martes, 14 de julio de 2009

¿Los pobres para el templo o el templo para los pobres?

¿Los pobres para el templo o el templo para los pobres?
Marcos 12:38-44 y Marcos 13:1-2

Introducción


Este relato llamado la “Ofrenda de la viuda” (Mc 12:41-43) es conocido y muchas veces se levanta como ejemplo cuando se predica sobre la generosidad que se espera de los miembros de las Iglesias. Es una historia donde a veces se lee más de lo que el mismo texto dice, por lo tanto es clave fijarnos en lo que dice el texto como en lo que no dice.

Nos encontramos en el Templo de Jerusalén y es tiempo de la Pascua. La ciudad está llena de peregrinos. Según los historiadores llegaban a Jerusalén casi diez peregrinos por cada habitante. Era el momento oportuno para traer ofrendas y diezmos donde el Templo era el encargado de recolectarlos.
Jesús dice: “Tengan cuidado de los maestros de la ley…” (Mc 12:38-40). Seguidamente comparte que los maestros de la ley les gustan pasearse con ropas ostentosas, que los saluden en las plazas, ocupar los primeros lugares, apoderarse de los bienes de las viudas y a la vez hacen largas plegarias para impresionar a los demás.
El primer tema que Jesús señala es la jactancia y figuración.
Jesús acaba de tener una conversación productiva con un escriba (Mc 12: 28-34) y el texto culmina con un reconocimiento de la cercanía entre este maestro de la ley y el Reino de Dios: “No estás lejos del reino de Dios”. Si bien el ambiente es hostil es posible encontrar acuerdos, pero lanza una advertencia generalizada frente a ellos donde describe la rigidez legalista y la explotación del poder que hacen los sacerdotes.
Jesús al hablar de los maestros de la ley de Jerusalén, esta enfocado principalmente en los que abusaban de su autoridad en sus visitas a los pueblos y aldeas rurales. Los acusa que les gusta hacerse ver y figurar en los primeros lugares en reuniones y cenas (probablemente festividades). Para estos maestros de la ley era algo normal. La sociedad estaba basada en el prestigio y el honor, como era toda la cultura mediterránea. La figuración era imprescindible, y estaba asociada con la riqueza y el poder.
Estos religiosos participan de esa competencia por el poder, por el prestigio. Era lo que el imperio esperaba de ellos pero no es lo que agrada a Dios. Todo el orden social en el Imperio romano expresaba esta idea (ver 1 Co 1:25-29). Si bien la crítica de Jesús apunta a los religiosos, es un tiro por elevación a todo el sistema de honores y poder. Estos maestros de la ley (que eran parte de la muy pequeña “clase media” de la época), por su ambición de “trepar” en la escala social no dudan en integrarse a un sistema de valores que contradice el sentido de disposición al servicio y humildad que predicaron los profetas de su pueblo.
El segundo tema que Jesús señala es el deseo de enriquecerse y confiscar los bienes de los pobres
¿De dónde sacan estos escribas su posición de abundancia pese al origen humilde de ellos? Según algunos comentaristas surge de lo que cobraban a las viudas cuando actuaban como abogados para proteger sus derechos.
Estos maestros de la ley consiguen una reputación de santos y piadosos según lo describe Jesús, hacen grandes plegarias para impresionar a los demás. Son nombrados administradores dado que en ese tiempo a las mujeres se las consideraban indignas e incapaces de manejar los bienes de su marido fallecido.
No era difícil para un escriba experimentado manejar los asuntos de las mujeres sin protección, como eran las viudas. En esa ambición por acomodarse socialmente al modo del Imperio, usan sus artes y ciencias para enriquecerse y confiscar los bienes de los pobres, especialmente de las viudas. ¿La viuda de la ofrenda habrá sido víctima de una de esas trampas?. Por eso no hay que separar demasiado estos pasajes.
El tercer tema que Jesús señala es que el templo se queda con el sustento de la viuda
Los primeros receptores de este mensaje es la muchedumbre (versículo 37) pero luego solo llama a sus discípulos (versículo 43). El sitio de oración de los escribas es el templo. Los versículos 40 y 42 están entrelazados donde aparece la figura de la viuda. Los costos del templo devoran los escasos recursos de los pobres. El templo tenía que ser casa de oración a las naciones y no una cueva de ladrones Mr 11:17.
La escena probablemente se ubica en el patio de las mujeres donde hay 13 cofres en forma de trompeta que rodean a los que adoran. En esos días, no existían los billetes. Todo el dinero era en forma de moneda. Cuando uno insertaba la ofrenda por esa trompeta o cuerno, obviamente que se producía una amplificación del sonido de las monedas rodando, lo cual, cuando alguien ofrendaba generosamente, llamaba la atención de todos los presentes. También la escena podría ser en la tesorería misma cuando la gente pasaba al lugar donde se depositaban las ofrendas. Es probable que hubiera un sacerdote llevando la contabilidad, ya que parte de esas ofrendas debían ser asentadas como diezmos.
Por otro lado, peregrinos de la diáspora traían ofrendas reunidas en sus comunidades y necesitaban los recibos correspondientes. Todo a la vista de las personas que pasaban. Eso explica por qué los montos de las ofrendas eran conocidos. Jesús está mirando este procedimiento. Si atendemos lo que Jesús acaba de decir en Mc 12.38-40 sobre los maestros de la ley se puede suponer que el humor y valoración de este acto por parte del Señor no ha de ser muy positivo. También observa la ofrenda que entrega la viuda. El hecho de que las ofrendas eran contabilizadas queda evidente en que la suma es conocida por todos, incluso por un observador distante como es Jesús (La viuda echo dos lepta que es un cuadrante. Dos moneditas de muy poco valor…echo todo lo que tenía, todo su sustento).
Todo esto levanta preguntas como: ¿Cuál fue la motivación de la viuda para ofrendar?¿Habrá sido la presión y el sistema instituido? ¿Será para ser aceptada delante de los hombres y de Dios? ¿Será que buscaba la libertad delante de Dios mediante un sistema de cancelación de deudas? ¿Habrá sido guiada por un corazón totalmente desprendido y generoso? Jesús, ¿Está describiendo una situación? ¿La aprueba o la reprueba? ¿Sobre quienes habla Jesús en ese contexto?
Las palabras de Jesús establecen un hecho. Mientras los demás ofrendan “lo que les sobra”, una parte insignificante de sus posesiones, la viuda entrega el total, lo que le sirve para vivir. Cuando Jesús hace referencia a que estos dieron “lo que les sobraba” puede ser evidencia de una hipérbole referida a los ricos que son destacados como los que ponen abundantes ofrendas. Para muchos peregrinos pobres el diezmo era una pesada carga.
Lo cierto es que todo esto también se observa en la vida de las iglesias. Los que mas tienen muchas veces dan con mezquindad y los pobres colocan todo lo que tienen o hacen el máximo esfuerzo.
Es notable que en las palabras de Jesús no aparece ninguna alabanza, ni destaca un sentido positivo del acto de la viuda. La carga interpretativa en cuanto a la generosidad que se ha puesto en este pasaje hace que leamos allí lo que no está. La frase de Jesús, vale la pena repetirlo, simplemente establece que la viuda puso comparativamente más que los otros. ¿Pero es eso bueno, la hace mejor?
Si miramos el contexto, lejos de encomiar el gesto de la viuda, Jesús la ve como víctima de un sistema de explotación. Acaba de decir que los maestros de le ley se quedan con las casas de las viudas ahora dice que el Templo completa esa injusticia porque se queda aún con su sustento.
En realidad, según la ley, las viudas no debían dar las ofrendas sino recibirlas (Deut 14:28-29). Cuando esta mujer pone allí “todo su sustento” el objetivo de las ofrendas queda totalmente desequilibrado y desvirtuado. No son para agradecer la vida renovada, como establece el texto del Deuteronomio (26:1-12, ver especialmente el v. 12) sino que convocan a la muerte. Jesús no dice que esa viuda ahora recibirá mucho, no anuncia su bendición ni su prosperidad. La ve como una condenada a la extrema pobreza e inanición. La mujer, lejos de ser elogiada por su generosidad es vista como la víctima de un sistema corrupto que contradice la ley que dice representar. Es contrario a la misericordia que privilegia la vida. Es contrario al anuncio de las buenas nuevas de Jesús.
Lo que ofrenda la viuda es la moneda más pequeña y de menos valor. Ahora bien ¿Por qué la viuda que vivía en la pobreza, sin recursos suficientes, no dio solo una monedita de cobre? ¿Por qué dio dos monedas? Una ley rabínica que se codificó en siglos posteriores nos puede dar el dato y es que en cuestiones de contribuciones al templo se tenía que dar como mínimo dos monedas. Es como decir usted no puede ofrendar menos que esto. Este es el mínimo que usted tiene que dar.
Se observa en todo esto cuales son las motivaciones de los dirigentes. El argumento es que no hay regalo demasiado costoso para Dios. Esto significa que se debe ofrendar aunque esto signifique desatender a su familia, sus padres, hijos o a usted mismo en las necesidades básicas.
Jesucristo no aprueba a los maestros de la ley cuando se aprovechaban de personas tan frágiles y tan indefensas como las viudas. En Marcos 7:9 les dice: “¡Que buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones!” haciendo referencia a la enseñanza que daban, donde un hijo le podía decir a su padre o madre: mamá, con mucho gusto te ayudaría pero el dinero que tengo es “corbán” Mr 7:11 (para el templo), o sea, dedicado a Dios (en realidad era un dinero que no querían gastar en el cuidado de su madre y que protegían de esa manera para luego gastarlo en lo que quisieran). La tradición y enseñanza que se imponía por parte de estos maestros de la ley anulaba la palabra de Dios o sea el mandamiento de “Honra a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20:12 y Deut. 5:16).
Marcos describe severamente la actitud de los maestros de la ley. Lo que han hecho con las viudas y los pobres. A las palabras de Jesús hay que entenderlas más como un lamento y no como una voz de alegría. Es una desaprobación al sistema de valores. Es una desaprobación a las motivaciones o móviles a cargo de esos maestros de la ley. Ese sistema de valores enseña que “no hay regalo demasiado costoso para la casa de Dios”.
¿Es justo presionar, manipular y exigir las ofrendas? ¿Qué deberíamos hacer con los pobres que apenas les alcanza para el sustento? ¿Qué es lo que debe dar? ¿Cuál debe ser la medida? ¿Cómo lo debe dar?
El cuarto tema que Jesús señala es que se privilegia un sistema de acumulación antes que la vida.
Jesús, no elogia esto. La viuda es víctima, crédula o forzada, de un sistema que privilegia la posesión antes que la vida. Ningún elogio. Por el contrario crítica a cualquier sistema religioso que vive abusando, presionando o manipulando sobre las ofrendas que deben dar los pobres, (la viuda pobre, en este caso) que, por ingenuidad o presión religiosa, terminan dando su vida a explotadores insensibles. Las personas que interpretan mal este pasaje lo que hacen es exigir lo que establece la institución o el templo, pero no lo que dice Dios. No hay ninguna promesa de prosperidad o alabanza en estos textos avalando a dar todo ante el pedido de ofrendas. Este tipo de actitudes e imposiciones quitan el sustento a la mujer más pobre.
La verdadera mayordomía cristiana no está en alimentar un sistema de acumulación, sino en la preservación de la vida.
El quinto tema que Jesús señala es que Dios es un Dios de misericordia y gracia.
Dios es un Dios de gracia y misericordia. Esto implica que Dios no aprueba los actos en donde se les quita el sustento a los más pobres. En este caso particular es “a la mujer más pobre”. Hay diferencias entre ricos y pobres en el Evangelio, y este párrafo lo destaca. Los que tienen, deben expresar más cabalmente su generosidad. En cuanto a los débiles y desprotegidos tenemos que cuidar que no pierdan la vida para enriquecer a un sistema de piedras o de templo.
Todo esto nos debe hacer reflexionar. Por un lado tenemos actitudes mezquinas de gente pudiente. ¿Cómo les podemos ayudar? ¿Podemos reglamentar el dar cuando no les sale del corazón?, ¿Sobre quién caerá la principal carga? ¿Será sobre los pobres e indigentes? ¿Cómo avanzar hacia una vida de generosidad? ¿Cómo pastores, siervos y misioneros que es lo que tenemos que enseñar?
Este texto debe ser leído en el contexto de la teología profética y de misericordia de Jesús. No debe ser domesticado para servir a la institución religiosa. El templo repleto de riquezas roba a la viuda indigente de todo lo que tiene. En vez de proteger a las viudas pobres o indigentes, las explota. Jesús sale del templo para no volver, Marcos 13:1-2.
El sexto tema que Jesús señala es la justicia
En tiempos de Jesús el sistema religioso y el político económico no estaban diferenciados o separados cabalmente. Por eso, más allá del sistema eclesial, este texto también se proyecta como una crítica a todo sistema económico o gubernamental que impone tributos exigentes para los pobres, pero sólo recauda lo que les sobra a los ricos, y no los usa para compensar las desigualdades sino para alimentar a su propia burocracia.
Si tomamos en cuenta los versículos siguientes, Jesús nos va a decir que de ese Templo que acaba de recibir esta ofrenda no quedará nada (Mc 13.1-2). Son piedras a ser derribadas. La viuda es un ser viviente, una hija de Dios, que lleva su imagen. Sin embargo, su dinero no fue a sostener esa vida que Dios le dio, sino a mantener un sistema de piedras, dispuesto a su destrucción. El historiador judío romano Flavio Josefo, relata los sucesos de la caída del Templo, mediante el cual se cumple este anuncio de Jesús. Allí señala (Las guerras judías, 6, 282) que el arca del tesoro, incluyendo el dinero, ropas y alhajas que había allí, se quemó cuando fue incendiado el Templo.
El templo fue construido por Heródes. Este rey había destruido el templo antiguo que fue edificado por Esdras y Nehemías y había construido uno mucho más grande y suntuoso. Fue el fruto de la labor de décadas, impresionaba por su construcción y fue magnífico por sus piedras blancas, por el oro y mármol que brillaba a la luz del sol. Josefo dice que algunas piedras eran de 11 metros de largo por 4 de alto y 5,5 metros de ancho.
Que interesante es que a pesar de la enseñanza de Jesús nos solemos quedar con las piedras preciosas. Nos gusta contemplar el edificio. Sus piedras implican que lo importante son los sistemas gerenciales que nos pueden conducir hacia adentro. Puertas hacia adentro, metidos en el orden interno, en nosotros mismos, nuestros propios programas y todo aquello que retenga a la gente y tengamos a su vez mas gente, pero sin desafiarla a ser y hacer como Jesús.
¿Que difícil es negar la legitimidad de algo que funciona? ¿Que difícil es negar la legitimidad de una institución cuyo tamaño físico y belleza estética son tan impresionantes? ¿Para qué todo este sacrifico por el templo? Mr. 13.2
La hermosura del templo quedo tirada por el piso. Jesús dice: No quedara piedra sobre piedra, todo será derribado. Será Dios mismo que lo hará y lo hará en respuesta a las oraciones que piden un nuevo tiempo. Hoy también queremos afirmar que una nueva iglesia es posible, será la respuesta de Dios a los cristianos de gran Fe (Mr. 11.23-24).
¿Por qué para muchos el templo y la institución esta primero? ¿Por qué se quiere reglamentar la generosidad? ¿Por qué muchos enfatizan pactos, estatutos o reglamentos? ¿Qué voz profética debe levantar la iglesia ante la desigualdad y los sistemas de gobierno (políticos o religiosos) que no tienen como prioridad defender la vida de los débiles e indefensos?
Tenemos que buscar un equilibrio cuando admiramos el templo y le decimos a Jesus: ¡Mira Maestro! ¡Que piedras! ¡Que edificios! Los proyectos tienen que ajustarse a la realidad. Ver Jeremias 22.13-16. La vida de los pequeños es valiosa para Dios. Son los pobres y desprotegidos esos pequeños. Lo es también el siervo sencillo y humilde.
Jesús se sentó en el monte de los Olivos (Mc 13:3). Los que le acompañaban seguramente también se sentaron para detener su mirada en el majestuoso edificio del que habían estado hablando. Los discípulos veían la grandeza del templo. Jesús veía la profanación en el interior, el abuso, la codicia, avaricia, una religión viciada, obsoleta. Los discípulos pensaban y miraban el presente. Jesús miraba hacia delante y el terrible fin que se aproximaba.
Corremos el riesgo de volvernos irreflexivos. Podemos pasar de estar centrados en Dios a pasar al eclesiocentrismo. A todos nos puede pasar. De Cristo el Señor, único Señor, podemos pasar a un lamentable estado de sujeción del poder religioso ambicioso.
Muchas instituciones y movimientos que comenzaron como respuesta a una situación particular o necesidad pueden cambiar con el tiempo o dejar de estar contextualizados ante un mundo cambiante. La gran pregunta que tenemos delante nuestro es si somos capaces de examinarlos y reevaluarlos como los hizo Jesús con el estado-templo.
¿Qué cosas debemos cambiar o eliminar? En algunos casos una reorganización puede rescatar los mejores elementos de la institución sin destruirla del todo, con el templo no paso así.
Conclusión
El Dios que anunciamos, que hemos conocido en Jesús, es un Dios de gracia. No “negocia” con las ofrendas.
No nos pide que dejemos de alimentarnos, vestirnos y cuidar nuestra salud para sostener cualquier sistema. Por el contrario, nos invita a compartir para que todos puedan vivir vidas en abundancia.
Este texto hay que leerlo en esa clave, en la crítica de todo sistema de honores y prestigio, que devora los bienes de los pobres, que los priva de su sustento. En cambio anuncia un Dios de gracia, que se manifiesta en Jesús, que nos ofrece la vida abundante, porque Dios la ha creado y la sostiene.
Finalmente recordamos al joven rico que se fue triste ante la demanda de Jesús en Mr 10:22 y el ciego Bartimeo que se despojó de todo por seguir a Jesús en Mr. 10:50. Las mismas contradicciones las podemos observar hoy en las iglesias.
Mientras los que más tienen muchas veces ofrendan con mezquindad, muchos hermanos pobres son capaces de ofrendar sacrificialmente o dar hasta el último centavo. Estos últimos son generosos con otros mientras que los más pudientes tienden a olvidarse de las necesidades de los demás.
Debemos recordar el texto que dice:
“Porque si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene” 2 Corintios 8:12

¿Qué tipo o modelo de Iglesia se esta formando?, ¿Cómo afecta a la misión y a la nueva generación de siervos?, ¿Cómo podemos rescatar el modelo bíblico de iglesia en nuestro contexto evangélico?
¿Es posible otra iglesia?
Carlos ScottMisión GloCal

domingo, 12 de julio de 2009

Desde la Iglesia: ¿Como facilitamos la preparación de Siervos como Agentes de Transformación?

Filosofía y proceso de la iglesia local en la preparación de siervos como agentes de transformación para la Misión GlocalCompilado y adaptado por Carlos Scott
Fuentes: DEMIL, Sepal Guatemala (Desarrollo de Misiones para la Iglesia Latina); Carlos y Alicia Scott, Matrimonio Alvarado, Daniel Bianchi, Argentina; Bertil Ekstrom, Brasil; Donald y Ele Parrott, Mario Loss, Bill Taylor, US; David Harley; Laura Mae Gardner, Wycliffe; Raimundo Morris, Australia.
Introducción
Cuando evalúas las cualidades interiores que te ayudan a convivir con las perso­nas, a ser flexible, a amar a otros, a tener paciencia, a ser persistente y perseverante, nos preguntamos: ¿recibimos esto en el salón de clases? Siendo imparcial y lo más objetivo posible, tal vez sí, pero solo hasta cierto punto.
Esas cualidades se desarrollan en el crisol de las experiencias de la vida, con la familia, amigos, en las responsabilidades ministeriales, discipulando a otros, generalmente bajo el ojo supervisor de alguien con más experiencia... nuestros padres, un tutor, nuestro pastor, líderes ministeriales, amigos sabios o un discipulador.
La iglesia local con su ministerio de enseñarnos, equiparnos, darnos oportunidades para ministrar, desarrollar dones espirituales, con sus pastores y líderes responsables, con sus oportunidades de grupos pequeños, con la posibilidad natural de desarrollar relaciones profundas a través de las luchas comunes en la vida y en el ministerio, es el invernadero dado por Dios, para crecer y prepararnos para cualquier ministerio que el Señor tenga, ya sea misionero u otro diferente.

Cuando no entendemos este proceso y no respetamos las etapas correspondientes, nos adelantamos, orientándonos a lo que está después de este lugar primordial. La conclusión es que hacemos un daño a la iglesia y su rol, al pastor/es, ancianos y su responsabilidad, y forzamos a las instituciones de entrenamiento a que traten de hacer algo para lo que no están equipadas.

Nos preguntamos: ¿quién sostendrá a los misioneros? ¿Quién dará para su sostén?
No serán las instituciones. Será su familia más cercana. Serán sus amigos. Las personas con quienes han criado a sus hijos, con quienes se han fortalecido en el ministerio.

¿Quién orará por ellos? No serán los maestros de sus cursos. Sí, claro, algunos lo harán. Pero la base sólida de oración estará compuesta por las personas que los aman y que no se olvidarán de ellos, vendrá de aquellos con quienes han vivido juntos, ministrado con ellos, llorado y reído, y quienes se preocuparán por ellos toda la vida. ¿Dónde se construyen esa clase de relaciones? Congregándose, orando juntos, reuniéndose como familias, trabajando unidos en el grupo de jóvenes, en la Escuela Dominical, confiando en Dios para lo imposible y viéndolo actuar.

¿Quién les enviará notas para fortalecerlos, presentes para navidad, regalos para sus cumpleaños y aniversarios y quién los visitará? Sus familiares, sus amigos, aquellos que los extrañan debido a su relación. ¿De dónde vienen estas personas? De su red de relaciones, de sus iglesias, padres, amigos y compañeros de ministerio.

La iglesiaLa iglesia tiene la responsabilidad mayor desde el principio hasta el fin. Allí empieza la preparación del candidato a misionero. Continúa en los ministerios de la iglesia y con su propio crecimiento espiritual. Cuando siente el llamado del Señor para salir al campo de servicio, es la iglesia, los pastores y ancianos, quienes aprueban su llamado. Una vez aprobado, evalúan su preparación actual según los criterios que mencionaremos a continuación, y lo ponen bajo la supervisión del área de extensión Glocal para coordinar el proceso de preparación y envío. Glocal es una palabra que representa la fusión de Global y Local. Es donde la acción local y global se unen en el cruce intencional de barreras, de iglesia a no iglesia en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios (adaptado y tomado de S. Niell).

El área de extensión glocal o grupo de trabajo, tiene la responsabilidad de elaborar, con la participación del candidato y del pastor encargado, el plan particular de capacitación, tomando en cuenta su edad, preparación previa, nivel de educación, experiencia en el ministerio, estado familiar y clase de trabajo que realizará en el campo.

Instituto bíblico o seminarioParte de la capacitación es la preparación teológica. Del nivel que ésta posea, dependerá en gran parte la clase de trabajo que el siervo realizará en el campo. Por ejemplo, si su ministerio es evangelismo por amistad, su nivel de preparación teológica no será igual al de quien va a pastorear una iglesia o enseñar en un Instituto Bíblico.

Instituto de capacitación misioneraOtro paso adecuado, es tomar cursos de preparación misionológica. Es aquí donde vemos el papel de las instituciones especializadas en la capacitación.

Agencia misioneraEn el transcurso del proceso de preparación el área de extensión Glocal, ayudará al candidato en la búsqueda de una Agencia Misionera. Esta decisión tiene mucho que ver con el tipo de ministerio, la gente o etnia no alcanzada, la ciudad, o la nación adonde el Señor lo está llamando a servir y la relación entre la iglesia y la agencia.

La iglesiaPor último, volvemos a la iglesia. Esta, en cooperación con la agencia tiene la responsabilidad de cuidar al siervo como agente de transformación, recibirlo en su regreso, ya sea de licencia o para quedarse definitivamente, y facilitar su tiempo de integración en su propio país.

Al fin y al cabo, ¿quién tiene la responsabilidad de la preparación de los candidatos a siervos glocales?
¿El mismo candidato?Obviamente éste tiene muchas responsabilidades con su preparación, pero no es la persona indicada para supervisarla. Es muy difícil ser lo suficientemente objetivo como para evaluarse a sí mismo. Es más, normalmente el mismo candidato siente urgencia por llegar al campo, y esta presión acarrea la tentación de reducir los requisitos y los tiempos.

¿El centro de capacitación?Tiene su papel imprescindible, pero es sólo una parte del proceso. La relación entre el candidato y el centro es de corto plazo. No hay responsabilidad del uno hacia el otro después de finalizado el programa de estudios.

¿La agencia de envío?Por supuesto, tiene también una responsabilidad importante y duradera, pero así como el centro de capacitación, la agencia juega un rol específico en el proceso de preparación.

¿La iglesia del candidato? Sí. La iglesia es su "casa espiritual". En Efesios 4:12 vemos que la iglesia, juntamente con los pastores y maestros, tiene la responsabilidad de "perfeccionar a los santos para la obra del ministerio". En este contexto, el candidato es uno de los "santos" que necesita preparación para poder realizar su trabajo eficientemente. Aunque su preparación sea más complicada y más larga que la preparación para ser un maestro de un grupo pequeño, no podemos negar el principio bíblico de Efesios 4. La iglesia es la entidad que acompaña al candidato en todo el proceso de su preparación: su niñez, juventud, con su familia, estudios, trabajo, participación en la iglesia, capacitación, en el campo y después de estar en el campo. Por eso la iglesia del candidato tiene la oportunidad y la responsabilidad bíblica de supervisar y aprobar la preparación del candidato a siervo glocal.

Bertil Ekstrom de Brasil y Director Ejecutivo de la comisión de misiones de la WEA (Alianza Evangélica Mundial) nos comparte:


“En las naciones que ya tienen expe­riencia en el envío es co­mún que los candidatos provengan de un seminario o universidad. Han estado mucho tiempo lejos de su ciudad y han sido miembros de diferentes iglesias du­rante el tiempo en que han estudiado, perdiendo la relación cercana con la con­gregación que los viera nacer y crecer.

La perspectiva ideal, es cuando la iglesia local funcio­na como un cuerpo viviente en el cual cada miembro es conocido y tiene un se­guimiento. La buena disciplina allí es necesaria para dar a los candidatos la orientación y sostenimiento que deben tener, y a la vez, brinda la oportunidad a la iglesia de crecer en la responsabilidad, al tener en su seno a un candidato en proceso. Si no se lograra este ideal, eso no constituye una excusa para dejar a la iglesia local o al candidato fuera.
A la par de su responsabilidad para la selección, la iglesia puede dar a los can­didatos una excelente plataforma para practicar sus dones y habilidades, junto con el entrenamiento básico que necesi­tarán para sus futuras actividades. La iglesia puede presentar los candidatos a los demás miembros como futuros mi­sioneros. Después, los hermanos pueden observar el crecimiento de los candi­datos y ser parte de su ministerio de apoyo desde el inicio.
Esto hará una no­table diferencia, en el sostenimiento eco­nómico y en el apoyo que el misionero recibirá a través de la intercesión cuando se encuentren en el campo. También se puede cubrir la debilidad en el carácter y las necesidades espirituales con un pastoreo efectivo, para que los puntos débiles de los candidatos sean vencidos, y no lleguen a ser causas de problemas futuros.
A pesar de las ventajas señaladas ante­riormente, la iglesia local tiene su limita­ción. Para tal tarea, se necesita una es­tructura de cooperación, que la ayude en la comprensión y proyección de su trabajo de servicio.” Estas estructuras de cooperación pueden ser las agencias de envío y recepción, instituciones especializadas de capacitación o un comité denominacional de misión glocal.

¿Cómo supervisa la iglesia la preparación del candidato?
En primer lugar, según el principio bíblico de Efesios 4:12, el pastor/es, maestros, apóstoles, profetas y evangelistas tienen la responsabilidad de "equipar" ó “perfeccionar” al candidato y, también, a todo su rebaño para la "obra del ministerio". El proceso normal entonces, es capacitar a los siervos líderes de áreas, proyectos y programas en la iglesia, quienes se encargarán del desarrollo de dicho ministerio.

Un paso común es formar el área de extensión glocal. Este grupo de trabajo tendrá la responsabilidad de supervisar, siempre con el aval del pastor/es, el proceso de preparación del candidato. Es importante aclarar que el trabajo con respecto a la misión glocal es un compromiso de toda la iglesia y no solo de un grupo en especial. El área de extensión glocal se hace cargo de determinadas tareas que forman parte de un proceso integral para toda la iglesia.

Bertil Ekstrom, comenta que: “La iglesia local juega un papel impor­tante en el proceso de selección y envío. Creemos que lo ideal, a largo plazo, es la existencia de un área de servicio en la congregación, para lo cual no sólo evaluará la persona y su carácter, sino también su desempeño en diferentes la­bores en la iglesia, así como en su desa­rrollo en las experiencias misioneras a corto plazo. Esta área o grupo de trabajo también podrá velar por la capacitación y pastoreo pos­terior del candidato, cuando asista a cen­tros de capacitación más especializados. No hay programa, dinero, o estructura que pueda sustituir a la iglesia.”

Las fases de preparación del candidatoLos pastores somos llamados a equipar al pueblo de Dios, y en este caso, a los candidatos para la misión glocal. Debemos planificar un proceso intencional de capacitación basado en los siguientes criterios:

Fase Uno
La iglesia local en su capacitación informal:
Involucrarse en varios Ministerios de la Iglesia.
La experiencia en una variedad de ministerios, colaborando con diferentes personas, con muchas oportunidades de fracasar y triunfar, es la base de toda la preparación. La educación secular es importante, también la enseñanza bíblica y la capacitación. Pero sin la base de mucha experiencia en el ministerio, utilizando los dones espirituales, aprendiendo cómo confiar en Dios, desarrollando el fruto del Espíritu, todo lo demás puede caer a falta de estabilidad espiritual. El crecimiento espiritual más fuerte se desarrolla con el estudio de la Palabra y se aplica en el ministerio.

Ya se han realizado suficientes investigaciones para demostrar que los mayores problemas se encuentran en el carácter y en asuntos dinámicos espirituales (no temas de conocimiento). Por consiguiente, el desgaste se da más por fallas relacionadas con la cultura, la gente, la iglesia o la competencia en la obra, y no en relación con lo que el siervo sabe o no. Los estudios específicos individuales sobre las razones para el desgaste en el servicio fueron realizados por Laura Mae Gardner (Wycliffe) . En este paquete, ella encontró que:


1) Las razones declaradas para la finalización de su labor rara vez son las razones que se dan a conocer.
2) Hay problemas personales incluyendo la falta de sujeción, actitud defensiva, baja autoestima, ambición por el dinero, las posesiones y escasa educación.
3) Había demasiada expectativa de parte de la nación anfitriona, el campo y liderazgo.
4) El desgaste era causado, generalmente, por necesidades no satisfechas.

El tema de la baja autoestima y los síntomas de stress asociados con la situación cultural, están estrechamente relacionados con el abandono de los siervos y una eficiencia limitada. Basados en su experiencia en el campo, y en investigaciones realizadas por Mario Loss (Misionero de SIM en Uruguay) estima que uno de cada cuatro siervos o misioneros se desenvuelve en niveles satisfactorios equivalentes a sus propias culturas; dos de los tres restantes cojean reduciendo la eficiencia; mientras que el cuarto deja por completo el campo.
El entrenamiento tiene por finalidad, disminuir el agotamiento y producir misioneros más efectivos; por lo tanto, un desarrollo curricular debe ser realizado sobre las realidades en el campo y no de academias tradicionales. Dado que los siervos como agentes de transformación estarán ministrando desde un contexto de sociedad, se debe tener en cuenta que “hay un clamor fuerte para que se involucren en los problemas presentes de cada sociedad.” El aprendizaje debe estar relacionado con la vida, y los futuros siervos deben tener experiencia previa en la iglesia y el mundo. En su capacitación informal la iglesia tiene que tener en cuenta:

El Ser
Mario Loss en su libro Choque Transcultural dice: “Un obrero mal preparado es un mal obrero”. Continúa diciendo: “La responsabilidad de la preparación para ser misionero, recae más fuertemente sobre la iglesia local. Es en la iglesia donde los obreros son moldeados, fortalecidos y lanzados a la obra.
Una buena preparación tiene mucho que ver con una expectativa realista de la persona: ¿Qué tipo de ministerio va a hacer?; ¿Qué frutos puede esperar?; ¿Qué condiciones de vida?; ¿Va a trabajar en equipo o solo?; ¿Encontrará esposo o esposa entre los misioneros?; ¿Recibirá elogios y galardones de otros?; ¿Cuál va a ser su situación financiera?; ¿Puede enfermarse o puede esperar sanidad divina?; ¿Recibirá comunicación de su iglesia?; etc.
Debe estar preparado en los siguientes aspectos: carácter espiritual, perseverancia, dependencia de Dios, capacidad para tomar iniciativas, ver la vida con ojos realistas, entender que sufrir con Cristo es un privilegio, conocimiento adecuado de la Biblia, experiencia en ministerio con resultados positivos como ser la fidelidad, sujeción, personas guiadas a Cristo, saber llevarse bien con otros, etc.

Cuanto menos experimentados sean los obreros, más supervisión de cerca necesitan. Pablo y Bernabé podían trabajar sin supervisión, pero Juan Marcos, no.”

El Ser tiene que ver con la Madurez de Carácter.Daniel Bianchi de Argentina, Director de COMIBAM Cono Sur, miembro de la Junta Directiva de Wycliffe y de COMIBAM Internacional comparte: “La obra misionera no es para las personas perfectas pero sí para los maduros y comprometidos. Se espera que esa persona tenga “los grandes temas resueltos”, o por lo menos haya mostrado dedicación para enfrentarlos. Por ejemplo: ¿Cómo se siente ese soltero/a acerca de su soledad? ¿Cómo está ese marido/esposa por el hecho de no poder tener hijos? ¿Hay temas del pasado que no fueron tratados adecuadamente? ¿Necesita restauración, reconciliación? Una de las principales características de la madurez es la capacidad de mantener los compromisos asumidos. Otra, la de tomar decisiones y hacerse responsable por las mismas, sin echar las culpas a otros de las consecuencias. La misión necesita gente firme pero flexible, de convicción, pero amable”.

Se deben desarrollar áreas de carácter como madurez espiritual, celo evangelizador, trabajo en equipo, disciplina, responsabilidad, versatilidad, relación correcta con Dios, con su familia, la iglesia y la comunidad.

El Ser tiene que ver con Actitudes Correctas.Daniel Bianchi expresa: “Es menester contar con misioneros que tengan actitudes correctas, sobre todo verdadera humildad. Sólo así podrán salir como aprendices más que maestros, como siervos más que conquistadores, como acompañantes más que protagonistas. La misión transcultural es cada vez menos pionera (aunque hay varios aspectos que la requieren de manera urgente, como es el caso de la traducción de la Biblia). Por esta razón el misionero debe relacionarse con la iglesia nacional. Como tal, el misionero debe reconocerlos, amarlos y respetarlos. La identificación es imprescindible como expresión de auténtico amor, y por consiguiente, no está exenta de riesgos, los cuales deben asumirse con gran sabiduría, consejo maduro, sensibilidad cultural, dirección del Espíritu y orientación de la Palabra”.

El ser tiene que ver con una vida de relación..“La vida misionera es una vida de relación. El misionero se vinculará con otros colegas, (generalmente de varias nacionalidades y trasfondos), con cristianos nacionales, con autoridades gubernamentales y con otros a quienes va a servir. No se nace sabiendo cómo tener buenas relaciones; hay que aprenderlo, y aprenderlo bien. La dificultad para tener vínculos sanos hará que la persona esté discapacitada para el servicio y le ocasionará más de un quebranto. No es de admirarse que los conflictos interpersonales ocuparon el cuarto lugar como causal de deserción misionera tanto en los países misioneros tradicionales como de las nuevas naciones de envío”. (Ver “Demasiado valioso para que se pierda”, Guillermo D. Taylor, WEA/COMIBAM).

El ser tiene que ver con confiar en el Señor y con depender de El.Mario Loss dice: “Muchas veces el obstáculo grande del siervo es su propio complejo de inferioridad. Confiamos en lo que somos y no en el Señor, pero cuando estamos en El, y viviendo en su plenitud, aunque somos incompetentes por naturaleza, nuestra fe vence al mundo y a nuestra carne, por que es Dios quien trabaja en nosotros. Dios es mayor que nuestras circunstancias, y aun que nuestra incapacidad. Él es el Señor, tanto de mi vida como de las circunstancias”. Otras veces, el obstáculo es un alto sentido de superioridad. En ambas situaciones, es menester tener una perspectiva clara, ya que no debemos confiar en lo que somos, ni al punto de decir “no puedo”, ni tampoco para creer “yo puedo, lo sé todo”. La perspectiva correcta es: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

El ser tiene que ver con la vida espiritual, el fruto del Espíritu y el devocional íntimo.Esta área afecta las otras, por lo tanto, deberíamos hacernos las siguientes preguntas: ¿Es el obrero o siervo una persona de oración? ¿Dónde busca su alimento espiritual? ¿Cómo reacciona ante la frustración? ¿Está abierto para cosas nuevas?

Deberá evidenciar el fruto del Espíritu Santo y la llenura del mismo. (Gá 5:22-26). Un carácter que revela el fruto del espíritu, es la demostración de una vida transformada por Jesús, y hecha semejante a Él. Somos llamados a encarnar este tipo de carácter e imagen en toda cultura, tiempo y situación.

A través del trabajo en el ministerio, se busca desarrollar el fruto del espíritu en amor; entonces hay allí sacrificio, piensa en otros; si depende del control de Dios y no de las circunstancias, allí hay gozo; hay paz y tranquilidad en medio de los problemas; paciencia, donde hay autocontrol bajo presión; en benignidad, el amor se ve en acciones; en bondad, porque se hace lo bueno aunque los demás no lo merezcan; en fidelidad, ya que se puede contar con él ó ella; en mansedumbre se puede disciplinar con ternura; en dominio propio, donde se crucifica al yo, y se tiene autocontrol sobre la carne.
Debe aprender a cuidarse por si mismo, mediante una vida devocional activa y práctica, alimentarse de la comunión con Dios diariamente, estudiar temas bíblicos, ser autodidacta.

El Ser y el Hacer de la Fase 1 en el Proceso intencional de capacitación informal.Donald Parrott (Misionero de Sepal en Argentina, luego en Guatemala y actual Presidente de Finishers) nos comparte,

Lo podemos dividir en dos áreas:A) Área de Carácter:1- Madurez espiritual.
2- Celo en la evangelización- transcultural.
3- Responsabilidad y disciplina.
4- Flexibilidad.
5- Correcta relación con Dios.
6- Relación correcta con su familia.
7- Relación correcta con la iglesia.
8- Relación correcta con la comunidad.

Esta área se desarrolla a través del trabajo en los ministerios de la iglesia.
Se busca el desarrollo del fruto del espíritu:
Amor auto – sacrificio.
Gozo depende del control de Dios, no de las circunstancias.
Paz tranquilidad en medio de los problemas.
Paciencia auto - control bajo presión.
Benignidad amor que se ve en acciones.
Bondad hace lo bueno aunque no lo merezcan.
Fidelidad se puede contar con él (ella).
Mansedumbre se puede disciplinar con ternura.
Dominio propio auto-control sobre la carne.
¿Qué significa esto?
Que cada día se vea más a Cristo formándose en nuestra vida. Por medio del Espíritu Santo se modela a Cristo y se lo muestra en nuestra vida.
Ser autodidacta. Aprender de la Biblia, libros, comentarios, cursos, etc.
Estudiar temas bíblicos.
Aprender a alimentarse espiritualmente por si mismo.
Crecer en su entendimiento de permitir que Cristo viva a través de nosotros.

B) Área del Ministerio¿Cómo desarrollamos el fruto del Espíritu en la vida del candidato?


Les damos a los candidatos una variedad de trabajos. Ministerios importantes y otros que no lo son tanto, que se ven y que no se ven, en la plataforma, en el depósito, limpiando, teniendo oportunidades de servir, de liderar, de planificar, de dirigir, de iniciar un nuevo ministerio, servir en todas las áreas de la iglesia, etc.

Se desarrolla utilizando la iglesia como base y apelando a otros recursos cuando sean necesarios. Siempre bajo la supervisión de un responsable, que observa, que evalúa, que informa a la persona responsable de la preparación.
Normalmente, se hace un calendario - un plan - de preparación (ver modelo al final). La duración depende de la edad, experiencia, preparación previa, tipo de ministerio que vaya a tener, disponibilidad de recursos, necesidades, etc.
En el área de ministerio se vera que:


1- Se muestran disciplinas espirituales.
2- Entiende la guerra espiritual.
3- Se comunica bien en su propio idioma.
4- Hace amistades.
5- Comunicación transcultural.
6- Aprende otro idioma.
7- Evangeliza y predica.
8- Puede enseñar, capacitar y discipular.
9- Puede formar una nueva iglesia.
10- Es mayordomo de su tiempo y recursos
11- Tiene fuerza suficiente para enfrentar el estrés y la soledad

Fase Dos: La Capacitación Misionera no formal.La capacitación misionera es el entrenamiento que tiene que ver, específicamente, con el saber hacer y ser siervo glocal. Normalmente, esta fase de preparación no se encuentra en la iglesia local ni en los institutos bíblicos: son cursos de antropología, adaptación cultural, experiencia transcultural, aprendizaje de idiomas, etc.

El saber hacerCuanto más amplia es la preparación tanto mejor. David Harley dice que los candidatos: “Deben mostrar la evidencia de la obra de Dios en sus vidas. Deben ser confiables y disciplinados para trabajar, aunque a la vez se les debe aconsejar que no sean perfeccionistas ni adictos al trabajo...

Una ventaja adicional es que la persona tenga sentido del humor, y especialmente la capacidad de reírse de sí mismo” “Es sumamente recomendable que la iglesia tenga un programa de preparación misionera bien desarrollado, para encausar a las personas con inquietudes. En un paso siguiente la capacitación requerirá la participación de instituciones formales, como entidades teológicas y centros de capacitación misionera”.

Daniel Bianchi expresa: “Servir en misiones es estar en un contexto cultural diferente, en ocasiones totalmente opuesto y aún antagónico. La persona debe tener un sentido crítico de su propia cultura y a la vez, contar con herramientas para conocer la cultura anfitriona. Algunos pequeños indicios son: capacidad para escuchar con atención, y mirar las cosas desde el punto de vista del otro, disposición al estudio de otros idiomas, interés por otras culturas, deseo de ayudar a personas extranjeras, gusto por las expresiones artísticas étnicas, placer por comidas exóticas, conocimiento actualizado de la situación mundial, etc.”
Raimundo Morris que fue misionero en Chile y Argentina comenta:

El Saber Hacer tiene que ver con una Educación Integral.Debemos tener una postura equilibrada entre lo intelectual y lo práctico. Se deben ver destrezas desarrolladas para enfrentar la vida y el ministerio, antes de proveer una respuesta teórica a la vida.

El Saber Hacer tiene que ver con la Observación.El misionero transcultural debe observar, escuchar, ver, preguntar, ser aprendiz, formular sus teorías en base a lo observado, y luego, averiguar la veracidad o error de sus propias teorías, como un procedimiento para su vida en la nueva cultura.

El Saber Hacer tiene que ver con la Orientación en el Contexto.La información que necesiten, será la necesaria para el desarrollo de su vida diaria en la cultura anfitriona. No es suficiente confiar en nosotros mismos, en la adquisición de datos y conocimientos, porque el saber hacer tiene que ver con morir a nosotros mismos y no buscar un protagonismo especial. Como bien dijo un siervo misionero que conocí en España: “Ser obrero, siervo o misionero es saber conducir desde el asiento trasero”. El mayor enemigo para un funcionamiento satisfactorio es nuestro "yo". No es el "enemigo" externo, sino el interno, el que está en nosotros.

El Saber Hacer tiene que ver con Comprender, Identificar y Aceptar nuevos Valores Culturales.Somos producto de nuestra cultura y las experiencias formativas a través de ella. Nuestros valores culturales determinan cómo vemos al mundo. Cuando entramos a una cultura anfitriona, debemos contextualizarnos con los nuevos patrones que se nos proporcionan. Es encarnar la nueva cosmovisión sin renunciar a los principios bíblicos.

Fase Tres: La Preparación Formal en la Sociedad y los Estudios Bíblicos.Esta fase tiene que ver con los estudios diversificados, ya sean bíblico-teológicos, de misionología, en la universidad, su experiencia en el trabajo, etc. En esta etapa hay mucha variedad. Todo depende del interés de la persona, sus habilidades y talentos, etc. Lo que si podemos asegurar es que un candidato a siervo glocal como agente de trasnformación necesita de preparación bíblica, estudiar en un instituto bíblico los años que se necesiten, en el seminario o una preparación informal lograda por sus muchos años de estudio y servicio en su iglesia.

El Conocer
El Conocer es parte de una Actitud Proactiva.
Daniel Bianchi comenta: “Debemos buscar personas comprometidas para crecer y desarrollarse en todas las áreas de su vida. Esto incluye la formación bíblico-teológica y misionológica. En otras palabras, si alguien dice que tiene una carga o llamado para la obra misionera, es de esperar que esté dando pasos en pos de esa meta, como ser: lectura de libros misioneros, participación en eventos, experiencias misioneras locales, intercesión y ofrenda misionera regular, servicio en el ministerio misionero de la iglesia, etc. Hay muchas personas que tienen un ideal romántico e inerte de la obra misionera, pasan los años y no hacen nada práctico con su inquietud”.

El Conocer tiene que ver con una Educación Continua.Como actitud y como principio, el misionero nunca deja de estudiar en alguna forma u otra. El principio de la educación de adultos postula que todo proceso educativo debe ser continuo y de por vida. Nunca debemos dejar de estudiar. Siempre debemos avanzar en la educación, tanto formal como no formal. Necesitamos más siervos glocales y pastores con conocimientos, grados y experiencias ministeriales transculturales.

La secuencia de las fasesLas tres fases no son necesariamente etapas en secuencia. Es decir, pueden ser simultáneas. Por ejemplo, mientras un candidato está estudiando en el instituto bíblico o esta terminando la universidad también tiene su trabajo secular y puede estar participando en la iglesia con una responsabilidad como maestro, coordinador de un estudio bíblico, etc. Más adelante veremos un diagrama mostrando como las tres fases se relacionan.

¿A quien debemos seleccionar para enviar a un centro de entrenamiento especializado?Bertil Ekstrom dice: “En primer lugar, los candidatos deben demostrar evidencia creíble de un llamado personal y entrega al ministerio transcultural. Hay un alto porcentaje de desgaste que existe entre los misioneros, de manera que la pregunta es: ¿cuán importante es el pro­ceso de selección para prevenir los fra­casos en el campo misionero? Sabemos que un ministerio efectivo lleva años de adaptación, antes de comenzar a serlo, por lo que nuestro énfasis en la selección y capacitación contribuirá a mante­ner a los misioneros en sus ministerios el mayor tiempo que sea posible, además de buscar que sean aptos y efectivos en la misión.

Algunos centros de capacitación misionera sólo admiten obreros que hayan sido designados por sus iglesias o una agencia misionera para el ministerio transcultural. Otros aceptan alumnos que no forman parte de una agencia, pero sí que revelan un llamado al servicio transcultural. Desde mi perspectiva (sigue afirmando Bertil) la iglesia local debe ejercer el rol protagónico en la recomendación y aprobación de los candidatos.

El tras­fondo en sí no debe ser decisivo para la selección; los buenos misioneros provie­nen de todas las situaciones. La pregun­ta que nos debemos hacer es si hay fun­damento para creer que esa persona tie­ne un verdadero llamado de Dios para las misiones, y si el candidato coincide con la tarea que desea realizar.

Es casi imposible una evaluación objeti­va de los candidatos, por lo que necesi­tamos dar pasos concretos a fin de no cometer una injusticia. De lo pobre y vil de este mundo Dios ha tomado para lle­var el Evangelio a las naciones, y humi­llar a los grandes. Dios es el que llama, es quien envía, y Él es quien encomien­da. Pero así como Dios hace su parte, y pide a quien ha llamado a las misiones hacer la suya, también espera que el li­derazgo y la iglesia sean responsables, cada uno en su función. Debemos traba­jar para reconocer a los realmente llama­dos, y ayudarlos a transitar el camino hacia los no alcanzados, siendo sensibles al Señor de la mies. También debemos desarrollar el discernimiento para cui­dar, como buenos pastores, a aquellos que el enemigo quiera confundir con vocaciones equivocadas, cuando en rea­lidad Dios los quiere aquí, en casa, sirviéndole fielmente.

En segundo lugar, los candidatos a entrenarse deben poseer la salud física y estabilidad emocional necesarias para la vida transcultural. La vida en el campo misionero muy a menudo confronta a los obreros con una amplia variedad de desafíos culturales, lingüísticos, sociales, estructurales, tecnológicos y médicos, que, muy posiblemente, nunca habían tenido en su tierra natal. Estos desafíos, al ser enfrentados tanto personalmente como en familia, y sumados a las presiones del ministerio, producen un estrés considerable. Si la salud física del obrero o su estabilidad emocional son frágiles, debemos considerar con detenimiento estos casos, hacer consultas con equipos interdisciplinarios. Se trata de no cometer errores, injusticias y hacer lo correcto. La oración, las consultas, el discernimiento y sabiduría es clave para saber que decisión debemos tomar en cada caso. Algunos, tal vez, puedan avanzar dentro de este proceso pero también puede pasar que él o ella probablemente, no debería ser considerado como candidato para el entrenamiento misionero.

Finalmente, se deben vislumbrar en los candidatos para el entrenamiento misionero, los niveles de pureza moral y madurez espiritual necesarios para el liderazgo en el ministerio. Si las cualidades morales básicas para el ministerio del liderazgo han sido afectadas o dañadas, es muy poco lo que el centro de capacitación misionera o el propio candidato pueden hacer para restituir lo que se ha perdido. Seguramente habrá otras oportunidades en el ministerio, aunque no sea en el frente misionero transcultural. En lugar de, simplemente rechazar al aspirante, el personal del centro de capacitación, debería estar preparado para aconsejar a dicha persona o a su iglesia, hacia un área en el servicio en la cual el obrero pueda involucrarse.

Por otra parte, si el candidato carece de madurez espiritual, su iglesia puede proporcionarle alimentación adicional y, con suficiente tiempo, esto puede resultar en una reincorporación exitosa a corto plazo. Los responsables del centro de entrenamiento deben comunicarse directamente con los pastores y líderes de la iglesia del candidato, para explicar los indicios particulares de falta de madurez, y las áreas en las cuales es necesario un crecimiento espiritual. En alguna ocasión, el centro misionero puede recomendar o proveer recursos para que la iglesia utilice en este proceso.”

La Voz del Campo en el ServicioA continuación, las recomendaciones realizadas por un matrimonio latinoamericano, que se encuentra trabajando con un equipo en pueblos musulmanes:

Área personal:Si la persona es casada, la pareja debería aprender a relacionarse de acuerdo a la forma del país al que irá. En este sentido sería bueno confrontarlos con un cambio de roles o con una acentuación de los roles que tienen en este momento.
Si la persona es soltera, debe tener un profundo entendimiento de lo que eso significa en el nuevo país. Y sobre todo entender lo que representa en un equipo de trabajo. Vale aclarar que uno de los principales problemas en los equipos de misioneros, son los consejos que los solteros dan a los casados acerca de cómo educar a sus hijos.

Para las parejas con hijos: deben asegurarse de las posibilidades de educación para ellos.
La persona debe tener sus problemas y conflictos personales resueltos. La idea de que el tiempo los solucionará es absurda; por el contrario, esos problemas se acrecientan en el campo.

Área espiritual:Debe aprender a auto-edificarse. En tal sentido, antes de salir al campo, los responsables de su envío deben observar que el candidato tenga una disciplina de estudio bíblico, que abarque la Biblia y otros libros, pero que éstos no sean sólo de estrategias de ministerio, sino de alimentación.
Debe aprender a ser flexible en muchos puntos doctrinales. Pensando que trabajará en equipos interdenominacionales: “en lo fundamental tengamos unidad, y en lo secundario libertad”. En este sentido, algo muy práctico sería hacer que el candidato asista regularmente (una o dos veces por mes) a las reuniones de una iglesia de otra denominación, con el objetivo de crecer espiritualmente en un ambiente distinto.
En el caso de no haber ido a un seminario (algo que de ninguna manera puede ser excluyente) el candidato debería preparar y desarrollar (a modo de presentación) algún tema doctrinario importante.
El candidato debe estar muy preparado en apologética. En estos días, cualquiera sea el campo, son muchísimas las situaciones en las que se nos desafía a defender lo que creemos, y cómo lo creemos.

Área ministerial:Es muy recomendable que tenga experiencia:
En discipulado.
En la elaboración y comunicación de un proyecto.
En trabajo en equipo.
En trabajo interdenominacional.
Transcultural.
Oratoria.
Además, el candidato debe ser probado en el trabajo bajo fuerte presión y oposición. En este sentido, no alcanza con la presión y oposición normales de su ministerio en el país de origen; para su capacitación, deben programarse situaciones (de alguna manera artificiales) en las que el candidato se sienta descolocado.
Un curso de lingüística no vendría nada mal.
Un buen sentido del humor tampoco.

Área administrativa:El candidato debe tener experiencia en la elaboración y presentación de presupuestos: el del sostén personal y el de algún proyecto de trabajo.
Probado en mayordomía.

Área comunicativa:Antes de salir al campo, el obrero y su iglesia deben asegurarse de que la línea de comunicación será fuerte, independientemente de las personas que estén al otro lado de la línea. Todas las iglesias enviadoras cambian cuando el misionero está en el campo, pero esto no debe interrumpir la comunicación.
La iglesia enviadora debe conocer la estructura de la agencia en la cual trabajará el obrero o siervo.

En el primer período, del otro lado de la comunicación, debe haber un referente de absoluta confianza para el obrero o siervo.

La aprobación del candidato como agente de transformaciónEn primer lugar, y quizás la clave de una buena preparación es una actividad y actitud sumisa. ¿Por qué? Porque la pregunta principal de cualquier candidato es: "¿cuándo puedo salir?" Entonces, ¿quién decide? ¿El candidato? No. Si fuera así, todos saldrían el día de mañana, sin preparación, sin apoyo y sin nada. ¿El instituto? No. Este no tiene todo el cuadro. ¿La agencia? Sí y no. Esta participa en la decisión, pero tampoco tiene toda la información necesaria. ¿La iglesia? Sí. El pastor/es, ancianos, el liderazgo de la iglesia y el área de extensión glocal, en su papel de supervisar todo el proceso, tienen acceso a todas las personas involucradas y toda la información necesaria para determinar si el candidato está suficientemente preparado.

Propuesta Misión GloCal

Misión GloCal
Glocal es una palabra que representa la fusión de Global y Local. Es donde la acción local y global se unen en el cruce intencional de barreras, de iglesia a no iglesia en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios.

Visión
Ver a las iglesias locales llevando todo el evangelio a todo el mundo

Misión
Misión Glocal existe para servir a las iglesias locales facilitando el entrenamiento, la movilización y conexión a favor de la extensión del reino de Dios.

-Soñamos ver a las iglesias locales afirmando su identidad en la Oración, Justicia, Misericordia, Humildad, Obediencia y Valentía en semejanza a Jesucristo.
-Soñamos ver a las iglesias locales unidas a la misión de Dios sirviendo a la gente más olvidada de la ciudad, la nación y el mundo.
-Soñamos ver a las iglesias locales equipando al pueblo de Dios como comunidad del Reino de Dios hasta lo último de la tierra.-Soñamos ver a las iglesias locales desarrollando procesos que identifican, capacitan, sostienen y cuidan a los siervos enviados como agentes de transformación.
-Soñamos ver a las iglesias locales conectados con el campo de servicio, aprendiendo unos de otros y realizando los ajustes necesarios.
-Soñamos ver a las iglesias locales conectadas glocalmente con otras expresiones de la comunidad misionera trabajando en unidad, amor y koinonia para la gloria de Dios.

Propuesta de valor
Misión GloCal facilita la capacitación, conexión y cooperación con otros ministerios para fortalecer procesos intencionales de transformación en las iglesias locales

Público objetivo
El público objetivo tiene como propósito equipar a los siervos de las iglesias locales proveyendo servicios y oportunidades para que el evangelio este disponible a toda persona, lengua y nación.

Eje Estratégico
Fortalecer, servir y equipar a las iglesias locales construyendo capacidad y valor agregado para la misión.

Misión GloCal como iniciativa de servicio adhiere al Pacto de Lausana.

Carlos y Alicia Scott
MisionGloCal@ciudad.com.ar
Te 54-11-4642-1036