sábado, 28 de diciembre de 2019

Nostalgia

NOSTALGIA En cuanto a la mujer de Lot, quedó convertida en estatua de sal por haber mirado hacia atrás. (Génesis 19:26) Nostalgia. La nostalgia ​ es descrita como un sentimiento de anhelo por un momento, situación o acontecimiento pasado. Es "el cualquier tiempo pasado fue mejor". Es centrarse en el pasado en vez de disfrutar el presente y enfocarse hacia el futuro. Es poner los ojos en aquello que hemos perdido y, consecuentemente, perder la capacidad de ver y recibir lo nuevo que Dios nos puede dar. El problema no es mirar hacia atrás; es quedarnos paralizados por ese anhelo hacia cosas que nunca más, por más que nos empeñemos, volverán a ser igual. Creo que eso es lo que refleja la experiencia de la mujer de Lot. Su corazón se había quedado en Sodoma y en las cosas que allí vivió y experimentó. La pérdida la paralizó -la convirtió en estatua de sal- y la incapacitó para poder afrontar una vida nueva y diferente. Los cristianos no podemos ser gente nostálgica. Hemos de mirar hacia el pasado para celebrarlo, para dar gracias a Dios porque lo permitió, para honrarlo, pero nunca para vivir en él. Cuando se afronta así el pasado mata, paraliza, drena nuestras fuerzas y nos incapacita para movernos hacia adelante con el Señor y unirnos a sus nuevos planes y propósitos. Cuando nos enfocamos en el pasado perdemos la capacidad de ver a Dios en el presente y reflexionar sobre las cosas que quiere enseñarnos. Tal y como dice el anónimo autor de Hebreos: "nosotros no somos de los que vuelven atrás". ¿Nostálgico? ¿De qué? Félix Ortiz Fernández

miércoles, 25 de diciembre de 2019

domingo, 22 de diciembre de 2019

Reino - Alegría de Navidad

Reino .Él será grande y será llamado el Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su padre David, y él reinará sobre la casa de Jacob para siempre; Su reino nunca terminará. - Lucas 1: 32-33 La Navidad representa un comienzo que solo tiene sentido si comprendemos el final. El comienzo es un niño, un nacimiento humilde en un establo terrenal. Pero el final ... El final es una explosión de gloria divina lo suficientemente brillante como para que la vea todo el mundo, como el nacimiento de una nueva estrella. El fin es un reino. Jesús vino a establecer el reino de Dios, a abrir los ojos de la gente al poder de Dios, a convertirlo en la realidad central de sus vidas. "Su reino nunca terminará". Contrasta esto con el rey Herodes, quien buscó proteger su reino tratando de eliminar a cualquier rival potencial para su trono. Lo que Herodes no entendió fue que al matar a todos los bebés varones en Belén, no estaba protegiendo su reino, sino mostrando su debilidad y temor. El reino de Cristo es diferente; no acabará nunca. No hay rival para su autoridad, aunque los incrédulos siempre abundarán. No hay nadie sentado a la diestra de Dios, excepto Cristo. Ninguna otra autoridad estuvo presente cuando se creó la tierra, y ninguna otra estará allí cuando llegue el juicio final. La Navidad es una celebración de la venida de un reino. Poderoso. Que cambia la vida. Nunca pienses que la Navidad es una manera de envolver a Dios en un paquete, hacer una reverencia y mantener todo bajo control. La primera navidad fue la llegada de un rey. Los sabios del este lo sabían, así que vinieron a presentar regalos. El rey Herodes lo sabía, y por eso ordenó que mataran a todos los niños en Belén. Es la batalla de Belén, el comienzo de una guerra en la que el Rey de Reyes tiene la intención de recuperar el territorio que le perteneció todo el tiempo, y de llevar a personas como nosotros a un nuevo reino benévolo. Oración para hoy: Querido Dios, ayúdame a vivir estos días sabiendo que estás reinando en este mundo quebrantado. Tu eres el Rey. Venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Mel Lawrenz

viernes, 20 de diciembre de 2019

MENSAJE A LA COMUNIDAD MISIONERA ARGENTINA

MENSAJE A LA COMUNIDAD MISIONERA ARGENTINA Desde la Red Misiones Mundiales, y en representación de distintos ministerios, iglesias e iniciativas misioneras de nuestro país, queremos hacerles saber que estamos siguiendo con mucha atención y preocupación la situación que están viviendo como obreros y familias argentinas en el exterior con motivo de las recientes medidas económicas y cambiarias (tales como el cepo y el inminente impuesto del 30% a todo gasto con tarjeta en el exterior). No obstante, sabemos y estamos convencidos que la Misión no depende de nosotros ni de los recursos materiales sino del corazón amoroso de Dios, que desea que toda criatura escuche y conozca del Salvador (Jn 3.16). Ya lo hemos experimentado en el pasado, y podemos dar fe que el poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad (2 Co 12.9). Él no está ajeno a esta nueva situación. En Él confiamos y en Él esperamos! También queremos hacerles saber que estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para encontrar alternativas a esta coyuntura. Desde reuniones y encuentros que hemos tenido con las más altas autoridades del Banco Central de la República Argentina (las cuales continuaremos con las nuevas autoridades), hasta contactos con organizaciones cristianas de otros países que permitan colaborar con el envío de fondos para el sustento diario de las familias misioneras. Organizaciones como ACIERA, DNM, AMI, PMI, OM, CNX, JUCUM y otras, bajo la convocatoria y espíritu de unidad que caracteriza a la RMM, han sido parte de estos diálogos. Y cada una –desde su espacio– estamos caminando juntos para encontrar alternativas, apoyo y sostén a los distintos obreros. Por eso, con esta sencilla carta simplemente queríamos manifestarles nuestra admiración por vuestra noble labor, mediante la cual encarnan con sus vidas el amor de Jesucristo en aquellos lugares del mundo donde Él los ha llevado. Y sepan que no están solos, que hay una iglesia aquí que está orando y haciendo lo posible (en el plano legal, oficial y eclesial) para que el sustento material y espiritual siga llegando y la obra pueda seguir adelante para Su gloria Les amamos y estamos a vuestra disposición, no duden en contactarnos. En Cristo, Pr. Erich Bertuzzi (Red Misiones Mundiales) – 20/12/2019 redmisionesmundiales@gmail.com

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Lo común y corriente

Belén era como cualquier otro pueblo en las colinas de Judea. Y aun así fue el lugar de nacimiento del rey más grande de Israel, David. Y mil años después, del Mesías. ¿Cómo llegó tal honor a lo común y corriente? ¿La gente de este pueblo era particularmente digna? ¿Había alguna ventaja estratégica en su ubicación geográfica? ¿Los habitantes de Belén eran políticamente expertos, con una larga tradición de haber generado grandes líderes? Para nada. La pequeña aldea de Belén se asentaba a la sombra de la gran Jerusalén, situada solo a diez kilómetros al norte. Aun el significado de Belén, «casa del pan», no es nada especial. Pero cientos de años antes del nacimiento de Jesús, el profeta Miqueas predijo el destino de ese lugar pequeño y nada especial: «Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales» (Miq. 5.2). Los aldeanos de Belén estaban ciertamente orgullosos de que los llamaran el «Pueblo de David» y ser el hogar de la famosa abuela del rey David, Rut. Estaban orgullosos también de que su tierra fuera donde yacía la tumba de Raquel, la amada esposa de Jacob. Pero seguramente se preguntaban qué significaba la profecía de Miqueas en realidad. ¿Cuándo vendría otro profeta como Samuel y ungiría a un nuevo rey, así como había efectuado con el muchacho David? Sin embargo, no ocurrió de esta forma. En un día común y corriente, mientras los hombres ejercían sus oficios, las mujeres cocían el pan y los niños jugaban en las calles, una pareja de viajeros de Nazaret arribó en busca de un cuarto. No recibieron ningún trato especial. Nadie les ofreció un cuarto. La gente común y corriente mostraba una respuesta común ante una pareja de apariencia común. El honor viene de lo común y corriente por decisión de Dios, sea que Él escoja usar una aldea, una nación o incluso simplemente un hombre, una mujer, un muchacho o una muchacha. Así que si este día pareciera ser algo común y corriente para ti, prepárate. Es el escenario donde se realizan las obras de Dios. MEL LAWRENZ




martes, 17 de diciembre de 2019

Aquellos sin gloria

"En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor." Lucas 2:8-9 Los pastores fueron vistos injustamente como personas que eran menospreciadas por su trabajo poco atractivo y "sucio". Y estas son las personas a quienes Dios anunció el nacimiento del Rey. No se parecían a las élites respetadas ni a las muy influyentes. Los ángeles no aparecieron en el centro de Jerusalén. La gloria de Dios se mostró en aquellos sin gloria. Y esto tiene dos implicaciones importantes para nosotros. Primero, tenemos que renunciar a nuestra propia gloria. Renunciar a buscar formas de hacernos un nombre y de mostrar que estamos por encima de nuestros pares. Nos comparamos con la esperanza de encontrar algo que nos pueda distinguir ... algo que nos haga gloriosos. El evangelio nos habla que el camino hacia arriba es el que va para abajo. Dios escogió a los pobres para ser ricos en fe y herederos del Reino. Renunciemos a nuestra propia gloria para que podamos ver la gloria de Dios. Si queremos ver al Rey, debemos convertirnos en esos pastores que no estaban en el centro del poder. Segundo, tenemos que amar a los que no tienen gloria. El mundo dará prioridad a aquellos con poder y privilegios. El evangelio dice: no hay personas pequeñas ni lugares pequeños. En Cristo, todos son hijos de Dios por la fe. Esto significa que en las iglesias no debemos favorecer a quienes pueden dar más. No debemos priorizar a las personas en función de su trabajo o educación. No debemos mostrar favoritismo. Somos llamados para amar a todos. Creemos en las personas. ¿Y por qué debemos hacer estas dos cosas? Porque Jesús hizo estas dos cosas por nosotros. Nate Edmondson https://nateedmondson.com/2017/12/12/christmas-reading-december-12/





sábado, 14 de diciembre de 2019

Dame la fe para poder creer

"El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto." Mateo 1:18-19 Sabemos muy poco sobre José. Sólo se lo menciona en las historias del nacimiento y niñez de Jesús. José era un carpintero que vivía en la ciudad de Nazaret. Sus ancestros eran de Belén, motivo por el cual cuando el gobernador romano César Augusto ordenó un censo, José tuvo que viajar a Belén a pesar de que su esposa estaba muy avanzada en su embarazo. Lo más importante que sabemos de José es que mostró gran fe y gracia en los momentos oportunos. Se enteró de que la mujer con la cual estaba comprometido para casarse estaba embarazada. Mientras que María contó con la ventaja de haber sido visitada por un ángel que le explicó esta concepción sobrenatural, José no había sido alertado aun. Sólo había escuchado las palabras de María. ¿Cómo habrá sido la conversación? ¿Por qué le creyó José? ¿Por qué cambió su plan inicial de divorciarse de ella en secreto para no exponerla a la vergüenza pública? Los compromisos eran tan serios en esa época, que romper con la prometida equivalía a un divorcio. ¿Por qué decidió tomarla como esposa? Si estuvieras en su lugar, ¿le hubieras creído a María? Aquí encontramos un tema que debería hacernos reflexionar en Navidad. Pensa en José. Imaginalo mirando a María a los ojos, escuchando su relato y teniendo el coraje de actuar en fe, a pesar de que podría haber tenido dudas. José creyó, contra todo pronóstico. Él sabía que la idea de una concepción virginal iba contra las leyes lógicas y científicas (aún para la ciencia elemental de miles de años atrás), pero que era posible con Dios. José decidió dar un salto de fe a pesar de lo riesgoso que era quedarse con María y ser considerado por otros de una forma que causaría difamación. Esto es fe verdadera. No era solamente que confiaba en María, confiaba en Dios. Ese Dios podía, ese Dios podría, ese Dios lo haría. Oración para el día: Señor, dame el coraje y la fe de hierro que tenía José. Dame la fe para poder creer que con el nacimiento de Jesús, realmente entraste a este mundo –mi mundo- y que aun estás obrando poderosamente en él. Mel Lawrenz




viernes, 13 de diciembre de 2019

Virgen

Virgen “A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo: —¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo. Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo. —No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.” Lucas 1:26-31 ¿Puede alguno de nosotros imaginar la fe gigantesca que María tuvo que tener? Era joven. Era virgen. Probablemente sus expectativas no iban más allá de llevar una vida común en un pueblo poco conocido de Galilea. Entonces llegó el mensaje del cielo. Ser visitada por un ángel habría sido milagroso en sí mismo. ¡Pero las palabras! Esas palabras poderosas: “María, el Señor está contigo”. El creador del universo te eligió y “te ha concedido su favor”. “Quedarás encinta” de una manera única, que ninguna mujer ha experimentado antes. Virgen y sin embargo, embarazada. Es un concepto difícil de comprender para nosotros. En María, Dios hizo algo completamente único. La concepción virginal nos cuesta creer si pensamos que el Creador nunca podrá hacer algo especial por única vez. María es una figura clave, digna de ser considerada en tiempos de Navidad. Se le pidió que creyera en algo que muchos de nosotros luchamos con tan sólo imaginar. Cuando te encuentres perdido o desesperado, debes saber que tenes la misma capacidad extraordinaria de fe que tenía María. Ella era un ser humano como vos y como yo. ¿Cómo puedo fortalecer mi fe todos los días? ¿Qué otras personas me inspiran con su fe extraordinaria? ¿Estaré preparado cuando llegue el momento en que me haga falta mucha fe? Oraciones para hoy: Señor, ayúdame a confiar en vos en las decisiones que tomas. Ayúdame incluso a tener la medida de fe que tuvo María. Señor, hace lo que quieras en mi vida. Fortaleceme todos los días en la confianza de tu mensaje y de tu gracia. Mel Lawrenz

miércoles, 11 de diciembre de 2019

No temas

Entonces el ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Ahora escucha: concebirás y darás a luz un hijo, y lo llamarás Jesús. Él será grande y será llamado el Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de su padre David. Él reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." (Lucas 1: 30-33 CSB) La Navidad es sobre el nacimiento del hijo de Dios. Este nacimiento había sido planeado desde el principio de los tiempos, sin embargo, todo esto era nuevo para María. Podemos imaginar el estrés y la ansiedad de ese momento. María era una mujer piadosa. Creció con alguna ambición de servir fielmente a Dios y criar una familia piadosa. Pero ella no imaginó todo esto para su futuro. Ni siquiera era una categoría a considerar. Para María, servir a Dios requería abrazar un futuro que no había planeado. Parece que muchos cristianos temen que Dios arruine sus planes. Creen que Dios está sentado esperando interrumpir todo. De hecho, Dios tiene una tendencia a hacer esto. Noe, independientemente de lo que hayas planeado, ahora estarás construyendo un arca. Abraham, deja tu tierra natal; vivirás en una nueva tierra. Moises, ya no puedes esconderte en el desierto; estarás guiando a mi gente. David, suficiente con ser pastor de ovejas; serás un proscrito durante aproximadamente una década. ¿Qué clase de Dios actuaría así? ¿Qué clase de Dios perturbaría las vidas de las personas de esta manera? Un Dios que está decidido a construir un gran reino con un gran rey. Un Dios que ama a su pueblo demasiado para dejarlos vagar por la vida con pequeñas ambiciones. Si Dios cerró todas las puertas y te llevó a hacer algo totalmente diferente de lo que estás planeando: ¿Sería realmente algo terrible? ¿Qué tipo de Dios estás siguiendo? Si tu Dios es un matón odioso o un jefe distante, entonces tienes razones para estresarte. Pero si tu Dios es un siervo humilde, un juez justo, un Padre amoroso ... ¿Qué hay para temer? La invitación de Dios a María es esta: abandona tus pequeñas ambiciones y abraza a mi Hijo. Enlaza tu futuro con el suyo. Esa es la invitación de Dios para nosotros también. ¿Son tus ambiciones lo suficientemente grandes para una invitación como esta? Nate Edmondson English: https://nateedmondson.com/2017/12/04/christmas-reading-december-4/

lunes, 9 de diciembre de 2019

La oscuridad y la Luz

"La gente que camina en la oscuridad ha visto una gran luz; una luz ha amanecido en aquellos que viven en la tierra de las tinieblas." (Isaías 9: 2 CSB). La Biblia describe honesta y francamente nuestro mundo como un lugar de oscuridad. Un lugar lleno de maldad y sufrimiento: violencia, pobreza, injusticia, enfermedad y dolor inimaginable. A lo largo de nuestras vidas experimentamos esta oscuridad de varias maneras. Cuando decepcionamos a alguien, nos avergonzamos o lastimamos a personas cercanas a nosotros ... Cuando guardamos secretos y escondemos partes vergonzosas de nosotros mismos ... convertimos la oscuridad en nuestro hogar. Cuando alguien nos lastima, nos avergüenza o nos viola ... nuestro mundo se vuelve más oscuro debido a la vergüenza que sentimos. Cuando estamos deprimidos, solos o asustados, la oscuridad puede ser abrumadora. Cuando vemos los sufrimientos y las atrocidades en nuestras ciudades y en todo el mundo, nuestros corazones se rompen y el alcance de la oscuridad crece. La oscuridad es real y está creciendo, y nadie sabe exactamente cómo solucionarlo. Dietrich Bonhoeffer, en su libro de Navidad, Dios está en el pesebre, escribe: "Una celda de prisión, en la que uno espera, espera" y es completamente dependiente del hecho de que la puerta de la libertad debe abrirse desde el exterior, no es una mala foto de Navidad ". Mientras Bonhoeffer se sentaba en su celda en la Alemania nazi, esperando, rezando para que alguien viniera a rescatarlo, se dio cuenta de que, al igual que estar en prisión, la única esperanza para la condición humana es que alguien del exterior vendría a ayudar. La puerta de la libertad, la luz que necesitamos, debe venir de afuera de la oscuridad. Y es por eso que celebramos la Navidad, porque mientras estamos atrapados en una prisión de oscuridad, una Luz ha venido para liberarnos. No te rindas por el momento. No pierdas la esperanza. Una luz ha amanecido. Su nombre es Jesús. Nate Edmondson https://www.instagram.com/p/BrFWWKIBdLp/?utm_source=ig_web_button_share_sheet






sábado, 7 de diciembre de 2019

¡La luz resplandece! Jn 1:5

¡La luz resplandece! Jn 1:5 El capítulo primero de Juan está lleno de sorpresas y la más grande de todas es que Dios entró en la historia humana. La escritura nos dice que Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo (Jn 1:14). “Dios se ha metido donde estamos nosotros y nos entiende desde adentro”. Juan nos dice que “en él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad” (Jn 1:4). Jesucristo no solo nos da la vida sino también la luz que nos guía en esta vida. Es una luz que resplandece en las tinieblas y las tinieblas no pueden extinguirla (Jn 1:5). Es un mensaje de esperanza en medio del dolor y el quebranto. Vivimos tiempos en que muchas veces nos sentimos amedrentados por las circunstancias que nos toca vivir, por un contexto errático, con pérdida de valores y falta de temor a Dios. La impresión es que muchas veces la última palabra la tiene el sistema o poder imperante, los medios de comunicación, el mercado, la pauta cultural, gobiernos, políticos, periodistas o jueces. Juan escribe a personas afligidas por las tinieblas. Les da ánimo con su anuncio. ¡La luz resplandece! y quiere animar a los que sufren para que sigan adelante. Es una luz que puede guiarnos en medio de las tinieblas de nuestros conflictos, de los grandes problemas y circunstancias adversas. Junto con la visión de la majestad de Jesucristo (Jn 1:1-3) nos encontramos con esta buena nueva que la luz triunfa sobre la oscuridad y no puede ser vencida. Esta luz verdadera ha venido a este mundo para alumbrar a todo ser humano (Jn 1:9). La luz vence y nos da valor para continuar. La verdad prevalecerá sobre la mentira, la justicia sobre la injusticia, el amor sobre el odio. ¡No te rindas jamás! No te dejes vencer por lo malo. No te inclines a la oscuridad, a las reglas del sistema o el mercado a costa de darle la espalda a Dios. Una vez más Jesús nos dice: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” Jn 8:12

viernes, 6 de diciembre de 2019

¡Hemos contemplado su gloria!

¡Hemos contemplado su gloria! “El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad” Jn 1:14. “Que vean mi gloria, la gloria que me has dado…” Jn 17:20-24 ¿Qué gloria le dio el Padre a Jesucristo? ¿Qué tipo de gloria quiere que veamos y contemplemos? ¿En qué consiste la verdadera gloria? La gloria que Dios le otorga a Jesucristo tiene una relación directa con la encarnación. Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo y Juan nos dice que hemos contemplado su gloria. Es una manifestación de servicio y entrega. Se identificó con los temas y problemas de la gente. Su modelo implica sacrificarse por los demás y buscar su bienestar. La encarnación es el modelo para la misión de la Iglesia (Jn 20:21). Somos desafiados a buscar una gloria diferente. Es la gloria de aprender a lavarnos los pies unos con otros (Jn 13:12-17). Es la gloria del amor. “Que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” Jn 13:35-35. Es la gloria de servir a todos, ser pequeños y humildes. En Jesucristo tenemos el modelo del amor, servicio, perdón y reconciliación. “Porque ni aún el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” Mr. 10:45 Que sepamos ver su gloria caracterizada por la relación entre Padre, Hijo y Espíritu Santo desde antes de la creación y durante toda la vida de Jesús. El desea que su pueblo sea lleno de su vida y amor. La gloria que busca Dios está íntimamente ligada con la evangelización, la misión y unidad de la Iglesia. Dios «no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento» 2 P 3:9 «Hemos sido enviados al mundo para amar, servir, predicar, enseñar, sanar y liberar» y «Cada persona tiene derecho a oír las Buenas Nuevas». “Sean Uno, así como nosotros somos uno” Jn 17:22

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Un encuentro con Jesús cambia la vida, tu vida.

Dios experimenta lo humano, para que el hombre pueda hacer experiencia de lo divino. A Jesús lo puedes seguir, no parar. Cuando el pasa, solamente queda un camino: el suyo. Un encuentro con Jesús cambia la vida, tu vida.

domingo, 1 de diciembre de 2019

En el Principio

"En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros." (Juan 1: 1, 14a CSB) Según el apóstol Juan, la historia de Jesús no comienza en Belén. No comienza con los ángeles o la Virgen María. Comienza al principio. Este es un reclamo audaz. Significa que entender a Jesús es diferente que entender a cualquier otra figura histórica. Para obtener la historia completa de Jesús, no puedes simplemente estudiar su nacimiento, el origen de su familia o el entorno cultural de su tiempo. Tienes que rebobinar desde el principio. El apóstol Juan nos dice que ver a Jesús es diferente a cualquiera cosa que hayamos visto antes. No es simplemente un maestro dinámico, un líder, un activista de los derechos humanos o que hace milagros y que nació en un establo en Belén. Él es mucho más. Jesús es el Dios Creador, el Eterno, la razón por la cual todas las cosas existen. Él es adorado por los ángeles y temido por los demonios. Él es supremo en todas las cosas. ¿Y que significa? Si Jesús es más que un hombre, entonces la Navidad es más que la celebración del nacimiento de un hombre. La Navidad es más que una historia sobre María, José, pastores y ángeles. Es más que una historia sobre un bebé envuelto en pañales. Es más que una linda historia para los juegos de los niños y las decoraciones del jardín, aunque son todas esas cosas, es más. Es mucho más. La historia de Navidad es la historia de Dios. Se nos recuerda en Navidad que Dios es poderoso y majestuoso pero también es tierno y cercano. En Navidad, el Dios que es más grande que nosotros se convirtió en uno como nosotros. Nos entiende desde adentro. Por lo tanto, una mirada casual al bebé Jesús en el pesebre no servirá. Una sensación sentimental asociada con una melodía navideña familiar no es suficiente. Este Jesús es exigente y merece más, mucho más. ¡Oh, vengan a adorarlo! Nate Edmondson

jueves, 7 de noviembre de 2019

jueves, 31 de octubre de 2019

Una iglesia que siempre se esta reformando

Una Iglesia que siempre se está reformando “En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas.” Hch 6:1-2 Una iglesia de cara al mundo deja que el Espíritu reforme sus estructuras y organización. No hace énfasis en su estructura, estatutos o reglamentos. Lo importante para el Espíritu no son las estructuras sino la misión. En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido hacer nuevas cosas. Está abriendo la iglesia a un mundo más amplio. Esto requerirá de un liderazgo diferente al conocido. El Espíritu Santo permite circunstancias en la vida de la iglesia que la llevará a reformarse para ser fiel a su misión (Hch 6, 7, 11:19-26, 13:1-4). Los apóstoles dijeron: “Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra.»” Hch 6:3-4 La misión de la iglesia se va ampliando y va surgiendo un liderazgo nuevo. Hay una misión que se va transformando de Israel a todas las naciones. Es importante reflexionar sobre la relación que hay entre una misión que se va ampliando y la transformación de las estructuras y del liderazgo de la iglesia para llevar a cabo esa misión. En Pentecostés ha comenzado un nuevo tiempo donde se nos llama a ser testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra. Esto, requerirá de personas capaces de tener esa visión. El Espíritu hará surgir siervos para nuevas circunstancias y llevar adelante la misión. Por lo tanto: “Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos.” Hch 6:5-6 Como resultado de las decisiones que se tomaron, el texto de la palabra de Dios nos dice: “Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la Fe” Hch 6:7. Nosotros como iglesia debemos ver en este tiempo cuales son las nuevas circunstancias y contextos que nos toca vivir. Debemos preguntarnos cuál es la mejor contribución que podemos hacer a la misión de la iglesia que siempre es cambiante. ¿Cómo, dónde y quienes pueden hacer esta diferencia cualitativa? Esteban era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo (Hch 6:5). Se lo describe también como lleno de la gracia y del poder de Dios haciendo grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo, Hch 6:8. Los que se ponían a discutir con el no podían “hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu con que hablaba”, Hch 6:10. Sus oponentes buscaron formas de levantar acusaciones falsas, agitar al pueblo, a los ancianos, a los maestros de la ley y consiguieron llevar a Esteban ante el consejo (Hch 6:11-12). En el momento de mayor oposición el rostro de Esteban se parecía al de un ángel (Hch 6:15) Esteban ocuparía un rol vital en el desarrollo de la misión cristiana y su extensión a todo el mundo. La iglesia al abrirse hacia los “griegos” o judíos griegos, se abrió hacia una parte de la comunidad que pronto serviría de puente para la misión entre los gentiles. Mientras los apóstoles enfatizan y retienen el ministerio de la palabra de Dios, “es Esteban quien proclama esta palabra, y da testimonio supremo de ella con su martirio. A consecuencia de este suceso, los cristianos, particularmente los ‘griegos’, se dispersan y con ello se expande la misión (Hch 8:4). Acto seguido, es Felipe, otro de los ‘siete’, quien ocupa el centro del escenario al llevar el evangelio primero a Samaria y luego al eunuco etíope” [1] . Hay una visión que deriva del Pentecostés y es que el Espíritu de Dios se derrama sobre todo el género humano (Hch 2:17). “Que hubiera sido de la iglesia si Esteban y Felipe hubieran dicho: No, nuestro ministerio es el de las mesas, no el de la palabra, y por tanto no hemos de predicar” [2] El Espíritu una y otra vez llama a la iglesia a una nueva obediencia. Lo que surge de lo acontecido es que hay una relación estrecha entre la justicia y la misión. Se va preparando el escenario de la misión a los gentiles u otras etnias. El futuro de la iglesia estaría en aquellos “griegos” que habían sido marginados. Muchas veces una de las preocupaciones de la iglesia es su estructura, funcionamiento, gobierno, etc. Buscamos en el Nuevo Testamento un patrón fijo o un modelo a seguir. El problema, puede estar en seguir patrones de aprendizaje que solo siguen la tradición sobre lo que se ha hecho hasta el presente. “La iglesia de Dios está formada por personas, no en edificios y la palabra de Dios alude a las escrituras, no a las tradiciones. Mientras se preserven estos dos elementos esenciales, no importa si se hace necesario prescindir de los edificios y de las tradiciones. No debemos permitir que estos últimos aprisionen al Dios vivo o impidan su misión en el mundo” [3] Muchas veces corremos el peligro de amar más las instituciones que a Dios mismo. Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. El pueblo de Israel fue religioso, pero con un corazón lejos de Dios. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí, sigue caminando. Algunos buscan personas o equipos que se ajusten a las generaciones anteriores, que no traigan un nuevo desafío y una mayor amplitud en la visión. Cuando nos centramos en que lo importante es la estructura lo que hacemos es colocar a la organización por arriba de la misión, y comunicamos que para nosotros lo más importante no es la misión, sino salvaguardar las estructuras que hasta aquí nos han servido. El Espíritu Santo no está en consonancia con esto y constantemente va obligando a la iglesia a reformarse para ser fiel a su misión Quienes quisieron hacer callar a Esteban, en realidad lo que hicieron fue ampliar su mensaje y programa de servicio. La persecución hizo que el mensaje se extendiera hasta Antioquia de Siria y desde allí a todo el mundo. Quizás, como en el caso de Esteban, los que se oponen al mensaje del evangelio pueden llevarnos a cumplir nuestra vocación y Dios puede estar usándolos a ellos para llamarnos a una nueva obediencia. Debemos preguntarnos qué tipo de iglesia es la que Dios desea en este tiempo. El Espíritu Santo llama a la iglesia a nuevos desafíos. Necesitará un liderazgo diferente. El desafío de la iglesia en el día de hoy es que debe revisar y ajustar su funcionamiento respondiendo a la Misión de Dios. Que Dios nos ayude en esto. Preguntas para la reflexión y trabajo en grupos pequeños: ¿Pueden nuestras estructuras, tradiciones y modelos obstaculizar la misión? ¿En qué casos? ¿Cómo podemos superar estos obstáculos? ¿Qué significa ser una iglesia abierta para todos y extendernos a todos lados? ¿Qué implica cruzar barreras de iglesia a no iglesia en lo local y global? ¿El Espíritu de Dios nos está presentando un nuevo desafió y obediencia? ¿Cómo debería ser nuestra estructura y organización? ¿Cuál es el llamado a su Iglesia en la actualidad? ¿Qué significa experimentar una nueva obediencia? ¿Qué implica y cuál puede ser el costo? ¿Cuál es nuestra vocación y contribución a la misión? ¿Cómo podemos seguir ampliando el mensaje del evangelio y servicio? ¿Dónde y quienes pueden hacer esta diferencia cualitativa? Carlos Scott [1]González, Justo L, Hechos Comentario Bíblico Hispanoamericano, p. 131, Editorial Caribe, 1992 [2]Ibíd., p. 131, Editorial Caribe, 1992 [3]Stott, John, Toda la Biblia en un Año, p. 157, Certeza Argentina, 2013