viernes, 20 de noviembre de 2009

Los deseos de dominio en un tiempo turbulento

Los deseos de dominio en un tiempo turbulento

“Se le acercaron Jacobo y Juan…queremos que nos concedas lo que vamos a pedir…concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda”
Así que Jesús los llamo y les dijo:
“Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Por que ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.” Evangelio según Marcos 10: 35-45.

La situación de muchos países en Latinoamérica refleja una contienda de sectores que buscan mas poder y donde encontramos peleas internas según lo que recibimos por los medios gráficos y televisivos. Parece ser una constante de nuestro continente descalificar a otros, la lucha por tener poder, agresiones sutiles de todo tipo, la falta de veracidad, reclamar más autoridad y llamar bueno lo que es malo. Los resultados están a la vista con la pérdida de valores, el crecimiento de la pobreza, la exclusión o expulsión de más personas del mercado laboral donde la indigencia, la violencia e inseguridad completan el cuadro.

Las diferentes situaciones que se dan nos hacen recordar lo que le pasó al grupo de discípulos de Jesús. Entre los discípulos y Jesús mismo había diferentes maneras de interpretar el reino. En Latinoamérica parece que también hay diferentes maneras de interpretar lo que significa el reino o mejor dicho en nuestro caso los valores que debe tener una democracia.

Nos encontramos con una sociedad carente del conocimiento del evangelio pero con conocimiento de cómo funcionan las estructuras de poder. Se destaca la prepotencia de unos y otros. El pasaje bíblico hace referencia a la petición de Jacobo y Juan. Se observan la ambición y el egoísmo. Jesus responde: “Entre ustedes no debe ser así”.
El requisito para ser grande es ser servidor. Lo trascendente es renunciar a un afán de dominio y tener un sello completamente distinto: Ser esclavos de todos.

Jesús con su ejemplo precisa que el poder es para servir, amar al prójimo y la grandeza implica la capacidad de ser humilde. El criterio de autoridad, por tanto es la ventaja que reciben los demás (1). Si nuestra perspectiva es autoritaria y verticalista, nuestro estilo de vida será impositivo por lo tanto no cuestionaremos los abusos de autoridad.

Los diferentes sectores en pugna o conflicto en la sociedad latinoamericana muestran sus serias falencias. El peligro de los abusos de autoridad sigue latente. El camino de la oportunidad es ser semejante a Jesucristo y encarnar su modelo de vida.

Jesucristo vivió el grado más alto de grandeza a través del servicio para luego darlo a la Iglesia. Por eso desde ese momento el fundamento para una sociedad sana solo puede ser una imagen invertida del poder.

A esta altura lo que viene a mi mente es preguntarme: ¿Cómo esta la Iglesia de Jesucristo en Latinoamérica? ¿En nuestros países? ¿En que estado se encuentra la iglesia local?

Lo cierto es que Jesucristo quiere cambiar nuestra mentalidad y pragmatismo. Jesucristo quiere arrancar completamente de nuestras vidas el afán de dominio de una persona sobre otra. Ser servidores ahora. Para eso, hoy más que nunca necesitamos ser rescatados por Dios y asumir nuestra vulnerabilidad.

Oramos en este tiempo por Latinoamérica, por cada uno de los países que representamos para que puedan lograr el mejor consenso con una actitud de humildad delante de Dios y de los hombres, a favor de la justicia, la paz y la verdad. Oramos por la iglesia para que encarne la misión a semejanza de Jesucristo. El poder del amor y no el amor al poder. Que la Iglesia de Jesucristo sea una puerta abierta de bendición para todas las naciones.

Carlos Scott
Misión GloCal (1)Pronzato, Alessandro, Evangelio de Marcos, Ediciones Sígueme, Salamanca 1982, vol. ii, pag. 164.

jueves, 19 de noviembre de 2009

“A los pobres siempre los tendrán con ustedes,…”

“A los pobres siempre los tendrán con ustedes,…” MC. 14:7
¿Qué es lo primero que nos viene a la mente cuando escuchamos estas palabras?, ¿En que contexto o situación particular se suelen usar?, ¿Qué significado tiene para nosotros?, ¿Cómo explicamos y aplicamos la expresión “A los pobres siempre los tendrán con ustedes?

Los evangelistas Mateo, Marcos y Juan hacen referencia a este episodio ocurrido en Betania (Mateo 26:1-13, Marcos 14:1-11, Juan 12: 1-11). Nos habla que faltan pocos días para la pascua y que están en la casa de Simon llamado el leproso. Mientras que Marta servia y Lázaro era uno de los que estaban en la mesa, entra en la escena María.

“María tomo entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramo sobre los pies de Jesus, secándoselos luego con sus cabellos” (Juan 12:3)
Tanto Juan como Marcos enfatizan que es un perfume que vale muchísimo dinero. Representan unos trescientos denarios. El jornal de un obrero por lo general era menor a un denario, por lo tanto podía equivaler al salario anual de ese obrero. En la alimentación de los cinco mil que comenta Juan en el capítulo 6 hace referencia a Felipe cuando le contesta a Jesús que ni con el salario de ocho meses podrían comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno. Esto nos da una idea de lo que significaba esta ofrenda generosa de María. Era como si estuviera dando un pedazo de pan a cada persona en esa multitud.

La mujer dio lo más precioso que poseía. Compartió su amor. No hace cálculos. Es un amor que no piensa en lo poco que puede dar. Tal vez piensa como hacer para dar mucho más. Nos muestra que hay ciertas cosas que se deben hacer cuando se presenta la oportunidad o no se harán nunca.

Por otro lado aparecen los discípulos que estaban enfocados en ayudar a los pobres. “Al ver esto, los discípulos se indignaron. ¿Para qué este desperdicio? Dijeron. Podía haberse vendido este perfume por mucho dinero para darlo a los pobres”. (Mateo 26:8-9). Y reprendían a la mujer con severidad.

Juan por otro lado da a conocer el nombre de Judas Iscariote y sus motivaciones. “Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba robarse lo que echaban en ella” (Juan 12:6).

Los rabinos solían decir: “Dios permite que los pobres estén siempre con nosotros, para que nunca falten oportunidades de hacer el bien.” ¿Que hubiese hecho usted o cualquiera de nosotros en ese momento? ¿Cómo hubiésemos reaccionado? ¿En qué nos habríamos enfocado?

La respuesta de Jesús no tardo en aparecer: “Déjenla en paz, ¿Por qué la molestan?”. (Mc. 14:6). Acto seguido añadió: “Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, y podrán ayudarlos cuando quieran, pero a mí no me van a tener siempre. Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para la sepultura” (Mc. 14:7-8)
Las mujeres judías eran muy inclinadas o adeptas al perfume y muchas veces llevaban un perfumero de alabastro alrededor del cuello. María seguramente reaccionó de acuerdo a la cultura Hebrea donde se veía bien hacer un derroche de lujos en un funeral. Ella no es triunfalista, sino que reconoce, en la interpretación de Jesús, que el camino seguido por Jesús pasa por un entierro. Esto equivale a entender el evangelio. María entendió lo que implicaba el servicio y seguir a Jesús en lo que es la paradoja de morir para vivir y ser siervo para ser libre.

Las preguntas que surgen a continuación son: ¿Qué entendemos hoy en día sobre el dicho de Jesús?, ¿Debemos imitar y repetir la misma acción de María?, ¿Qué es lo que debemos dar y a quién?

-En primer lugar Jesús hace referencia a la escritura. Los oyentes podrían recordar Deuteronomio 15:10-11: “No seas mezquino sino generoso y así el Señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas. Gente pobre en esta tierra siempre la habrá, por eso te ordeno que seas generoso con tus hermanos hebreos y con los pobres y necesitados de tu tierra”. Un amor muy amplio para todos.

-En segundo lugar cuando Jesús cita a los pobres no es para dejarlos de lado ante alguna otra necesidad o proyecto. Es para servirles y atenderles. Las palabras de Jesús no son para que nosotros las podamos acomodar o transferir a nuestras circunstancias o intereses particulares u organizacionales para luego omitir a los pobres. La justicia, la verdad y la misericordia deben estar al servicio de los más olvidados y no alcanzados con “todo el evangelio”.

-En tercer lugar aclara que ese derroche que se esta haciendo es un evento que señala el carácter único de ese momento. Expresa “a mi no me van a tener siempre…Ungió mi cuerpo de antemano preparándolo para la sepultura”.

-En cuarto lugar romper el alabastro y derramarlo a los pies de Jesús implica identificarnos con los pobres cuando Jesús dice: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me dieron alojamiento, necesite ropa, y me vistieron, estuve enfermo, y me atendieron, estuve en la cárcel y me visitaron… Señor ¿Cuándo te vimos así?... Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun el más pequeño, lo hicieron por mi.” Mateo 25:31-40.

Jesús nos invita a que le amemos prácticamente enfocándonos en los olvidados, oprimidos y en las necesidades no alcanzadas de los menos alcanzados con todo el evangelio. Cuando hacemos todo lo que podemos a favor de todo el mundo lo estamos haciendo por Jesús y hacia El mismo. A Jesús no le tenemos en nuestro medio pero a ellos sí y podemos hacerles el bien.

Finalmente cabe recordar a la viuda pobre que fue víctima de un sistema de explotación por parte del templo y los maestros de la ley (Marcos 12:38-43). Si bien debemos tener cuidado de no caer en esas mismas cosas, debemos dejar que la gente independientemente de su clase social pueda ofrendar con total libertad para servir a Aquel que lo dio todo en la Cruz.

Juan dice “Y la casa se lleno de la fragancia del perfume”. Y en el Apocalipsis expresa: “y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación”. Que este sea nuestro enfoque de acuerdo al corazón de nuestro Dios.

“Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se contara también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo”. (Mc.14:9)
Derramemos lo mejor que tenemos para Aquel que lo dio todo por nosotros para su Gloria y Alabanza.

Carlos Scott

Misión GloCal