jueves, 31 de diciembre de 2020

El Señor te muestre su favor y te conceda la paz

 “El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz”. Números 6:22-26




martes, 29 de diciembre de 2020

Una oración por el País Vasco

 Oramos por un movimiento de plantación de iglesias en el idioma del corazón de los Vascos. Oramos por Daniel, Marta e Íker y por todo el equipo de Kale Argia.

Una oración por el País Vasco


lunes, 28 de diciembre de 2020

Día de los Santos Inocentes - 28 de Diciembre -

 Día de los Santos Inocentes - 28 de Diciembre -

La actualidad criminal del relato de los “santos inocentes” (Mt 2:13-18) es evidente:
* Un mundo de niños(as) con derechos, pero no siempre con posibilidades reales de vida.
* Hay muchos Herodes que andan suelto y “han montado en cólera”.

Jesús vino a establecer el reino de Dios, abrir los ojos de la gente al poder de Dios, a convertirlo en la realidad central de sus vidas. "Su reino nunca terminará". El comienzo es un niño, un nacimiento humilde en un establo terrenal. Pero el final,... es un reino.

Herodes buscó proteger su reino tratando de eliminar a cualquier rival potencial para su trono. Lo que Herodes no entendió fue que al matar a todos los bebés varones en Belén, no estaba protegiendo su reino, sino mostrando su debilidad y temor.

El reino de Cristo es diferente; no acabará nunca. No hay rival para su autoridad. Defendamos la vida de los niños y las niñas.

Martin Luther King Jr. expreso: "La cobardía hace la pregunta: ¿Es seguro? La conveniencia hace la pregunta: ¿Es político? La vanidad hace la pregunta: ¿Es popular? Pero la conciencia hace la pregunta: ¿Es correcto? Y llega un momento cuando uno debe tomar una decisión que no es ni segura, ni política, ni popular, pero la debe tomar porque es correcta." Defendamos la vida de TODO niño y TODA niña.

El verdadero Rey a llegado. Los sabios del este lo sabían, así que vinieron a presentar regalos. El rey Herodes lo sabía, y por eso ordenó que mataran a todos los niños en Belén. Es la batalla de Belén, el comienzo de una guerra en la que el Rey de Reyes tiene la intención de recuperar el territorio que le perteneció todo el tiempo, y de llevar a personas como nosotros a un nuevo reino benévolo.

“¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!”, Pr 31.8-9.

En este día de los santos inocentes ¡Levanta la voz, y hazles justicia! defendiendo la vida de todos los niños y todas las niñas incluyendo al niño y niña por nacer. "Venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo". Jesucristo es el Señor.

"Cuando ya se habían ido, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y Día de lo huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».

Así que se levantó cuando todavía era de noche, tomó al niño y a su madre, y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. De este modo se cumplió lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».

Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías:

«Se oye un grito en Ramá,
llanto y gran lamentación;
es Raquel, que llora por sus hijos
y no quiere ser consolada;
¡sus hijos ya no existen!», Mt 2:13-18

Carlos Scott


viernes, 25 de diciembre de 2020

"Celebremos a Jesús"

 "Celebremos a Jesús"

«Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra» (Mt. 28:18). Su autoridad no solamente la tiene sobre la tierra sino también sobre el cielo. Su autoridad es de extensión universal. Por lo tanto, “Si Jesús, en realidad, es Señor de todo, esta realidad tiene que ser proclamada”.
Jesús nos dijo: “Por tanto vayan y hagan discípulos” (Mt 28:19). El hecho que Jesucristo es el Señor y Rey de todo implica una misión global. Su reinado y victoria es final. Se cumple o se cumple, no hay medias tintas o marcha atrás. “Su reinado no tendrá fin”, Lc 1:33
Celebremos su nacimiento no solamente para mirar, ni aun para admirar, sino para compartir su misión.
El que era rico se hizo pobre para que nosotros mediante su pobreza seamos ricos. ¡Que esta sublime generosidad de Dios se exprese en generosidad nuestra!
"Las costas lejanas esperan su enseñanza" Is. 42:4
¿Qué vas a celebrar en Navidad?

Carlos Scott


jueves, 24 de diciembre de 2020

Navidad: ¿CUÁL ES TU RESPUESTA?

 ¿CUÁL ES TU RESPUESTA?

"Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre. Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él, y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas. Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho". (Lucas 2:16-20)

Dios eligió a los pastores como las primeras personas en escuchar las noticias sobre el nacimiento de Jesús. Ese es un pensamiento hermoso en sí mismo.
Pero lo que también es interesante es cómo responden los pastores a esta noticia. La fe no es pasiva sino activa. Dios actúa, luego reaccionamos. Y vale la pena imitar la reacción de los pastores.
Los pastores vieron.
Después de escuchar acerca de Jesús, van a investigar. Ellos comienzan a buscar. Esto es importante para nosotros también. El Nuevo Testamento y su mensaje sobre Jesús merecen nuestra consideración. ¿Se puede confiar en los relatos del Evangelio? ¿La resurrección realmente sucedió? ¿Está Jesús vivo y llamándome hoy? Estas son preguntas que vale la pena explorar. Necesitamos ver por nosotros mismos.
Los pastores cuentan.
Después de ver a Jesús, le cuentan a otros acerca de él. Se dan cuenta de que el nacimiento de Jesús es una buena noticia para todos y contaron lo que se les había dicho acerca de él. Cuando vemos algo grandioso, naturalmente les decimos a los demás y solemos hacer esto. El evangelio no es diferente.
Los pastores adoran.
El texto dice que volvieron "glorificando y alabando a Dios". Esto puede tomar muchas formas. Debemos adorar con nuestras palabras, orando y agradeciendo a Dios continuamente. Deberíamos adorar con el canto. Debemos adorar con nuestras acciones, viviendo rectamente; buscando el amor y la justicia en el mundo.
Para conocer a Jesús, sería prudente aprender de los pastores.
Nate Edmondson


lunes, 23 de noviembre de 2020

UN CANIJO DE MALA FAMA

 UN CANIJO DE MALA FAMA

En el último tramo del viaje hacia Jerusalén, Jesús se encontró con Zaqueo, un hombre rico, con un cargo destacado entre los recaudadores de impuestos romanos, que quería conocer al Maestro.
Como era de baja estatura y había tanta gente alrededor, se encaramó en un árbol para poderlo ver. Solo quería eso, verlo, sin embargo, para su sorpresa y para desconcierto de todos, Jesús lo volteó a ver y le pidió que lo invitara a su casa.
¡Qué maravilla! Zaqueo solo quería mirarlo, pero, al final, fue Jesús quien quiso mirarlo a él; por eso le pidió ir a su casa. Y, como bajó rápido el árbol y llevó a Jesús a su casa, los fariseos, que no perdían oportunidad para aguar las fiestas, murmuraron contra Jesús porque había ido a la casa de “ese canijo de mala fama”.
Zaqueo experimentó el cambio más grande de su vida. Dejó su descarada manera de robar, devolvió lo robado y decidió compartir con los pobres sus bienes. Jesús, al ver esto, declaró que ese día había llegado la salvación a esa casa y que era un hijo de Abraham (hijo de la fe).
En eso consiste la salvación: en ser libre de aquello que nos ata, en soltar lo que nos amarra y en poder bailar, así, sueltos, la danza de la liberación.
LUCAS‬ ‭19:1-10‬ ‭
“Jesús entró en Jericó e iba recorriendo la ciudad. Vivía allí un hombre rico llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores de impuestos y que deseaba conocer a Jesús. Pero era pequeño de estatura, y la gente le impedía verlo. Así que echó a correr y, adelantándose a todos, fue a encaramarse a un sicómoro para poder verlo cuando pasara por allí. Al llegar Jesús a aquel lugar, miró hacia arriba, vio a Zaqueo y le dijo: —Zaqueo, baja enseguida, porque es preciso que hoy me hospede en tu casa. Zaqueo bajó a toda prisa, y lleno de alegría recibió en su casa a Jesús. Al ver esto, todos se pusieron a murmurar diciendo: —Este se aloja en casa de un hombre de mala reputación. Zaqueo, por su parte, se puso en pie y, dirigiéndose al Señor, dijo: —Señor, estoy decidido a dar a los pobres la mitad de mis bienes y a devolver cuatro veces más a los que haya defraudado en algo. Entonces Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es descendiente de Abrahán. En efecto, el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.”
Instagram @ harold_segura
Twitter @haroldsegura
Fanpage de Facebook @haroldsegura
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 19 de noviembre de 2020

SER LO QUE SE ES Y NO LO QUE SE HACE

 SER LO QUE SE ES Y NO LO QUE SE HACE

Un día en la vida de Jesús podía ser muy extenuante: en la mañana iba a la sinagoga, después a la casa de uno de los discípulos para sanar a un familiar; en la tarde recibía decenas de enfermos que pedían que los sanara, increpaba a los demonios, además de otras actividades que los Evangelios no cuentan en su totalidad. Días fatigados, pero dichosos, al servicio del bien y combatiendo el mal.
Al final, ya en la noche, cuando el gentío no estaba, ni se oían los ruegos; cuando la noche entraba en calma y ya algunos dormían, Jesús se retiraba a un lugar solitario. ¿Para orar? Quizá sí, o solo para descansar. Para encontrarse consigo mismo y tomar distancia de lo que había hecho. Para cultivar el arte sereno de recordar que él no era lo que hacía; que su identidad sobrepasaba sus acciones. Allá, sólo, sin sus discípulos, ni la muchedumbre, él era lo que era.
Por esto podía salir de un lugar e irse con pasmosa tranquilidad hacia otro. Aunque le rogaban que se quedara, él se iba diciendo que su labor debía cumplirse también en otros lugares.
Ni la admiración que le tenían, ni la fama que ganaba, ni las victorias obtenidas lo retenían. Era un ave libre, que no se dejaba atrapar en las jaulas del triunfo. Era lo que su Padre le había dicho que era, “hijo amado” (Mt.3:17). Esta era su identidad. Su persona era más que su personaje. Porque era lo que era y no lo que hacía.
LUCAS‬ ‭4:38-44‬
“Al salir de la sinagoga, Jesús fue a casa de Simón. La suegra de Simón estaba enferma, con fiebre muy alta, y rogaron a Jesús que la curase. Jesús, inclinándose sobre ella, increpó a la fiebre, y la fiebre desapareció. La enferma se levantó inmediatamente y se puso a atenderlos. A la puesta del sol, llevaron ante Jesús toda clase de enfermos, y él los curaba poniendo las manos sobre cada uno. Muchos estaban poseídos por demonios, que salían de ellos gritando: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero Jesús los increpaba y no les permitía que hablaran de él, porque sabían que era el Mesías. Al hacerse de día, Jesús salió de la ciudad y se retiró a un lugar solitario. La gente estaba buscándolo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para impedir que se fuera de allí. Pero Jesús les dijo: Tengo que ir también a otras ciudades, a llevarles la buena noticia del reino de Dios, pues para eso he sido enviado. Y andaba proclamando el mensaje por las sinagogas de Judea.”
Instagram @ harold_segura
Twitter @haroldsegura
Fanpage de Facebook @haroldsegura
Foto de Gilbert Lennox


miércoles, 18 de noviembre de 2020

GRACIA QUE IRRITA

 GRACIA QUE IRRITA

Estando Jesús en Nazaret y después de haberse presentado en la sinagoga de su pueblo como el ungido de Dios, supo que lo primero que le iban a pedir, para avalar esa declaración, era que hiciera milagros.
Jesús, antes de que le pidieran esas señales, les dijo que ningún profeta habia sido bien recibido en su propia tierra. Y puso dos ejemplos: Elías, quien en una crisis ocasionada por una sequía había hecho un milagro a una viuda, pero no de Israel, sino de Sarepta, en la región de Sidón (hoy, Líbano) fuera de las fronteras del pueblo que se sentía elegido por Dios.
El segundo ejemplo fue el del profeta Eliseo, que curó de lepra a Naamán, una persona siria, región aún más distante que Sidón. De esta manera y con estos dos ejemplos Jesús tuvo la osadía de cuestionar el estrecho nacionalismo de muchos de sus oyentes.
Tanto los ofendió con esas alusiones que, en aquel mismo momento, cuando Jesús apenas había empezando su ministerio, tuvieron la intención de matarlo.
El amor inclusivo (planetario) de Dios ofende a muchos. Ofende su amor, exaspera tanto cariño, irrita su gracia. Ante esto, queda el consejo ejemplificado por Jesús: “se abrió paso entre ellos y se fue”.
LUCAS‬ ‭4:23-30‬ ‭
“Jesús les dijo: — Sin duda, ustedes me aplicarán este refrán: “Médico, cúrate a ti mismo. Haz, pues, aquí en tu propia tierra, todo lo que, según hemos oído decir, has hecho en Cafarnaún ”. Y añadió: — Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. Les diré más: muchas viudas vivían en Israel en tiempos de Elías, cuando por tres años y seis meses el cielo no dio ni una gota de agua y hubo gran hambre en todo el país. Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una que vivía en Sarepta, en la región de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado de su lepra, sino Naamán el sirio. Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, echando mano a Jesús, lo arrojaron fuera del pueblo y lo llevaron a un barranco de la montaña sobre la que estaba asentado el pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se fue.”
‭‭Instagram @ harold_segura
Twitter @haroldsegura
Fanpage de Facebook @haroldsegura
Foto de Gilbert Lennox

domingo, 15 de noviembre de 2020

PARA QUE HAYA LUZ AQUÍ EN LA TIERRA

 PARA QUE HAYA LUZ AQUÍ EN LA TIERRA

El encuentro con Jesús es una experiencia que asombra y sobrecoge. Encontrarse con Él es encontrarse con dimensiones inesperadas de la vida... y con nosotros mismos.

Este fue el caso de Natanael, quien conoció a Jesús por medio de su hermano Felipe. Natanael quedó maravillado porque Jesús demostró que lo conocía desde antes. Se sintió descubierto por el Nazareno quien lo conocía mejor que su hermano y más y mejor que él a sí mismo.

Eso que sobrecogió a Natanael, según Jesús, era sólo una pequeñísima muestra de las muchas experiencias que vendrían. La historia apenas comenzaba: “¡Cosas mucho más grandes has de ver!”.

La experiencia espiritual con Jesús nos puede descubrir el mundo exterior, autodescubrir el interior y revelarnos los misterios de la existencia. Es como si el cielo se abriera y la tierra se afirmara. Como transitar por una escalera entre la realidad que padecemos y el mundo que anhelamos (los cielos).

Jesús nos invita a soñar con la sociedad que no tenemos y a trabajar por ese sueño. “Les aseguro que verán cómo se abren los cielos” y se ilumina la tierra (Hch.9:3).

JUAN‬ ‭1:47-51‬
“Al ver Jesús que Natanael venía a su encuentro, comentó: — Ahí tienen ustedes a un verdadero israelita en quien no cabe falsedad. Natanael le preguntó: — ¿De qué me conoces? Jesús respondió: — Antes que Felipe te llamara, ya te había visto yo cuando estabas debajo de la higuera. Natanael exclamó: — Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel. Jesús le dijo: — ¿Te basta para creer el haberte dicho que te vi debajo de la higuera? ¡Cosas mucho más grandes has de ver! Y añadió: — Les aseguro que verán cómo se abren los cielos y los ángeles de Dios suben y bajan sobre el Hijo del hombre.”

Instagram @ harold_segura
Twitter @haroldsegura
Fanpage de Facebook @haroldsegura

Foto de Gilbert Lennox


sábado, 14 de noviembre de 2020

LA ESENCIA DEL BUEN VIVIR

 LA ESENCIA DEL BUEN VIVIR

En opinión de los discípulos, a Jesús se le debía proteger, defender y, además, aconsejar, para que no le fuera a ocurrir nada grave. Así, cuando él les anunció que tenía que ir a Jerusalén y que sabía que allá lo matarían, Pedro de inmediato le aconsejó que no lo hiciera. Se lo dijo con afecto sincero: “¡Que nada de eso te pase, Señor!” (Mt.16:22).
La respuesta de Jesús fue tajante y aún hoy nos aturde. Lo trató de ser un Satanás (adversario) porque estaba siendo una piedra de tropiezo y por pensar como la gente común y corriente, que solo piensa en lo inmediato y no mira más allá, hacia donde mira Dios.
Luego Jesús se dirigió al grupo y dijo que quienes se aferran de manera egoísta a la vida queriendo ser siempre “los ganadores”, esos son los que no entienden en qué consiste vivir. Se desviven para ser ganadores, pero son los perdedores.
En cambio, quien se entrega con pasión, convicción y emoción por causas sublimes y nobles, aunque pierda cosas por esa entrega, al perder, gana la vida. Porque la vida que se encierra en sí misma, asfixia la existencia. Y la que se abre al amor desinteresado y genuino, descubre la esencia del buen vivir (bona vita).
MATEO‬ ‭16:21-27‬
“A partir de aquel momento, Jesús empezó a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén, y que los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley le harían sufrir mucho, y luego lo matarían, pero que al tercer día resucitaría. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo, diciendo: — ¡Que nada de eso te pase, Señor! Pero Jesús, volviéndose a él, le dijo: — ¡Apártate de mí, Satanás! Tú eres una piedra de tropiezo para mí, porque no piensas como piensa Dios, sino como piensa la gente. Luego, dirigiéndose a sus discípulos, Jesús añadió: — Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que entregue su vida por causa de mí, ese la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su propia vida? ¿O qué podrá dar el ser humano a cambio de su vida? El Hijo del hombre ya está a punto de venir revestido de la gloria de su Padre y acompañado de sus ángeles. Cuando llegue, recompensará a cada uno conforme a sus hechos.”
Instagram @ harold_segura
Twitter @haroldsegura
Fanpage de Facebook @haroldsegura
Foto de Gilbert Lennox

viernes, 13 de noviembre de 2020

MILAGROS, MÁS ALLÁ DEL MILAGRO

 MILAGROS, MÁS ALLÁ DEL MILAGRO

Casi todos los milagros de Jesús sucedieron fuera del Templo y de las sinagogas. Sus escenarios no fueron los lugares llamados sagrados. Tampoco su misión se realizó según las parámetros que los maestros de la Ley habían erigido. Fue un maestro sabio con rango laico.

Jesús fue un laico que, cuando hizo milagros, los hizo en los campos, las calles, las plazas, las casas o los lagos. En esos lugares donde desfilan los dolores y penas de la gente. Donde brotan las esperanzas tercas y asombra el valor de los más vulnerables.

Una noche sorprendió a los discípulos que navegaban en el lago. Habían trabajado toda la noche, sin obtener nada. Los encontró con las redes desocupadas, pero los despidió con las redes cargadas de pescados. Tantos que hasta tuvieron para compartir con pescadores de otras barcas.

Eran milagros que consagraban los lugares profanos: el lago. Convertían en sacramentos de vida los instrumentos de trabajo: las redes y la barca. Y trasformaban en liturgia divina los gestos solidarios: compartir la pesca con los que no habían pescado nada. Eran milagros, más allá del milagro.

LUCAS‬ ‭5:4-11‬
“Cuando acabó su discurso, dijo a Simón: — Rema lago adentro y echen las redes para pescar. Simón le contestó: — Maestro, hemos pasado toda la noche trabajando y no hemos pescado nada; pero, puesto que tú lo dices, echaré las redes. Así lo hicieron; y recogieron tal cantidad de pescado que las redes estaban a punto de romperse. Entonces avisaron por señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Llegaron ellos y llenaron las dos barcas, hasta el punto que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: — Señor, apártate de mí, que soy un pecador. Y es que el temor los había invadido a él y a todos sus compañeros a la vista de la gran redada de peces que habían capturado. Lo mismo les ocurría a Santiago y a Juan, los hijos de Zebedeo, que acompañaban a Simón en la pesca. Pero Jesús dijo a Simón: — No tengas miedo. Desde ahora serás pescador de hombres. Y después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús.”

Instagram @ harold_segura
Twitter @haroldsegura
Fanpage de Facebook @haroldsegura

Foto de Gilbert Lennox

jueves, 12 de noviembre de 2020

ESPÍRITU DE LIBERTAD

 ESPÍRITU DE LIBERTAD

El Espíritu Santo perdona y acompaña a quienes desean ser perdonados y tener su compañía. Aún en las peores tormentas de la vida, allí está el Espíritu.

Lo perdona todo, porque asi es Dios, clemente y compasivo, paciente y lleno de ternura (Sal.103:8‬).

Solo hay un pecado que no perdona: el de quienes se niegan a ser perdonados. Perdona siempre que eso se desea. Siempre. ¿Pero cómo perdonar a alguien que no acepta esa gracia? En estos casos, no impone su voluntad.

Porque Dios honra la libertad humana y acata su autonomía. No se impone. No manipula. No obliga.

Y este es el modelo para la proclamación de la fe: sin intimidaciones ni amenazas. Sin violencia. La fe procura personas libres y se cultiva en libertad (Ro.8:21).

LUCAS‬ ‭12:8-12‬ ‭
“Les digo, además, que a todo aquel que me reconozca delante de los demás, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios. Y, al contrario, si alguien me niega delante de los demás, también él será negado delante de los ángeles de Dios. Si alguien habla contra el Hijo del hombre, podrá serle perdonado. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no será perdonado. Cuando los lleven a ustedes a las sinagogas o ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo han de hablar o qué han de decir en defensa propia, porque en aquel mismo momento el Espíritu Santo les enseñará lo que deban decir.”
‭‭
Instagram @ harold_segura
Twitter @haroldsegura
Fanpage de Facebook @haroldsegura

Foto de Gilbert Lennox