? ¿Cómo definimos la integridad?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 19 de julio de 2025

¿Dios me ha dado por perdido? | Andrés Pérez | La Parroquia

El Hijo de Dios está abierto para todos los que tienen fe

La percepción en la espiritualidad

El Hijo de Dios está abierto para todos los que tienen fe, pero permanece escondido para aquellos que lo rechazan.

Jesús mostró su apertura y revelación. Natanael tuvo un encuentro con Jesús y lo confronta a tener una visión más amplia: “¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!” y añadió “Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”, Jn 1:49-51. Jesús se identifica como el único y verdadero vínculo entre el cielo y la tierra, entre Dios mismo y toda la humanidad.

Jesús es el Dios vivo, encarnado entre los hombres para que su bendición llegue a todas las familias de la tierra. No es solo para un determinado grupo étnico. Es para toda lengua, pueblo y nación, Ap. 5:9. El evangelio es de alcance universal.

Se nos llama a ser amplios y abiertos. Vivir la sorpresa y esperanza. Ver cosas más grandes. La invitación está presente: “Ven a ver”. Todo tiempo es oportuno para ver algo más grande. Llegar al sentido y propósito de la vida. Unirnos a su misión.

Te invito a ver a Jesús con los ojos de la fe y tener esta experiencia que nos lleva a vivir lo sobrenatural.

Para Pensar: ¿Cómo estas viviendo la esperanza para ver cosas más grandes?

Carlos Scott

jueves, 17 de julio de 2025

"Ven a ver"

 Una espiritualidad que escudriña

“Ven a ver” ¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!, Jn 1:43-51

Felipe aparece en la escritura como aquel que busco a Natanael. Le dijo: “Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas”, Jn 1:45.

Natanael responde como una persona prejuiciosa “¡De Nazaret! ¿Acaso de allí puede salir algo bueno?”. Tenía dificultades para aceptar la propuesta. Nazaret era un pueblo sin importancia por su pequeñez y señalado en la ruta de las caravanas, lugar impuro, mezcla de gente y costumbres.

La periferia genera duda, desconfianza, riesgo e inseguridad. Quizás, algunas veces nos parecemos a Natanael. No estamos abiertos a otros y colocamos a las personas en determinadas categorías, como Natanael en principio lo hacía con Jesús.

Jesús confronto a Natanael a tener una visión más amplia: “Ven a ver”. Jesús cuestiona nuestros valores, confesiones y creencias.

Natanael tuvo un encuentro con el Señor. Era una persona que buscaba con sinceridad y honestidad a Dios. Estuvo abierto a lo que Jesús podría hacer en su vida y supero el prejuicio.

Dios seguirá cuestionando nuestro seguimiento porque no es el final del camino. Todo tiempo es oportuno para ver algo más grande. Vivamos la sorpresa y esperanza. La invitación está presente: “Ven a ver”. Miremos a Jesús con los ojos de la fe y tengamos esta experiencia que nos lleva a vivir lo sobrenatural.

Para Pensar: ¿Solemos tener prejuicios? ¿Sobre qué cosas y personas? ¿Cómo podemos superarlos? ¿En qué manera Dios cuestiona nuestro seguimiento y nos confronta? ¿Qué significa estar abierto a ver cosas mayores que vienen de Dios?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 15 de julio de 2025

“Se quedaron con El”

La búsqueda de la espiritualidad

La única manera de conocer a Jesús es ir por donde el camina. Suele desacomodarnos para quitar nuestras ambiciones egoístas. Es directo y nos quiere llevar a pensar en los demás, trabajar a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Nos invita a seguirle y busca una transformación en nosotros.

El evangelio de Juan nos dice que los primeros discípulos le siguieron y “se quedaron con El”, Jn 1:39. Jesús nos desafía a ver donde se hospeda. Su casa es casa de oración para todas las naciones, para todas las etnias, hasta lo último de la tierra, Mc 11:17. Está caminando por cada rincón de esta tierra, no se queda quieto y “es imprevisible en sus exigencias”. “El no soporta nuestra tienda angosta, de siempre. La quiere diferente, más espaciosa, más variada”, Is 54:2-3.

Estar en el seguimiento de Jesús es un proceso que comienza y nunca acaba. Implica creer y seguir creyendo.

Muchos quieren ver antes de comprometerse, pero bienaventurados son los que creen sin ver porque luego verán, Jn 20:29. “Sin la seguridad de haber visto y entendido todo, estamos llamados a arriesgarnos y actuar en la confianza de que Dios será fiel a su carácter y promesas. Como dijo Pablo, estamos llamados a vivir no por vista, sino por Fe, 2 Co. 5:7”.

Para Pensar: ¿Qué implicancia tiene para tu vida caminar con Jesús?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 14 de julio de 2025

¿Qué buscan?

 Una espiritualidad que explora

“¿Qué buscan? Vengan a ver”, Jn 1:35-39

"Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunto: ¿Qué buscan?", Jn 1:37-38. Jesús nos confronta y siempre es un buen momento para preguntarnos y pensar, ¿Qué es lo que buscamos de Jesús?

El Señor cuestiona a los que les siguen y nos desafía “Vengan a ver”, Jn 1:39. “Vengan a ver” es la gran invitación de Jesús. Nos desafía a profundizar nuestro compromiso y continuar un proceso de fe. No siempre buscamos a Jesús por motivos desinteresados, pero Jesús nos quiere llevar más allá. Es camino e invitación.

La única manera de conocerle es ir por dónde Jesús camina. Suele desacomodarnos para quitar nuestras ambiciones egoístas. Es directo y nos quiere llevar a pensar en los demás, trabajar a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Nos invita a seguirle y busca una transformación en nosotros.

Jesús es imprevisible en sus exigencias. “El no soporta nuestra tienda angosta, de siempre. La quiere diferente, más espaciosa, más variada”, Is 54:2-3. Estar en el seguimiento de Jesús es un proceso que comienza y nunca acaba. La invitación de Jesús es seguir para poder ver.

“Vengan a ver” significa pasar tiempo con El. Nos ofrece la oportunidad de acercarnos y conocerle más profundamente. Es permanecer en sus enseñanzas, Jn 8:31; y unirnos a su misión, Jn 20:21. Esto cambia nuestra historia y cambia la historia.

“Aceptemos por tanto nuestro camino. Que es siempre un camino incomodo, lleno de dificultades y de sorpresas. Saber caminar a oscuras, saber correr el riesgo, saber gustar la aventura cristiana en todo su maravilloso dramatismo”

Para Pensar: ¿Cuáles son nuestros sueños y proyectos? ¿En que deseamos invertir nuestra vida?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

El Evangelio según la Codicia vs el Contentamiento | Andrés Pérez | La P...

miércoles, 9 de julio de 2025

"Vengan a ver"

 El seguimiento en la espiritualidad 

Juan el Bautista se encontraba con dos de sus discípulos y al ver pasar a Jesús les dijo “¡Aquí tienen al Cordero de Dios!”. La razón de ser del Bautista era testificar sobre Jesús para que fuera revelado a Israel. El éxito de su ministerio era conducir a las personas a Jesús. 

“Cuando los dos discípulos le oyeron decir esto siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunto: ¿Qué buscan?, Jn 1:37-38 

Jesús confronto a estos dos discípulos y también nos confronta a nosotros.  Jesús cuestiona a los que les siguen. Más allá de nuestras primeras respuestas y motivos, el Señor nos desafía: “Vengan a ver”, Jn 1:39. 

“Vengan a ver” significa ser semejantes a Él, aprender, aceptar sus condiciones y experimentar poder, Mt 11:28-30. Nos desafía a profundizar nuestro compromiso y continuar un proceso de fe. 

Jesús es camino e invitación. Es crecer en la calidad de la relación con El, con nuestro prójimo, permanecer en sus enseñanzas, Jn 8:31; y unirnos a su misión, Jn 20:21. 

Para Pensar: ¿Qué estamos buscando de Jesús en este tiempo? 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Cómo sé si estoy madurando en Cristo | Andrés Pérez

Te invito a creer y seguir a Jesús

 Jesucristo el centro de la espiritualidad

La misión de Juan el Bautista fue bautizar para dar a conocer y manifestar la identidad del Señor, Jn 1:29-34. ¿Cómo entendía Juan la identidad del Cristo?

Anuncio tres temas fundamentales: Su primer gran anuncio fue ¡Aquí tienen al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!, Jn 1:29. Juan compara al Cristo con un cordero y nos ofrece una imagen de su identidad. Los corderos son vulnerables. Jesucristo se hizo vulnerable para compartir nuestras penas, alegrías, frustraciones y sueños, Fil 2:5-8. Es el cordero de Dios que se hizo vulnerable y quita nuestro pecado. Se rebajó, se humillo.

Ser semejante a Jesucristo en su identidad implica que en el Reino de Dios “la sumisión y la quietud son las características de los más fuertes”. Al decir que Jesús quita el pecado del mundo estamos diciendo que lo divino puede tocarnos y cambiarnos a nosotros. Sería muy difícil o casi imposible ver un cambio en nuestras propias vidas si Jesús no quita el pecado.

Su segundo gran anuncio fue que Jesucristo es el que Bautiza con el Espíritu Santo, Jn 1:33. Necesitamos de este bautismo para nacer de nuevo y día tras día andar en nueva vida. Es saturar nuestro ser con su Espíritu. Significa hundirnos, sumergirnos, empaparnos de Él. Es algo divino que ningún otro puede hacer, Jn 20:19-23.

Su tercer gran anuncio fue que Jesucristo es el Hijo de Dios, Jn 1:34. Conocer la identidad de Cristo es un don del cielo. “En ese momento le había sido revelado a Juan que Jesús no era otro que el Hijo de Dios”. “Nosotros le conocemos porque el escogió darse a conocer”.

Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, es el que nos bautiza con el Espíritu Santo y es el Hijo de Dios. ¿Lo crees?

Te invito a creer y seguir a Jesús. Tu pecado es borrado y perdonado, eres bautizado por su Espíritu Santo y una nueva vida comienza porque solo el Hijo de Dios puede hacer esto.

Para Pensar: ¿Estás dispuesto a creer y seguir a Jesucristo?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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