jueves, 23 de enero de 2020

Caminar con Dios

CAMINAR CON DIOS Y caminó Enoc con Dios. (Génesis 5:22) El capítulo cinco de Génesis es, seamos honestos, uno de esos pasajes aburridos que de tanto en tanto aparecen en las Escrituras. Genealogías donde nombre tras nombre se van sucediendo sin ningún interés aparente. Padre de, hijo de, hermano de, engrendró a, vivió tantos años, etc., etc. Pero, si uno lee bien, de vez en cuando se encuentra un diamante entre tanta piedra. Es el caso de Enoc. En los tiempos cuando se escribió el Antiguo Testamento no existía, como ahora, las herramientas para resaltar cuando algo en el texto era importante. No había cursiva, negrita, mayúsculas, ni mucho menos subrayados de colorines. ¿A qué recurrían los escritores? A repetir varias veces una misma idea; de ese modo se intentaba transmitir al lector que aquello que se decía era realmente importante. De Enoc, de quien sabemos bien poco, se nos repite que anduvo con Dios. En la forma bíblica de expresarse eso significa que el patriarca tenía perfectamente integrado al Señor en su cotidianidad. Vamos, que Enoc no entendía ni vivía algo tan popular hoy en día como es la separación entre lo sagrado -lo que hacemos en la iglesia o fuera de ella con un contenido religioso- y lo secular -el resto puro y duro de la vida-. Enoc entendía la vida como un 24/7 en la presencia del Señor, lo cual convertía en sagradas todas las dimensiones de su vida, desde que se levantaba hasta que se acostaba, porque de forma constante caminaba con el Señor. La espiritualidad no tiene nada que ver con actividades, lugares, días o personas sagradas. Eso es religiosidad. La espiritualidad tiene que ver con la intimidad diaria con el Señor. Tiene que ver con caminar día a día, momento a momento con Él y en su presencia. Algo, que como no puede ser de otra manera, determina nuestros pensamientos, motivaciones, conductas, vivencias. Se puede ser religioso y no ser espiritual. Pero es imposible que una espiritualidad sana, fruto del caminar con el Señor, no produzca una religiosidad saludable. Y camino [tu nombre aquí] ¿Podría decirse eso de ti? Felix Ortiz Fernández

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