viernes, 26 de septiembre de 2025

«La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación»

  Resurrección y periferia

“No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo …, Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura”, Mc 16:6-15

Galilea era una región de poca importancia llamada tierra de paganos o gentiles, Is. 9:1, Mt. 4:15. Era un lugar de tierra rica pero explotada por latifundistas (Propiedad agraria de gran extensión que pertenece a pocas personas y que se caracteriza por la mala explotación de sus recursos). Por lo general la gente vivía marginada, con vergüenza y desprecio. Galilea es sinónimo de pobreza mientras que Jerusalén tenía privilegios políticos y religiosos. «Es muy posible que toda Galilea estuviera superpoblada en relación con las posibilidades de la tierra. Abundaban los huérfanos, las viudas, los pobres y los desempleados». Había muchos desheredados, hombres sin patria «Los discípulos son convocados a un peregrinaje…, de la marginalidad al compromiso. Jesús todavía continúa diciéndonos: Sígueme, Lc. 5:27, 9:59, 18:22». Fue en Galilea donde Jesús comenzó su ministerio, Lc. 4:14-15; y eligió a sus primeros discípulos, Lc. 6:12-16. Darío López comenta que la opción de Jesús por Galilea no fue circunstancial sino una elección intencional. ¿Porque la opción no surgió desde Jerusalén? Jesús eligió cumplir su ministerio entre las masas olvidadas por los líderes políticos y religiosos para luego ir a Jerusalén. La periferia representó tarea impostergable y compromiso ineludible. Incluía a todos ya sean Judíos, Samaritanos y Gentiles. Jesús los envía a llevar la buena nueva del Reino de Dios y este mandato es para todas las generaciones. Un mensaje que tiene que ver con la transformación total de la existencia humana. Por lo tanto, Jesucristo nos comisiona desde la periferia a llevar todo el evangelio a todas las naciones. «La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación»

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 25 de septiembre de 2025

“No llores, no tengas miedo”

El poder de la resurrección en el Pueblo de Dios, Jn 20:1-18

“No llores, no tengas miedo” ¡Cristo ha resucitado!, Mt 28:5. La resurrección de Jesucristo nos da suficientes motivos, razones y certezas para confiar y seguir a Jesús. La escritura nos dice que “el primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro…”, Jn 20:1. Aparentemente el propósito que tenían las mujeres de ir al sepulcro era llevar especies aromáticas, Mc 16:1, Lc 24:1. Quizás no sabían el trabajo realizado por Nicodemo y José de Arimatea, Jn 19:38-42. Para sorpresa de María Magdalena habían quitado la piedra que cubría la entrada. La piedra era muy grande, Mc 16:4. Ella se fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo. Les dijo: ¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!, Jn 20:2. Ambos discípulos fueron corriendo al sepulcro. Al entrar, Pedro vio las vendas y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús. El sudario aparece prolijamente enrollado en un lugar aparte. No se trataba de un robo humano. El otro discípulo que llegó primero y entro después “Vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar”, Jn 20:8-9. Nosotros como ellos también nos encontramos en un proceso de entender la escritura y poder progresar. Sin entender todo, se nos llama a creer y avanzar. La única manera de conocer a Jesús es caminar con él. En medio del camino las dudas son aclaradas y viene la certeza. María Magdalena se quedó llorando junto al sepulcro, Jn 20:10-11 y busca a Jesús como alguien que está muerto, Lc 24:5. Somos tentados a pensar que la resurrección de Jesucristo no puede ayudarnos en nuestras luchas, dudas y temores. Jesús nos invita a cambiar nuestro criterio y manera de entender las cosas. Jesús ya resucitado se le aparece a María Magdalena y la cuestiono ¿Por qué lloras? Quiere que veamos su presencia en medio de toda circunstancia. Ella solo podía ver al que cuidaba el huerto, Jn 20:15; y no se dio cuenta que era el Señor resucitado. A nosotros nos puede pasar lo mismo. Como seguidores de Jesús somos llamados a tener amplitud y no quedarnos con respuestas cerradas. Jesús no dejo sola a María Magdalena y la llama por su nombre. Ninguna situación está fuera del control de Dios y es su voz inconfundible la que nos hace recapacitar, tener esperanza y reconocer su presencia, Jn 10:3-4,16. Ella y las otras mujeres le abrazaron los pies y lo adoraron, Mt 28:9; pero su mandamiento fue de animar a los hermanos, salir al mundo y no privatizar la misión. No podemos detener a Jesús sino soltarlo y estar en su seguimiento. Demos a conocer esta noticia ¡He visto al Señor!, Jn 20:18; y que la resurrección del Señor este comprobada por la actividad y práctica de la Iglesia que se proyecta en la tarea inconclusa. No busquemos solo a Jesús para nosotros mismos sino para unirnos a su misión. Salgamos con una misión de amor compartiendo todo el evangelio con toda la humanidad

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Salieron de la oscuridad

 Salir de las sombras

“Más tarde, José de Arimatea, quien había sido un discípulo secreto de Jesús (por temor a los líderes judíos), pidió permiso a Pilato para bajar el cuerpo de Jesús. Cuando Pilato concedió el permiso, José fue a buscar el cuerpo y se lo llevó. Lo acompañó Nicodemo, el hombre que había ido a ver a Jesús de noche. Llevó consigo unos treinta y tres kilos de ungüento perfumado, una mezcla de mirra y áloe. De acuerdo con la costumbre de los entierros judíos, envolvieron el cuerpo de Jesús untado con las especias en largos lienzos de lino. El lugar de la crucifixión estaba cerca de un huerto donde había una tumba nueva que nunca se había usado. Y, como era el día de preparación para la Pascua judía y la tumba estaba cerca, pusieron a Jesús allí”, Jn 19:38-42

José de Arimatea y Nicodemo (Jn 7:32, 50-51) se transformaron en discípulos de Jesús. Ellos aparecieron arriesgándose. Salieron de la oscuridad y tomaron el cuerpo de Jesús para darle sepultura. Esto requería valor y fue parte de un proceso que los transformó en seguidores de Jesús. Juan seguramente narra estos acontecimientos con la esperanza y propósito de provocar una transformación en los cristianos secretos de su tiempo que querían mantener secreta su fe en Jesús y no entrar en problemas con los demás. No podemos domesticar el Reino de Dios a nuestra forma de pensar y ser. Su Reino viene para todos y somos llamados a ser testigos. Jesús pretende dirigir el Reino Universal por lo tanto Jesús nos confronta. Su Reino es una invitación abierta para aceptar sus prioridades y el poder del Espíritu Santo nos debe llevar de todas partes a todos lados.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 23 de septiembre de 2025

Un escrito realizado con lágrimas

 Y les entregó a Jesús para que hicieran con él como quisieran

“… le colocaron en la cabeza una corona hecha con ramas de espinos. Entonces comenzaron a burlarse de él, … Lo golpeaban en la cabeza con una vara y lo escupían, y arrodillándose delante de él le hacían reverencias. Cuando se cansaron de burlarse de él, le quitaron el manto rojo y le pusieron su propia ropa. Después se lo llevaron para clavarlo en la cruz.”, Mc 15:16-20

Este relato nos genera un fuerte pesar, lágrimas y dolor profundo. Esto es lo que nos describe Marcos cuando escribió sobre la crucifixión de Jesús. Lucas expresa: “Entonces Pilato sentenció a Jesús a muerte como la gente reclamaba… Y les entregó a Jesús para que hicieran con él como quisieran.”, Lc 23:24-25. El Señor y Rey del universo es maltratado por la humanidad. El justo sufriendo por los injustos, “tenía el rostro tan desfigurado que apenas parecía un ser humano, y por su aspecto, no se veía como un hombre.”, Is 52:14. “¿Quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso? Mi siervo creció en la presencia del Señor como un tierno brote verde, como raíz en tierra seca ... Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó. Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los que lo agobiaron ... él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados. Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros…, Fue oprimido y tratado con crueldad; … no dijo ni una sola palabra…, Sin embargo, cuando su vida sea entregada en ofrenda por el pecado, tendrá muchos descendientes…, Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores”, Is 53:1-9.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 21 de septiembre de 2025

Cuando hacemos memoria del Señor compartimos la alegría de estar juntos

El camino y una mesa abierta  

“Mientras comían, Jesús tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a ellos, diciéndoles: —Tomen; esto es mi cuerpo. Después tomó una copa, dio gracias y se la dio a ellos, y todos bebieron de ella.  —Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos —les dijo—. Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios”, Mc 14:22-25

El camino es la imagen que define mejor la condición humana. Nos habla de precariedad, fatiga, esperanza, peligros, luz, extravíos, imprevistos. Es aquí donde podemos encontrarnos con aquel que dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, “—Yo soy el pan que da vida. El que confía en mí nunca más volverá a tener hambre; el que cree en mí, nunca más volverá a tener sed.”, Jn 6:35. “Tomen mi pan, este es mi cuerpo”, “tomen de la copa, esta es mi sangre”. Cuando hacemos memoria del Señor compartimos la alegría de estar juntos. La fe no es un asunto privado, sino un hecho público. El pueblo de Dios es un pueblo que camina, está en marcha, viaja, comparte el pan y la copa. La mesa del pan y del vino es un lugar de celebración donde juntos buscamos a Dios y nos dejamos alcanzar por él. Es una mesa que nos llama a la unidad y fraternidad en la relación unos con otros. La santa cena es una cita, memoria y anuncio, un encuentro con los suyos y a su vez constituye un adiós. ”Así que, cada vez que ustedes comen de ese pan, o beben de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva”,1 Co 11:26. Este anuncio tiene que ver con todos los pueblos y todas las etnias. ¿Están todos servidos? El pueblo de Dios celebra este acontecimiento que pertenece al pasado, lo comparte en el presente y garantiza el futuro en la esperanza del Reino de Dios. “Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.” La única respuesta a la sangre derramada por el Señor es vivir un amor sin medida.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 20 de septiembre de 2025

Está aquí cenando conmigo

 Una cena complicada

“Al anochecer, Jesús y los doce discípulos fueron al salón. Mientras cenaban, Jesús dijo: —El que va a entregarme a mis enemigos, está aquí cenando conmigo. Los discípulos se pusieron muy tristes, y cada uno le dijo: —No estarás acusándome a mí, ¿verdad? Jesús respondió: —Es uno de ustedes, y ahora mismo está mojando su pan en el mismo plato que yo”, Mc 14:17-21

Cuando Jesús nos confronta y examina nuestro caminar nos podemos encontrar con una palabra que nos perturba, “—El que va a entregarme a mis enemigos, está aquí cenando conmigo”. Nuestra reacción podría ser como la de ellos "—No estarás acusándome a mí, ¿verdad?”. Cuando los discípulos se pusieron muy tristes quizás se estaban mirando a sí mismos ante sus opciones oscuras y con sus pecados no confesados. Es el momento donde todo sale a la luz y en esta cena no falta nada, orgullo, impureza, incredulidad, desconfianza, lucha por el poder, traición. Recordamos las palabras de Jesús cuando le dice a sus discípulos "amigos, ...”, Jn 15:15. En medio de cualquier circunstancia Jesús se atreve a llamarme “amigo”. Espera de nosotros algo diferente y un nuevo comienzo. Cuando esto no ocurre se le abre la puerta al adversario. “Cuando Judas comió el pan, Satanás entró en él”, Jn 13:27. El demonio tiene vía libre cuando el amor se convierte en desertor. “Así que Judas se fue enseguida y se internó en la noche.”, Jn 13:30. Cada uno se quedó en su sitio y no se movieron para ir a buscar a Judas. ¿No se habrán dado cuenta? ¿Estaría cada uno pensando en sus propias traiciones? ¿No les interesó la salida de Judas? Parece que esta comida llena de amor se convirtió en una cena de indiferencia de la iglesia naciente. Él sigue esperando que alguno de los “suyos” se levante y salga fuera a buscar al que se puede perder. “Amados hermanos, si otro creyente está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma tentación. Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros”, Ga 6:1-3

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 18 de septiembre de 2025

Salgamos a su encuentro

 Saliendo fuera

“Faltaban dos días para que se celebrara la fiesta de la Pascua. A esta fiesta también se le llamaba fiesta de los panes sin levadura. En esos días, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley buscaban la manera de engañar a Jesús, para poder arrestarlo y matarlo.  Decían entre ellos: «Vamos a hacerlo, pero no durante la fiesta, no sea que la gente se alborote y se ponga en contra de nosotros”, Mc 14:1-2

Se acercaba el tiempo de la pascua y para el pueblo esta celebración representaba la historia de la salvación. Este relato gira alrededor de la palabra “preparar”. Los dirigentes se preparan para arrestar a Jesús, en el caso de Judas se prepara para traicionarlo, una mujer con un frasco de perfume muy caro se anticipa a preparar el cuerpo del Señor para su entierro y Jesucristo da las indicaciones para los preparativos de la cena pascual. Mientras que los dirigentes excluyen a Jesús para celebrar la pascua, él se manifiesta como el salvador. Jesús inaugura un nuevo tiempo, una pascua nueva. Jesús es el cordero de Dios que nos libra de los pecados y nos relaciona con Dios. Este acontecimiento es recordado por el pan y el vino. Dios nos llama en este tiempo a celebrar la vida porque Jesús lo entregó todo por nosotros. Sigamos cada día dando lo mejor y sirviendo a todas las personas a la cual Dios nos envía. “Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento”, Heb 13:12-13. “El amor de Cristo domina nuestras vidas..., y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos. Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios.”, 2 Co 5:14-20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Puede aparecer la luz que buscamos

Buscando la luz

“Ya era viernes por la tarde, y los judíos se estaban preparando para las celebraciones especiales del día sábado. Un hombre llamado José, del pueblo de Arimatea, no tuvo miedo de pedirle a Pilato el cuerpo de Jesús. José era un miembro muy importante de la Junta Suprema. Además, él oraba para que el reinado de Dios empezara pronto. Pilato se sorprendió mucho al oír que Jesús ya había muerto. Por eso, llamó al oficial romano para ver si era cierto, y para averiguar cuándo había sucedido. Cuando el oficial regresó con el informe, Pilato dio permiso para que le entregaran a José el cuerpo de Jesús. José compró entonces una sábana de tela muy fina y cara. Bajó a Jesús de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en una tumba. Hacía poco tiempo que José la había mandado construir en una gran roca. Luego tapó la entrada de la tumba con una piedra muy grande”, Mc 15:42-47

Cuando hay mucha familiaridad con la oscuridad debemos seguir confiando que puede aparecer la luz que necesitamos. Dios nos llama a no renunciar a lo que hemos creído y sostenido. “José era seguidor de Jesús, pero no se lo había dicho a nadie porque tenía miedo de los líderes judíos”, Jn19:38. La esperanza puede resurgir cuando seguimos siendo audaces y valientes. “Jose fue un hombre bueno y honesto, y deseaba que Dios comenzara ya a reinar en el mundo. José era miembro de la Junta Suprema, pero cuando la Junta decidió que Jesús debía morir, él no estuvo de acuerdo”, Lc 23:50-51. Dios nos llama a salir de la oscuridad y caminar hacia la luz. “Jose oraba para que el reinado de Dios empezara pronto”. Es una luz que no podemos ocultar. »Ustedes son como una luz que ilumina a todos. Son como una ciudad construida en la parte más alta de un cerro y que todos pueden ver. Nadie enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón. Todo lo contrario: la pone en un lugar alto para que alumbre a todos los que están en la casa”, Mt 5:14-15. "Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él”, Mt 11:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 16 de septiembre de 2025

Conocedor del dolor más profundo

 Conocedor de todo el dolor humano

“Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, el cielo se puso oscuro. A esa hora, Jesús gritó con mucha fuerza: «Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani?» Eso quiere decir: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?», Mc 15:33-34. “Entonces Jesús volvió a gritar con fuerza, y entregó su espíritu”, Mt 27:50

“Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó. Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los que lo agobiaron ... él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados. Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros. Fue oprimido y tratado con crueldad; sin embargo, no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca. Al ser condenado injustamente, se lo llevaron ... Él no había hecho nada malo, y jamás había engañado a nadie. Pero fue enterrado como un criminal; ... Sin embargo, cuando su vida sea entregada en ofrenda por el pecado, tendrá muchos descendientes ... Y a causa de lo que sufrió, mi siervo justo hará posible que muchos sean contados entre los justos, porque él cargará con todos los pecados de ellos. Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte ...”, Is 53:10-12. "Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo", 2 Co 5:20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 12 de septiembre de 2025

Traspasa todo poder

Mirarán al que traspasaron

“Cuando llegaron a Jesús, se dieron cuenta de que ya había muerto. Por eso no le quebraron las piernas. Sin embargo, uno de los soldados atravesó con una lanza el costado de Jesús, y enseguida salió sangre y agua. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Biblia: «No le quebrarán ningún hueso». En otra parte, la Biblia también dice: «Mirarán al que atravesaron con una lanza», Jn 19:31-37.

Jesús fue traspasado en la cruz y el que fue atravesado con una lanza es el que traspasa todo poder. Es el poder del amor su fuerza irresistible y nos llama a tener otra mirada. Significa seguir la lógica del amor y dejar el orgullo, el deseo de supremacía, la pretensión de conquistar posiciones favorables y que la tentación de imponernos sea crucificada y clavada en la cruz. Es dejar que me atraviese su vida y su espíritu quitando todo otro poder. “¿Acaso piensan que las Escrituras no significan nada? Ellas dicen que Dios desea fervientemente que el espíritu que puso dentro de nosotros le sea fiel. Y él da gracia con generosidad. Como dicen las Escrituras: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes» Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo. Derramen lágrimas por lo que han hecho. Que haya lamento y profundo dolor. Que haya llanto en lugar de risa y tristeza en lugar de alegría. Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor”, Stg 4:5-10. “Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados”, Is 53:5. “Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro”, Sal 34:5. “¡Miren! Él viene en las nubes del cielo. Y todos lo verán, incluso aquellos que lo traspasaron. Y todas las naciones del mundo se lamentarán por él. ¡Sí! ¡Amén!”, Ap 1:7

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 11 de septiembre de 2025

“Creyente no es el privilegiado envuelto en la luz; es el que, incluso en la oscuridad, logra ver claro”

Una declaración decisiva

“Jesús lanzó un fuerte grito y murió … El oficial romano que estaba frente a Jesús lo vio morir, y dijo: —En verdad este hombre era el Hijo de Dios.”, Mc 15:37-39

Marcos nos habla de un oficial romano que reconoce en Jesús al Hijo de Dios. Esta declaración constituye el punto de llegada del Evangelio. Es la respuesta tan esperada a una pregunta fundamental: ¿Quién es Jesús? Esta contestación viene de parte de un gentil o pagano y se constituye en una verdadera declaración de fe. Nos hace ver que el Espíritu prometido ya estaba actuando en medio de las personas. Cuando Jesús fue bautizado una voz que venía del cielo le dijo: «Tú eres mi Hijo, a quien quiero mucho. Estoy muy contento contigo.», Mc 1:11 y ahora, en el Calvario, después de su muerte hay un reconocimiento: "En verdad este hombre era el Hijo de Dios". Es interesante observar que esta declaración no viene de parte de un discípulo, un amigo o un familiar, sino de parte de un gentil. Este oficial llegó a descubrir la identidad de Jesús no precisamente en el momento del triunfo, sino en la derrota y el fracaso. Nos encontramos con el cuerpo de Jesús azotado, una corona de espinas en la cabeza, desnudo, burlado, expuesto a todos los golpes, clavado y asesinado en una cruz. Es conmovedor ver que Jesús es reconocido no en el momento feliz de los milagros, sino cuando se negó a hacer el milagro de bajar de la cruz y murió. En la oscuridad del final es reconocido por este oficial, un gentil que puede ver con claridad. En medio de la densa tiniebla que cubrió la tierra, esta persona pudo distinguir un rostro divino. Lo reconoce cuando está desfigurado y no transfigurado. “Creyente no es el privilegiado envuelto en la luz; es el que, incluso en la oscuridad, logra ver claro” “Mientras esperan al Señor, muéstrense alegres; cuando sufran por el Señor, muéstrense pacientes; cuando oren al Señor, muéstrense constantes.”, Ro 12:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lenox

martes, 9 de septiembre de 2025

El cielo es hoy

 La espiritualidad del día a día

“—Jesús, acuérdate de mí, …. Jesús respondió: —Te aseguro que hoy estarás conmigo…”, Lc 23:39-43

El cielo es hoy, aunque me encuentre en una situación que no es agradable. El criminal en la cruz no había estudiado teología, pero a diferencia de Pilato y otros lo proclamo rey sin dudarlo. Le reconoce un Reino cuando lo ha perdido todo, hasta los amigos más íntimos. Y además le reconoce que es un Dios de misericordia. Cuando tenemos las manos clavadas en una cruz, todavía podemos elevar una oración y Dios nos responde. Su amor lo llena todo. Jesús nos salva y recupera lo que está perdido. Aceptamos una herencia que muchos dejan para “mañana”. Tenemos necesidad de escuchar nuevamente el “Hoy de Dios”. Hoy es la salvación, hoy es la conversión, hoy es el perdón, hoy debo abrir los ojos y escuchar y hoy debo reconocer a mi Rey y Señor. El cielo es hoy.  “Acuérdate de mí … Hoy estarás conmigo”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 8 de septiembre de 2025

Los rasgos de un rostro divino

 "De la Oscuridad a la Luz: El Arrepentimiento en la Cruz"

“Uno de los criminales colgados junto a él se burló: «¿Así que eres el Mesías? Demuéstralo salvándote a ti mismo, ¡y a nosotros también!».  Pero el otro criminal protestó: «¿Ni siquiera temes a Dios ahora que estás condenado a muerte? Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada malo». Luego dijo: —Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Jesús respondió: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.”, Lc 23:39-43

En el relato de la crucifixión nos encontramos con un criminal que ha hablado con Jesús antes de la muerte final. No resultaba fácil hablar en aquellas condiciones. La cruz impide los largos discursos. Jesús y el criminal se han entendido. Se han dicho todo aquello que era necesario decirse con pocas palabras: “—Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Jesús respondió: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.” El criminal o ladrón descubre a Dios bajo la imagen de un delincuente común. El criminal reconoce a Cristo como Rey y Señor no en el momento del triunfo, de los milagros, de los aplausos, sino en el momento de la “derrota”, cuando sus discípulos han desaparecido. Jesús se encuentra con una corona de espinas, su cuerpo esta marcado por los azotes, desnudo, reducido a nada, expuesto a todos los golpes. En la oscuridad del fracaso, el ladrón demuestra ver con claridad. En medio de la densa tiniebla, distingue con precisión los rasgos de un rostro divino. Lo reconoce cuando está “desfigurado”.  Es fácil seguir al Jesús de los milagros, de las revelaciones excepcionales, rodeado por la multitud, pero se necesita ser valiente para seguir el itinerario de ese hombre que se esconde, que no se defiende, que se deja procesar y burlar. Hay un hecho que contradice la lógica o el sentido común y parece un callejón sin salida. En la vida podemos ser perdedores, pero no estar perdidos cuando estamos dispuestos a ponernos del lado de este rey, que según la valoración humana puede parecer un perdedor. El criminal arrepentido puede convertirse en nuestra historia.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 7 de septiembre de 2025

Junto a Jesús no hay puestos reservados, son más bien lugares dejados libres y esto nos desafía a modificar nuestros itinerarios

 Modificando el itinerario

“Los soldados salieron con Jesús, y en el camino encontraron a un hombre llamado Simón, que era del pueblo de Cirene. Simón era padre de Alejandro y de Rufo; regresaba del campo y los soldados lo obligaron a cargar la cruz de Jesús”, Mc 15:21

Cirene es una ciudad del norte de África en Libia. Allí habitaban numerosos judíos y representaban una cuarta parte de la población. Marcos nos presenta a Simón y a sus hijos que probablemente serían personas conocidas en la primera comunidad cristiana. Simón es obligado a dar un servicio y en este caso llevar la cruz de Jesús. Simón regresaba del campo que en definitiva representaba la periferia de la ciudad y es el protagonista de un hecho histórico. Es el primer discípulo que sigue a Jesús llevando la cruz. Tiempo atrás Jesús les había enseñado a los discípulos que debían estar preparados para llevar la cruz, pero en esa hora no podemos encontrarlos. Al no haber voluntarios para llevar la cruz, los soldados proceden a llamar a otra persona, le guste o no le guste. En este caso el llamado al seguimiento no se ha realizado por el Señor, sino por los que van a ejecutar la pena de muerte. Hay situaciones en que el seguimiento a Jesús se transforma en un llamado que viene de un mundo que pide urgentemente nuestra intervención, nos guste o no. El gesto de Simón de Cirene como la declaración de fe del oficial romano al ver morir a Jesús (Mc 15:39), indican que nuestro Dios levanta otras personas inesperadas, llegadas de lejos, que realizan y dicen lo que deberían haber hecho y dicho los “cercanos”, “los íntimos”, pero que no se dejan encontrar en la hora decisiva. Junto a Jesús no hay puestos reservados, son más bien lugares dejados libres y esto nos desafía a modificar nuestros itinerarios. “No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo. Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando. Estén listos para ayudar a los hijos de Dios cuando pasen necesidad. Estén siempre dispuestos a brindar hospitalidad”, Ro 12:11-13

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 5 de septiembre de 2025

Y les entregó a Jesús para que hicieran con él como quisieran

 Un escrito realizado con lágrimas

“… le colocaron en la cabeza una corona hecha con ramas de espinos. Entonces comenzaron a burlarse de él, … Lo golpeaban en la cabeza con una vara y lo escupían, y arrodillándose delante de él le hacían reverencias. Cuando se cansaron de burlarse de él, le quitaron el manto rojo y le pusieron su propia ropa. Después se lo llevaron para clavarlo en la cruz.”, Mc 15:16-20

Este relato nos genera un fuerte pesar, lágrimas y dolor profundo. Esto es lo que nos describe Marcos cuando escribió sobre la crucifixión de Jesús. Lucas expresa: “Entonces Pilato sentenció a Jesús a muerte como la gente reclamaba… Y les entregó a Jesús para que hicieran con él como quisieran.”, Lc 23:24-25. El Señor y Rey del universo es maltratado por la humanidad. El justo sufriendo por los injustos, “tenía el rostro tan desfigurado que apenas parecía un ser humano, y por su aspecto, no se veía como un hombre.”, Is 52:14. “¿Quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso? Mi siervo creció en la presencia del Señor como un tierno brote verde, como raíz en tierra seca ... Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó. Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los que lo agobiaron ... él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados. Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros…, Fue oprimido y tratado con crueldad; … no dijo ni una sola palabra…, Sin embargo, cuando su vida sea entregada en ofrenda por el pecado, tendrá muchos descendientes…, Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores”, Is 53:1-9.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 4 de septiembre de 2025

¿Qué es la verdad?

 La Verdad

“—¿Qué es la verdad? —preguntó Pilato…”, Jn 18:37-39

Nos encontramos con Pilato frente a Jesús y cuando el tema se trata de la verdad no solo puede producir incomodidad, sino también temor que aquel hombre que tiene encadenado le diga que es la verdad. El juez se puede convertir en acusado y los roles pueden ser cambiados cuando se trata de valentía y dignidad. Nos encontramos con una persona libre estando presa y un magistrado o prefecto romano encadenado al poder y a los intereses de otros. Pilato parece controlar la situación desde su alto cargo de funcionario de la gran potencia dominante. Su comportamiento puede marcar el desprecio que muchas veces sienten los burócratas hacia la víctima, como hacían los que perseguían a Jesús. “—¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó.” Y quizás con tono sarcástico “Así, con esta apariencia, ¿vas a ser tú rey?”. “Jesús contestó: —¿Lo preguntas por tu propia cuenta o porque otros te hablaron de mí?”. Frente a Jesús nos encontramos a inquietantes interrogatorios. Pilato que comenzó con cierta insolencia e ironía se ve obligado a modificar su actitud. Jesús no mira su jerarquía, cargo y posición. Lo despoja de su máscara autoritaria para confrontarlo interiormente ¿Tu cuestión es personal, auténtica o solo es superficial y curiosa? ¿Te sientes implicado con relación a tu persona o esto solo afecta para cuidar tu posición? Ante las preguntas de Pilato, Jesús responde “En realidad, yo nací y vine al mundo para dar testimonio de la verdad. Todos los que aman la verdad reconocen que lo que digo es cierto.” “ —¿Qué es la verdad?—preguntó Pilato”. Con Pilato nos encontramos con un intento normal de esconder las cuestiones que más atormentan y más secretas. Tiene miedo a que la verdad sea aquella que tiene delante sin triunfalismo, sin aplausos, sin privilegios, no rentable. Miedo a descubrir una verdad que pierde, que da risa, humilla, perseguida y en minoría. Es el miedo a una verdad que es más importante que el dinero y la popularidad. Alessandro Pronzato comenta: “¿La verdad? Demasiado comprometedora. Si fuera sólo cuestión de conocer, se la podría afrontar. Pero es claro que se trata de verse involucrado, implicado”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 3 de septiembre de 2025

“Cuando alguien pertenece al reino de Dios, lo demuestra por lo que hace y no sólo por lo que dice”, 1 Co 4:20

Para este mundo

“Mi reino no es de este mundo —contestó Jesús—. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo”, Jn 18:36

Jesús nos dice que su reino no se origina en este mundo, en su sistema, en sus opciones. Su reino se origina en Dios, pero es para este mundo. “Si el ‘reino’ tiene que ver solamente con el ‘más allá’, los que predican ese ‘reino’ no tendrán mayores conflictos con el “más acá”. Este tipo de evangelio les gusta a los poderes de este mundo, pero también, les puede gustar a los "cristianos" porque no les trae problemas. El Reino de Dios es un reino Universal, multicultural y multiétnico. Jesús es el reino de Dios encarnado derrotando a la maldad y crueldad con su propia vida. Jesús coloca su enfoque en el Reino de Dios y nos ayuda a pensar en esta dimensión. El reino de Dios no es una ética, ni una ideología social sino la autoridad y poder de Dios en acción por medio de palabra y obra que se centraliza en una persona; la persona de Jesús el Mesías. “Cuando alguien pertenece al reino de Dios, lo demuestra por lo que hace y no sólo por lo que dice”, 1 Co 4:20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

 

martes, 2 de septiembre de 2025

“Si” a unos y “No” a otros. El ¡Sí! a él debe salir de un “No” a otras cosas. El tema central es comprometer nuestra existencia con el Señor.

 Un absoluto “SI”

“Pilato le preguntó a Jesús: —¿Eres en verdad el rey de los judíos?”, Mc 15:2

Pilato se caracterizó por ser una persona indeterminada, confusa, oscura, incierta y oportunista. Su perfil quedaría resumido en no tener complicaciones. Los dirigentes religiosos entregaron a Jesús por envidia porque lo que estaba en juego era el poder y el control, Mc 15:9-10. Por otro lado, sabían que a Pilato solo le podría interesar el aspecto político. Luego de un juicio interno y proceso injusto entregan a Jesús por ser un perturbador. Pilato discute e intenta negociar, se toma tiempo, pero luego cede ante la multitud. Todos tienen prisa, en el caso de Pilato "terminar" con lo que había tratado de evitar y para los religiosos "eliminar al perturbador para pasar su pascua tranquila". Pilato se debe enfrentar cara a cara con Jesús, con los jefes judíos, con el pueblo y en su imaginación con sus superiores de Roma. Todo esto nos lleva a pensar que hay momentos en la vida que debemos tener valor para decir “Si” a unos y “No” a otros. “No” a la crueldad, la violencia, la mentira, el engaño, la manipulación y búsqueda del poder para eliminar a quien sea. Cuando no se tiene valor para estar cara a cara con Jesús es cuando cedemos el lugar a otras cosas y nos alejamos de los valores del Salvador. Ese puede ser el momento donde corremos el peligro de mirar para otro lado y las decisiones podrían ser como la de Pilato: “quedar bien con aquello que destruye”. Dios nos llama en este tiempo a ser coherentes, tener convicción y no eliminar la presencia inquietante de Jesús. El ¡Sí! a él debe salir de un “No” a otras cosas. El tema central es comprometer nuestra existencia con el Señor. Jesús quiere convertirse en una decisión seria para nosotros. "Pero a cualquiera que me desconozca delante de los demás, yo también lo desconoceré delante de mi Padre que está en el cielo.", Mt 10:33. Vivamos nuestra vida en su seguimiento.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 1 de septiembre de 2025

“Alegrarnos con los que están alegres y vivir en armonía unos con otros”, Ro 12:15-16

 Arrestado por envidia

“Pilato sabía muy bien que los líderes religiosos habían arrestado a Jesús por envidia”, Mt 27:18

Poncio Pilato estaba convencido de la inocencia de Jesús e insistió en su absolución porqué desconfiaba de los jefes de los sacerdotes. Ellos deseaban su muerte a causa de la popularidad que había logrado junto al pueblo. La envidia es la venganza de los incapaces y lo que se envidia es la capacidad de los otros. El envidioso revela, a pesar suyo, la grandeza del otro. El envidioso es como aquel que arroja piedras contra un árbol lleno de frutos. El que envidia pretende oscurecer, ocultar, echar sombras sobre la capacidad del otro y termina iluminando la grandeza ajena. Su tragedia es esta: el bien le hace estar mal. La envidia puede producir un desastre en la vida e innumerables sufrimientos para todos. No se puede construir la vida propia tirando abajo la ajena. La envidia se puede convertir en amor si no esquivamos la meta de ver que a otros les vaya bien. Se nos llama a “alegrarnos con los que están alegres y vivir en armonía unos con otros”, Ro 12:15-16. Si germina el amor la envidia habrá desaparecido. Sepamos vivir con alegría, generosidad, reconocer a otros y dar ánimo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 31 de agosto de 2025

Es clave darnos cuenta de que hay una oportunidad en la vida y si se presenta una sola vez, es la oportunidad de ser uno mismo

 Intereses mezquinos

“Herodes y Pilato, que antes eran enemigos, se hicieron amigos ese día”, Lc 23:12

La crítica situación legal en que se encontraba una persona inocente fue la ocasión que utilizaron dos políticos ambiciosos para salvaguardar sus intereses mezquinos. Son personas capaces de hacer las alianzas más contradictorias con tal de alcanzar determinados objetivos. Todo está en relación con un preciso cálculo de interés, comodidad y utilidad. El poder les seduce y es la perspectiva en la que se colocan para examinar todo y a todos. Son gente que se pierden en sí mismas sin encontrar el verdadero valor que tienen las relaciones basadas en la dignidad, la verdad, la justicia y el amor. Es ahí donde renuncian a su libertad de ser y decir lo que corresponde. Es clave darnos cuenta de que hay una oportunidad en la vida y si se presenta una sola vez, es la oportunidad de ser uno mismo. Tengamos las manos libres para dar la vida por todos aquellos que necesitan la justicia, la verdad y mantener su dignidad. "Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti. Esa es la esencia de todo lo que se enseña en la ley y en los profetas”, Mt 7:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 30 de agosto de 2025

Seguir a Jesús es dejarse inquietar por Dios

 El alboroto y la peligrosidad

“Luego, todos los de la Junta Suprema se pusieron de pie y llevaron a Jesús ante Pilato, el gobernador romano. Cuando llegaron, comenzaron a acusar a Jesús y dijeron: —Señor gobernador, encontramos a este hombre alborotando al pueblo para que se rebele contra Roma. Dice que no debemos pagar impuestos al emperador, y que él es el Mesías. Es decir, se cree rey”, Lc 23:2

Estar en el seguimiento de Jesús puede resultar peligroso, pero peor es llevar una vida insignificante. Cuando una vida no tiene nada que decir y no inquieta a nadie puede perder significancia. Seguir a Jesús es dejarse inquietar por Dios. Conocer a Jesús y seguirlo no suaviza sus exigencias, tampoco hay facilidades. Implica decir quiénes somos, lo que creemos, lo que anhelamos y amamos. La capacidad de inquietar está directamente relacionada con la disponibilidad de estar abiertos a los valores del Reino de Dios. Es una decisión precisa, lúcida y coherente. El testimonio depende de la amplitud del ideal. Lo contrario será llevar una vida muy aburrida. La peligrosidad puede estar relacionada con situaciones que necesitan ser transformadas. El Reino de Dios no está ausente o estático. Parece estar oculto y en secreto, pero puede verse con los ojos de la fe. Las personas pueden experimentar este reino y entrar en él. “Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él.”, Mt 11:12. Nuestra existencia puede estar relacionada con algo que merezca jugarnos por entero. "El Reino de Dios se desarrolla desde lo pequeño a lo grande, de lo sencillo a lo completo, de lo familiar y cercano a lo social y distante. Hablamos de un reino que crece sin protagonismos y sin la pompa de los célebres". Lo sencillo, frágil y pequeño es lo que produce el avance del Reino de Dios. Seamos semillas de fe, que Dios nos plante llevando esperanza y cubriendo la vida con amor.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lenox

viernes, 29 de agosto de 2025

Solo él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde no seré sacudido

La palabra de vida que sale del silencio

“—¿Eres el Cristo, el Hijo del Bendito? —le preguntó de nuevo el sumo sacerdote —Sí, yo soy —dijo Jesús—. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo", Mc 14:61-62

El silencio no es egoísta y no se repliega sobre sí mismo. El silencio es plenitud, no vacío. Es riqueza, don, comunicación, no aspereza. Callar puede ser necesario y es el sacrificio de la palabra, pero el mutismo puede ser cruel y destructor. Una cosa es el silencio, pero otra diferente es quedarnos mudos. Zacarías se quedó mudo en vez de permanecer en silencio. Si hubiera aceptado la revelación, quizás no habría salido mudo del templo, Lc 1:11-20. En la vida hay tiempo para callar y un tiempo para hablar, Ec 3:7. Del silencio nace la palabra justa en el momento justo y del silencio nace la palabra que es vida. “De la Palabra nace la vida, y la Palabra, que es la vida, es también nuestra luz. La luz alumbra en la oscuridad, ¡y nada puede destruirla!... Aquel que es la Palabra estaba en el mundo. Dios creó el mundo por medio de aquel que es la Palabra, pero la gente no lo reconoció. La Palabra vino a vivir a este mundo, pero su pueblo no la aceptó. Pero aquellos que la aceptaron y creyeron en ella, llegaron a ser hijos de Dios. Son hijos de Dios por voluntad divina, no por voluntad humana. Aquel que es la Palabra habitó entre nosotros y fue como uno de nosotros. Vimos el poder que le pertenece como Hijo único de Dios, pues nos ha mostrado todo el amor y toda la verdad”, Jn 1:1-14. Jesucristo nos vuelve a decir “—Sí, yo soy”, “Yo soy el que soy”. Yo soy lo que toda persona necesita. “Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios, porque en él está mi esperanza. Solo él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde no seré sacudido. Mi victoria y mi honor provienen solamente de Dios; él es mi refugio, una roca donde ningún enemigo puede alcanzarme. Oh pueblo mío, confía en Dios en todo momento; dile lo que hay en tu corazón, porque él es nuestro refugio”, Sal 62:5-8

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 28 de agosto de 2025

Cuando todo ha sido juzgado por la arbitrariedad, el atropello y autoritarismo solo nos queda encomendarnos a Dios

Las palabras del silencio

"Poniéndose de pie en el medio, el sumo sacerdote interrogó a Jesús: —¿No tienes nada que contestar? ¿Qué significan estas denuncias en tu contra? Pero Jesús se quedó callado y no contestó nada.”, Mc 14:60-61

Mientras que otros pueden tomar la palabra, hay situaciones donde el silencio puede hablar más que las palabras. La palabra puede ser tomada y pedida, pero también dejada. Muchos intentan brillar con palabras, pero otros iluminan por medio del silencio. El silencio auténtico es algo sumamente intenso y posee una densidad real. Es verdaderamente algo vivo. Si mi silencio no le dice nada, mis palabras serán inútiles. Está todo dicho y no hace falta más. La luz y palabras del silencio pueden ser hechos y acciones concretas que marcan la verdad y los valores de integridad. Ahora bien, cuando hay acusaciones infundadas que muchos sufren el silencio no es bueno sino malo. Cuando todo ha sido juzgado por la arbitrariedad, el atropello, la mezquindad, la envidia, el egoísmo y autoritarismo solo nos queda encomendarnos a Dios. “Dios es mi defensor, él salva a los de corazón íntegro”, Sal 7:11. "Oré al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro ... ¿Quieres vivir una vida larga y próspera? ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras! Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y esfuérzate por mantenerla. Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno; sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio ... El Señor oye a los suyos cuando claman a él por ayuda; los rescata de todas sus dificultades. El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado. La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión", Sal 34:4-22

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 27 de agosto de 2025

Dios nos llama a la relación unos con otros, no estar solos y no dejar a nadie solo

 La soledad y el abandono

"Todavía estaba hablando Jesús cuando de repente llegó Judas, uno de los doce. Lo acompañaba una turba armada con espadas y palos, enviada por los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos. El traidor les había dado esta contraseña: «Al que yo le dé un beso, ese es; arréstenlo y llévenselo bien asegurado». Tan pronto como llegó, Judas se acercó a Jesús. —¡Rabí! —le dijo, y lo besó. Entonces los hombres prendieron a Jesús. Pero uno de los que estaban ahí desenfundó la espada e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole una oreja. —¿Acaso soy un bandido —dijo Jesús—, para que vengan con espadas y palos a arrestarme? Día tras día estaba con ustedes, enseñando en el templo, y no me prendieron. Pero es preciso que se cumplan las Escrituras. Entonces todos lo abandonaron y huyeron”, Mc 14:43-52

El arresto de Jesús nos marca la traición y el abandono de los amigos. Luego es condenado, burlado, torturado, echado y crucificado fuera de la ciudad. La soledad y el abandono es un componente de la cruz y un distintivo de ese momento. Hay dolor cuando se sufre el alejamiento de los que tenían que estar cerca. Jesús está solo, especialmente en la hora del arresto, mientras los discípulos se dan a la fuga. Nadie le responde y la única palabra que escuchará será la de Judas. También recibirá un beso y será el beso de la traición. Lo han dejado solo, lo entregaron. Hay tristeza cuando te dejan solo y no siempre se capta ese dolor. La distancia puede ser culpable cuando se trata de la indiferencia, de no preguntar, de interesarnos, de la capacidad de comprometernos y cuando hay ausencia es cuando “llega la hora”. Dios nos llama a la relación unos con otros, no estar solos y no dejar a nadie solo. Se trata de ocupar estos espacios vacíos por medio de la comunión, del ánimo, la escucha atenta y el consuelo. “Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno”, Heb 10:24 “Amen a los demás con sinceridad ..., y respétense siempre, … Si alguno está alegre, alégrense con él; si alguno está triste, acompáñenlo en su tristeza. Vivan siempre en armonía", Ro 12:9-16

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

«La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación»

   Resurrección y periferia “No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está a...